Steven Spielberg parece vivir una segunda juventud, similar a la que viven Clint Eastwood o Martin Scorsese. Embarcados los tres en innumerables proyectos están...
La nueva ola de cine taiwanés tiene tres nombres destacados: Tsai Ming-Liang, Hou Hsiao-Hsien y Edward Yang. Estos dos últimos, más preocupados por la...
Se me informa que debo escribir sobre mis diez películas favoritas y el pesar y el tedio me invaden. Llevo dos semanas pensando este puñetero texto sobre las pe...
House of Cards siempre vuelve, como agua de Mayo, tras el frío e inerte periodo invernal. Tras un duro año de ausencia, en el que se plantearon multitud de incó...
Hay un dicho en el mundo cinéfilo (admito desconocer al autor del mismo, aunque probablemente sea alguien importante), que dice que si no has visto dos veces un...
David O. Russell se ha convertido, por derecho propio, en el rey del cine mainstream con ínfulas, en el adalid de un cine insustancial que parece que dice mucho...
Con la sección oficial tan pocha que el pasado Festival de San Sebastián tuvo, la llegada de Truman supuso una especie de oasis en el desierto de la mediocridad...
“Excesivo”, “Irreverente”, ”desenfadado”. Estos son algunos de los adjetivos que se aplican a Álex de la Iglesia a la hora de definir su cine o sus películas. A...
“¿Me ha trolleado, señor Villaronga?” Me pregunté al salir del pase de El Rey de la Habana, que tuve ocasión de ver en el pasado Festival de San Sebastián, y qu...
El Festival de Sundance, catapulta de las producciones indies norteamericanas, suele entregarnos al año dos o tres películas buenas o notables, que curiosamente...
Con el cine he contraído una deuda de por vida. La he contraído con mis directores favoritos, Quentin Tarantino y David Lynch. La he contraído con el guión de Pulp Fiction y la banda sonora de 'Amelie', con la fotografía de 'Ordet' y la pasión que irradia 'La pasión de Juana de Arco', con el más sarcástico Sorrentino y con el más humano Billy Wilder. La he contraído con 'Magnolia', 'La Infancia de Iván' y 'Oldboy'. Y es una deuda que nunca podré pagar.