Los tops, esos inventos diabólicos que nos hacen disfrutar tanto como nos dan jaquecas a la hora de hacerlos (al menos en el caso de un servidor). Admitámoslo, a muchos nos encanta cuando alguien nos pregunta por nuestras 20 canciones favoritas, por los 5 libros que más te han gustado o por tus 10 películas preferidas. Pero en el momento en que nos ponemos a pensar en hacer esa particular lista, prácticamente nos arrepentimos de haber aceptado la invitación a hacer el top, básicamente porque nunca salen 10, 20 o 50 si fuese el caso, siempre tendemos a pensar en más películas de las que nos piden, y nos da rabia dejar alguna fuera. Pero ya que me toca hacer mi top 10 cinematográfico, me he estrujado un poco el cerebro para sacar las 10 que, a fecha de hoy, son mis películas preferidas. Porque todos sabemos perfectamente que los tops nunca son cerrados, podrían variar prácticamente a diario. Si me preguntasen hace cinco años por mis diez películas favoritas, estoy seguro de que saldría una lista completamente diferente a la que hoy expongo. Lo mismo pasaría, probablemente, si me hiciesen la misma pregunta dentro de cinco años. Así pues, sin más dilación, os hablo brevemente de mis diez películas favoritas en este preciso instante.
En primer lugar, creo que a día de hoy no hay película que me guste más que El espíritu de la colmena, de Víctor Erice. Éste es un caso de lo más extraño, pues siempre me encantó la obra maestra de Erice, pero mi obsesión con ella viene de hace poco más de un año. En un breve periodo de tiempo la he visto en repetidas ocasiones, gustándome cada vez más y más, hasta considerarla hoy por hoy la película que más me gusta de todas las que he visto. Su poesía, sus imágenes, su forma de tratar temas tan complejos como los que propone Erice… Y esa Ana Torrent que me provoca una ternura inusual cada vez que veo la película. Es complicado describir con palabras lo que siento cada vez que veo El espíritu de la colmena, pero es algo mágico, extraordinario.
El apartamento ha sido mi film preferido durante muchos años, prácticamente desde la primera vez que la vi con unos 18 años. Es una relación más que especial la que mantengo con la obra maestra de Billy Wilder desde hace años, es una película que jamás me cansaría de ver, que me hace reír y me emociona como ninguna. Esos Jack Lemmon y Shirley MacLaine que me roban el corazón una y otra vez. Ese guión, redondo, firmado por uno de los mayores genios cinematográficos como es el señor Wilder. Esa perfección en todos y cada uno de los minutos que componen esta obra de arte. ¿Qué puedo decir sobre El apartamento que no se haya dicho ya?
Otro film innegociable dentro de mi particular lista es Terciopelo Azul, de David Lynch. Una película perturbadora, nada convencional dentro del neo noir, con la mejor dirección del maestro Lynch. Ese Dennis Hopper capaz de ponerme los pelos de punta con su Frank Booth es una de las razones principales por las que adoro Terciopelo Azul. Otra sería su atmósfera, 100% Lynch, que me atrapa y me inquieta. Una obra maestra indescriptible que sólo puede disfrutarse con repetidos visionados, a cada cual mejor.
En cuarto lugar, tendríamos una película del género cinematográfico por excelencia: el western. Como amante incondicional del género, estaba bastante claro que una película de dicho género tenía que tener su lugar en mi top 10. No es otra que la magistral Hasta que llegó su hora, del maestro Sergio Leone. La épica del mejor cine del oeste, con su ambientación de spaghetti western, esa banda sonora de Ennio Morricone, Claudia Cardinale, Henry Fonda… En fin, se me eriza el vello cada vez que recuerdo cada secuencia de la que, para mí, es la mejor película del oeste de todos los tiempos. Totalmente imprescindible en mi top.
David Lynch es uno de los dos directores que cuentan con dos obras dentro de este top. Mulholland Drive también merece, al igual que Terciopelo Azul, una mención dentro de esta lista. La onírica y misteriosa historia protagonizada por Naomi Watts es una de esas películas que recuerdo haber tenido que ver varias veces en su día (tendría unos 16 o 17 años la primera vez) para lograr comprenderla. Lo mejor, que en cada revisión descubres algo nuevo, algo que había pasado desapercibido las veces anteriores, que no han sido pocas. Que un film te provoque algo así, que una película sea nueva cada vez que la pones, me parece algo maravilloso.
Otra película que siempre ha aparecido en mis top 10, y que seguramente siempre aparecerán, es mi obra de terror preferida: Psicosis. El cenit de la carrera de Alfred Hitchcock es una película que me apasiona como muy pocas lo hacen. Esa maestría del mago del suspense de construir una historia en la que la protagonista muere en la mitad de la película, con ese espeluznante Anthony Perkins haciendo del legendario Norman Bates, ese blanco y negro que hiela la sangre… Si, creo que definitivamente Psicosis se quedará siempre en mi top 10 de películas favoritas.
Stanley Kubrick tenía que tener su hueco también en mi top personal, ya que lo considero uno de los genios más brillantes de la historia del celuloide, y varias de sus películas bien podrían formar el top de casi cualquier cinéfilo. Entre todas ellas, hay una más que especial para mí, y es 2001: Una odisea del espacio. Siempre me ha encantado la singular obra de ciencia ficción de Kubrick, pero fue hace poco más de un año, cuando la vi en pantalla grande, cuando comprendí por fin la magnitud de semejante monumento cinematográfico. Ver 2001 en una pantalla de cine sigue siendo, a día de hoy, la mejor experiencia que he vivido en una sala.
El otro director que hace doblete en esta lista no es otro que el maestro Billy Wilder. El crepúsculo de los dioses es otra película que, por méritos propios, siempre ha estado en mi lista de películas preferidas. Ese híbrido entre el drama y el cine negro, con el ocaso de las estrellas de cine como telón de fondo, siempre me ha parecido una auténtica proeza. Norma Desmond, brillantemente interpretada por Gloria Swanson, es quizá uno de mis personajes preferidos de la historia, un auténtico icono. El apartamento siempre será mi película preferida de Wilder por motivos más bien personales, pero objetivamente hablando desde un punto de vista cinematográfico, El crepúsculo de los dioses puede que sea su obra más redonda.
Otro film que ha ido ganando peso constantemente con el paso de los años para mí es Persona, del genio Ingmar Bergman. Siempre he sido más de otras películas del sueco como Fresas salvajes o El séptimo sello, pero Persona es la que más ha ido ganando dentro de mi cabeza y con cada revisión. La brutal historia de dos mujeres a las que encarnan Liv Ullmann y Bibi Andersson es tan vasta que no vale ni un visionado ni dos para lograr empaparse de todo lo que Bergman quiere transmitir con su obra cumbre, su película más transgresora y compleja.
Para cerrar el top, tenía que entrar otro gran cineasta europeo con una carrera sobresaliente aunque, por desgracia, bastante corta. Hablo, como no, de Andrei Tarkovsky, y de Stalker, su película más completa y conseguida. El cine del director ruso tampoco es de un solo visionado, de hecho pienso que hay que ver cada película de Tarkovsky mínimo dos o tres veces para poder comprender lo que quiere transmitir. Al igual que en el cine de Lynch, con las películas de Tarkovsky ocurre que cada visionado aporta algo, por poco que sea, que ayuda a entender parte de lo que el ruso quería transmitir en cada obra. Stalker, obra cumbre de su impresionante carrera, tiene la maestría propia de Tarkovsky expresada en su máximo nivel, gracias al uso de la ciencia ficción en un mundo post apocalíptico. Obra maestra incontestable.