Obsesión – Que guapa soy y que tipo tengo | La Cabecita

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Vivíamos en un mundo mejor desde el momento en el que Jennifer López decidió dar un paso atrás en su carrera cinematográfica. La intérprete, que nos deleitó con sus inigualables dotes para la actuación en obras maestras de la talla de Anaconda, decidió centrarse en su interesantísima carrera musical y sus relevantes duetos con artistas tan talentosos como Pitbull, al que además de acompañar en la música, le provocaba erecciones que daban la vuelta al mundo. He aquí el que fue realmente siempre el talento de la artista informalmente conocida como JLo, el llamado: calentamiento masculino. Quizá fue a raíz de aquella erección provocada al calvo ¿cantante?, cuando JLo se dio cuenta de que su talento para el calentamiento seguía vivo, porque seamos justos, calentar a Ben Affleck parece algo bastante probable, pero los ardientes deseos de Marc Anthony parecen algo más cuestionable, y es que es fácil imaginarse a la López intentando poner a tono a su marido, y recibiendo flores en lugar de sexo a cambio.

Perdónenme mis queridos lectores por estas prejuiciosas líneas, es difícil no imaginarse la escena anteriormente mentada escuchando las letras de las canciones del Sr. Anthony. Sea como fuere, la López estaba dispuesta a volver a calentar en la pantalla, pues digamos que eso de actuar no va demasiado con ella. Y como posiblemente los productores se olvidaron de que la López un día quiso ser actriz, no debían ser demasiados numerosos las ofertas de trabajo que le llegaban, así que, ni corta perezosa, decidió producirse su propia película, y como ella quería poner la directa a eso que ya hemos citado anteriormente (obviamente nos referimos al arte de calentar que tan bien viene con este frío invernal) decidió aparcar las comedias románticas, para apostar por un thriller erótico que le permitiese mostrar de manera mucho más lasciva lo jamona que esta señora aún está a sus 45 años. Olé por ella, pero, ¿era necesario hacer una película entera para esto? Supongo que habrá mucho público masculino que disfrute viendo Obsesión del mismo modo que lo haría Quagmire, pero a mi (y les permito que me llamen rarito) que esta señora nunca me ha dicho demasiado (cuestión de gustos, discúlpenme), la película no me vale ni siquiera por el (no) calentón.

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La susodicha película versa acerca de una buena madre de familia (o MILF tal y como dirían en la estupenda American Pie) que está atravesando una separación causada por una infidelidad de su marido. Para paliar las penas, un buen mozalbete con cuerpo de anuncio de Coca-Cola Light, y es que los que ya tengan cierta edad recordarán aquel mítico anuncio en el que unas trabajadoras dejan de lado sus quehaceres para observar a un trabajador mientras ingiere dicha bebida, anuncio que es inintencionadamente homenajeado en la película, únicamente para mostrar como a la López se le hace el chocho Pepsi-Cola (disculpen la mezcla de marcas) mientras observa a este Adonis arreglar su coche. Bueno, el tema es que ambos echan un huete, pero rápidamente la señorita López se arrepiente de ello, pero con lo que no contará es con que este muchacho todo lo que tiene de buenorro lo tiene de majara, y a partir de ese momento convertirá su vida en un verdadero infierno.

No hay nada realmente interesante que contar en Obsesión, es una película que ya hemos visto en multitud de ocasiones, no sólo en el cine, sino también en forma de telefilmes de tercera emitidos en cualquier sobremesa dominical. El problema no es tanto que conozcamos lo que cuenta, sino la ridícula forma de la que está contada, y es que su esperpéntico guión provoca la carcajada no pretendida de manera casi continua. Si hay algo loable en Obsesión esto se debe sin duda a la eficiente realización de Rob Cohen, que no en vano es el director de entretenimientos tan reivindicables como Pánico en el túnel o A todo gas. El buen quehacer de Cohen encuentra su máximo en el clímax final de la película, y pese a la convencional de éste, e incluso la censurable exoneración de la infidelidad que profesa la película, toda la secuencia está manejada con un impoluto sentido de la tensión, algo que ayuda a redondear una película que pese a su innumerable lista de peros, jamás deja de ser entretenida.

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Obsesión es una película para tres públicos muy específicos; el primero: post-adolescentes que en su día babeaban con la López y quieren sentír que el tiempo no ha pasado; el segundo: todo aquel que piensa que el buen cine es aquel que emiten después de las comilonas del domingo (que haberlos, haylos) y por último la propia Jennifer López y su indudable necesidad de proclamar a los cuatro vientos lo buenorra que ésta, insegura que estará ella, pero hija, no hacía falta que para eso hicieras este vehículo de alma puramente onanista.

1.5_estrellas

Ficha técnica:

Título original: The Boy Next Door Director: Rob Cohen Guión: Barbara Curry Música: Randy Edelman Fotografía: David McFarland Reparto: Jennifer Lopez, Ryan Guzman, Kristin Chenoweth, Ian Nelson, Travis Schuldt,Bailey Chase, Lexi Atkins Distribuidora: Universal Pictures Fecha de estreno: 19/03/2015