SILICON VALLEY
El año pasado, Silicon Valley consiguió la proeza de obtener una plaza para la categoría de Mejor comedia gracias a las desventuras de Richard Hendricks y sus compañeros para sacar en adelante Pied Piper, una plataforma de música que permite subir y descargar una canción en cuestión de segundos con la más alta calidad de sonido posible y que en esta segunda temporada se han centrado en el video por streaming.
Una serie que empezó de manera dubitativa, ya que su humor es completamente diferente a la de otras series y que no es para todos los públicos, se ha dado una brutal vuelta de tuerca gracias a su segunda temporada, logrando superar las expectativas de su gran primera temporada llegándo a superarla gracias a la gran odisea que han tenido que pasar los chicos de Pied Piper. Lo mejor de su segunda temporada es su completo realismo hacia el sector empresarial enseñando las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades para conseguir el ansiado éxito de la plataforma a base de sudor y lágrimas tras las decisiones de Hendricks. Juicios de grandes cantidades de dinero, plagios entre empresas, idas y venidas de miembros del equipo, malas inversiones…. Cosas que recuerdan a La red social, cuando Mark Zuckerberg quería sacar Facebook adelante, o Piratas de Silicon Valley, cuando Steve Jobs cogió ‘prestada’ la idea del ratón para su Apple II y Bill Gates hizo lo propio con el sistema operativo para su Windows. Una realidad plasmada con un humor inteligente dejando a la primera temporada en calzoncillos. Si hace un año hablaban sobre el número de pajas a través de algoritmos, en la segunda es todavía más bestia con situaciones un tanto inocentes como borrar todo el contenido de una página porno y defecar en la mesa de los directivos para vender la plataforma a un precio más alto de lo correspondido.
A pesar de superarse a sí misma, Silicon Valley no se encuentra entre las favoritas para ganar el premio a Mejor comedia estando Louie, Modern Family y las alabadas Transparent (que en realidad es una dramedia tirando más por el drama) y Unbreakable Kimmy Schmidt. Aunque no sería raro que diese la campanada como ya hizo Brooklyn Nine-Nine en los Globos de oro de 2014.
Texto escrito por Jaime Meco