A sus 87 años el señor Woody Allen nos regala su película número 50. Una película que por circunstancias extra cinematográficas, se ha podido llevar a cabo en la ciudad del amor: París, una de las pocas ciudades en las que el neoyorkino ha repetido escenario. Algo absolutamente paródico si tenemos en cuenta que el cine francés y más en concreto “la comedia francesa” beben mucho del cine de Allen. Quizá por eso o porque ha querido dedicar a una de las ciudades más bellas del mundo, la que probablemente sea su última película, ha vuelto a ella después de 2011, año en el que rodó allí una de sus mejores películas, Midnight in Paris. Así que si finalmente es así,y ésta se trata de su última película, nos podemos sentir afortunados, porque Golpe de suerte es una muy buena película y un cierre que se antoja perfectamente poético.
Allen vuelve al triángulo romántico que tantas alegrías nos dio en Match Point, para cerrar una especie de trilogía simbólica conformada junto a Delitos y faltas. En Golpe de suerte nos presenta a Fanny y Jean un acomodado y aparentemente perfecto matrimonio de la clase alta parisina que se codea con ricos empresarios y celebridades muy superficiales de la burguesía francesa que empieza a flaquear desde el momento en que Fanny se reencuentra con Alain, un antiguo compañero del instituto que despertará en ella un nuevo y romántico interés. De este modo Allen retoma el punto de partida de Match Point pero dándole una cálida vuelta de tuerca mucho menos retorcida y muy próxima a la comedia de enredos detectivescos que recuerdan no sólo a Delitos y faltas (por los evidentes temas maritales e infidelidades) sino también a alguna de sus mejores películas como la sensacional Misterioso asesinato en Manhattan.
Golpe de suerte irradia encanto por los cuatro costados, tiene un trío protagonista interpretado por la hipnótica Lou de Laâge (Fanny), un encantador Niels Schneider (Alain) y un sensacional Melvil Poupaud (Jean Fournier) y a la desternillante Valérie Lemercier en el papel de Aline, o lo que es lo mismo la suegra entrometida que casualmente pasaba por el sitio adecuado, en el momento exacto para enterarse de todo o más bien, de casi todo. En medio de esta soap opera el bueno de Allen afila su ingenio para la comedia negra y crea situaciones muy simpáticas con cierto halo de turbiedad que funcionan realmente bien dentro del particular espectro que cataloga su apabullante filmografía.
El film se comporta visualmente como una cálida postal parisina fruto del resultado del bellísimo trabajo de fotografía de Vittorio Storaro, mientras que narrativamente tiene elementos propios de la comedia romántica y del thriller, pero todo ello se acaba llevando sensacionalmente al terreno más propio del universo de Allen en donde la ironía reina por encima de todo. Hay elementos que recuerdan mucho y muy bien a lo mejor de Woody Allen, pero a su vez es también una peliculita realmente encantadora con un pozo negro que no llega a calar del todo en su mezquindad y que de alguna manera, al igual que ocurría con la premisa de Match Point, es el azar quién se encarga de cerrar la historia y dar sentido a la propia película. Un gran acierto que convierte a la película número 50 del director neoyorquino en una de sus mejores películas (sino la mejor) de la última década.
Golpe de suerte es una película de esas que se dejan ver francamente bien y que al finalizar te dejan con una maliciosa sonrisa dibujada en la cara por un buen rato. Un film que encantará a los fans del mejor cine de Woody Allen y que servirá para reconciliar a gran parte del público con su obra. Si esta es la última película, pues muy buena despedida señor Allen, muy buena.
Título original: Coup de Chance Director: Woody Allen Guión: Woody Allen Fotografía: Vittorio Storaro Reparto: Lou De Laâge, Niels Schneider, Melvil Poupaud, Elsa Zylberstein, Valerie Lemercier, Grégory Gadebois, Guillaume De Tonquedec, Jeanne Bournaud, Anne Loiret, Bárbara Goenaga Distribuidora: Wanda Visión Fecha de estreno: 29/09/2023