MODERN FAMILY
Ni una, ni dos, ni tres… Cinco premios son los que lleva ya Modern Family. Y que durante todo este tiempo ha perdido la frescura con la que se caracterizó al principio es algo innegable y, sin embargo, aún así sigue siendo una de las mejores series en emisión. El año pasado tenía el reto de igualar a Frasier como la serie más premiada de la historia de los premios, parecía complicado, pero aún así lo consiguió. Este año el resto es aún más complicado, y parece aún más difícil de lograr: convertirse en la serie más premiada de la historia, ¿lo logrará?
Lo cierto es que han sido más contras que pros durante esta temporada. Tres meses después de que la serie acabase, el único capítulo que puedo recordar como verdaderamente brillante es Connection Lost, que eso sí, bien merece todo tipo de elogios por su originalidad y acierto. Tampoco recuerdo excesivos momentos memorables, y lo que es peor, queda la sensación de que no están sabiendo evolucionar a sus personajes adolescentes. El caso más claro es el de Luke, que ha pasado de robar todas las escenas en la que aparecía a estar en medio sin saber muy bien qué hacer con él.
Pero ahí sigue, con un nivel realmente fantástico, es una serie para todos, una serie que ha redefinido la tradicional sitcom familiar clásica y la ha sabido adaptar a las exigencias del espectador actual. Aunque sus opciones parezcan débiles, no debemos olvidar que ya ha hecho historia en estos premios y que realmente es la rival a batir.
Texto escrito por Juanma de Miguel