Superpoli en Las Vegas – Tiempos duros para la comedia | La Cabecita

Kevin James

Adam Sandler se ha ganado una reputación (en mi opinión merecida) dentro del mundo del cine que hace temblar a quien escucha pronunciar su nombre. No contento con el erial en el que está convirtiendo a la comedia americana, decidió fundar hace años una productora, Happy Madison Productions, para lanzar sus películas (y otras tantas). Entre los greatest hits de esta productora se encuentran cosas como Jack y su gemela, Deuce Bigalow: Gigoló europeo o Niños grandes.

En este envidiable ecosistema apareció hace 6 años Superpoli de centro comercial en la que Kevin James encarnaba a un guardia de seguridad torpe y bonachón que debía proteger el establecimiento de unos atracadores. La fórmula se repite en su secuela, Superpoli en Las Vegas, en la que aparecen todos los códigos de este subgénero del “slapstick contemporáneo” tan de moda desde hace años en EEUU.

Y digo contemporáneo porque poco tiene que ver con el slapstick más clásico, aquel género que popularizaron Los hermanos Marx o Stan Laurel y Oliver Hardy. El fino humor de éstos ha involucionado hasta la brocha gorda de nuestros días, sustituyendo la inteligencia por la estupidez y provocando una cantidad sorprendentemente escasa de risas. El público objetivo de este tipo de películas, no obstante, debe ser muy amplio (y poco exigente) para poder justificar la gran cantidad de ellas que aparecen a lo largo del año.

Kevin James

No obstante, Superpoli en Las Vegas, al igual que algunas de sus iguales sabe tomarse en broma a sí misma y, aunque realmente no es nada, podría ser menos que nada. No alcanza las cotas de ridículo que sí alcanzaron algunas de sus compañeras de productora como las mencionadas antes y, en general, salvo alguna escena, es una película que no se basa en el humor escatológico o los insultos para intentar hacer reír; es más un producto para toda la familia como le encanta decir a las distribuidoras que una película cercana a, por ejemplo, The Interview.

Kevin James es el dudoso maestro de ceremonias; un improbable segurata que tendrá que enfrentarse a los malos y proteger a su hija en el incomparable y manido marco de las Vegas. El (norte)americanismo de la cinta es evidente y a veces resulta hasta sorprendente que este tipo de cine tan deudor de un tiempo y un lugar geográfico concretos funcione en el exterior de forma bastante notable.

Al mando está un Andy Fickman, conocido, entre otras, por Ella es el chico. Cumple sin ningún tipo de alardes y en realmente dudo que se pueda reprochar o ensalzar algún apartado artístico de esta película (y de nuevo este tipo de cine) cuyas pretensiones no se mueven ni un milímetro más allá del afán recaudatorio. 

Kevin James

Es un cine con un objetivo muy concreto y que cumple con creces. Que esto no suene como una defensa sino como una resignación; una resignación a un tipo de cine que quizá no cabrea pero desde luego no aporta absolutamente nada a lo que, ante todo, es un arte, y lo peor de todo es que es un reflejo lamentablemente sincero de una sociedad a la que el arte (en el que por supuesto entra el humor) no le importa absolutamente nada.

1.5_estrellas

Ficha técnica:

Título original: Paul Blart: Mall Cop 2 Director: Andy Fickman Guión: Nick Bakay, Kevin James Música: Rupert Gregson-Williams Fotografía: Dean Semler Reparto: Kevin James, Neal McDonough, Daniella Alonso, Molly Shannon, David Henrie, Gary Valentine, Raini Rodriguez, Eduardo Verástegui, D.B. Woodside, Nicholas Turturro Distribuidora: Sony Fecha de estreno: 24/04/2015