Basada en un relato corto de Agatha Christie, el misterioso asesinato de una señora viuda es el desencadenante de un proceso judicial llevado magistralmente al cine de mano de Dios, sí, nuestro Dios, Don Billy Wilder. Seguramente ya más de uno sabrá de qué película estoy hablando, probablemente ya se habrán dicho demasiadas cosas sobre ella, pero no me cansaré de admirar y repetir lo maravillosa que es esta obra aún con sus fallos, que los tendrá, pero es tan maravilloso lo que siento viendo esta película… veo puro cine en cada fotograma de esta película.
Las interpretaciones son punto y aparte, ni un pero a ninguno del reparto, Charles Laughton dando una clase magistral de interpretación tanto drámatica como en ciertos momentos cómica cuando comparte plano con Elsa Lanchester, su esposa en la película y en la vida real, Tyrone Power magnífico y reivindicar la interpretación de Marlene Dietrich que demuestra que era mucho más que una imagen y un icono, de diez la alemana. Hay diversas opiniones respecto al gran secreto y final de dicha película, unos lo aman(entre los que yo me encuentro) y otros lo ven tramposo y precipitado, para mí es la esencia y el punto personal de dicha película que por supuesto es Testigo de cargo. Un clásico del drama judicial, se unen muchos puntos para amar esta película estrenada en 1957, bajo la dirección de Billy Wilder que ya nos había regalado una de sus obras imprescindibles e inolvidables El crepúsculo de los dioses, se ponía al mando de esta película.
Fijaos si Billy Wilder le tenía tanto cariño al final que no les reveló los últimos 10 folios a los protagonistas hasta el final del rodaje, cuando vi esta película, estaba en una etapa en la que solo veía cine clásico y me había dado fuerte por Marlene Dietrich y llegué a esta joya, ese día la vi 3 veces en bucle sin exagerar, las 3 veces me fascinaron. Qué decir de Billy Wilder, pues que a sus pies querido amo y esta no es la única película suya que hay en mi Top10 de películas favoritas.
Si os menciono: dos amigos músicos, un asesinato, gángsters, rubia cantante, persecuciones, disfraces… Tal vez os suene algo, pero si os digo: Jack Lemmon y Tony Curtis junto a Marilyn Monroe, os haréis una idea… Para contar la historia de dos amigos músicos en horas bajas que presencian por error un asesinato y para huir de los asesinos se hacen pasar por mujeres y se unen a una orquesta femenina, Billy, dos años después de Testigo de cargo contó con Tony Curtis, el divertido Jack Lemmon y con otra rubia muy de moda en aquella época y tal vez la más mítica de la historia del cine, Marilyn Monroe en Con faldas y a lo loco, la que para mí es su última gran película ya que saldría en dos películas más antes de su muerte. El rodaje fue caótico, Marilyn que está estupenda en todos los sentidos, se las hizo pasar un poco canutas a sus compañeros debido a su inestable personalidad, su imputualidad y sus olvidos de guión traían por la calle de la amargura al director, pero reconocería años después que tras ver el resultado, volvería a contratar a Marilyn Monroe 10 veces más y como para no hacerlo, una comedia con mayúsculas, con un guión lleno de chispa, unas interpretaciones maravillosas, escenas inolvidables y con un final inolvidable, de los más míticos. Vi muy de pequeña esta película gracias a mi hermano y se me quedó grabada en la retina, años después volví a verla y volvió a encantarme aún más si cabe y siempre la recomiendo debido a su estilo atemporal y que ha envejecido de manera envidiable. Billy Wilder volvería a recurrir a Jack Lemmon en varias películas posteriores, esta es mi película favorita del director austríaco y que repetía con Marilyn tras otra mítica peli que hizo con ella, La tentación vive arriba como olvidar esa famosa escena de Marilyn encima de las rejas de ventilación mientras el aire levanta su vestido, pues Billy Dios Wilder fue artífice de ello.
Volviendo a la película que nos ocupa, considero que Marilyn no ha estado nunca más maravillosa ni más deslumbrante y que a pesar de llevarse fatal con Tony Curtis, nos regalan una historia de amor preciosa y precipitada, en estos casos se demuestra lo buen actor o actriz que puedes llegar a ser cuando derrochas una química envidiable con alguien con quien te llevas a matar.
Clint Eastwood, cuando digo este nombre, a todos se nos viene la imagen de ese tipo duro, valiente, caballero americano, el estereotipo del hombre rudo, eso es lo que pensaban también todos antes de que nos regalara al mundo la prueba de que él también llora, puede ser sensible y sufrir por amor. La mujer elegida para desarmar a este caballero fue Meryl Streep, encargada de interpretar a la típica ama de casa pueblerina aburrida de su vida, de su matrimonio y con dos hijos de los que se ha encargado toda su vida de criar y educar, es durante un fin de semana sin su familia cuando conoce a un fotógrafo aventurero y ve en él esa vida que ella no tuvo y que añora, todo esto con unos puentes de por medio, sí, les hablo de Los puentes de Madison, estrenada en 1995. Lo mágico de esta película es que muchas personas pueden identificarse en ella, tanto los que han vivido un amor parecido como los que no, no hay nada espectacular en sus protagonistas, ni en la historia, todo en esta película es sencillo y natural, no hay estrellas de cine por ninguna parte, hay dos personas corrientes viviendo un amor tan corto como intenso. Aunque es recomendable ver todas las películas en versión original, hago hincapié en esta debido a que Meryl hace un trabajo increíble para conseguir un perfecto acento italiano que el doblaje se carga de una manera que me fastidia demasiado… También la música es otra protagonista más de este amor, ¡qué maravilla!
Esta película hizo que Clint Eastwood cambiase de registro, el libro llegó a sus manos, la pulió, la dirigió y la interpretó y de su mano, Meryl realizó una de sus mejores y más conocidas interpretaciones volviendo a colocarla en la cima, La Academia volvería a acordarse de ella tras 5 años(la duración más larga que ha estado Meryl sin ser nominada en los Oscars) y seguiría siendo nominada por los siglos de los siglos. Los puentes de Madison no hay que mirarla, hay que sentirla. Le doy las gracias a Clint Eastwood por regalarnos su cara más romántica… y por existir. 10 años antes de Los puentes de Madison, Meryl viajó a África para vivir un idilio con Robert Redford entre safaris, animales exóticos, guerras europeas y tribus. Memorias de un continente mágico, de otro mundo diferente, de un paraíso atípico, Memorias de África. No tengo palabras para describir lo que siento viendo esta película, contiene mi BSO favorita, mis raíces, una historia que me atrapa y a mi actriz actual favorita y su mejor película, en mi opinión.
Una baronesa tras casarse por conveniencia, viaja a África, más concretamente a Kenia, para dirigir una plantación de café, es allí donde se enamora de un aventurero y se embriaga de su carácter independiente y liberal. Se enamora de un hombre que no pertenece a su clase ni a su entorno y es una de las razones que les hace chocar en ciertas situaciones, debe ser verdad eso de que los polos opuestos se atraen, la película es larga, pero a mí se me hace bastante corta siempre que la veo.
Esta película te acerca más a otra cultura, otra civilización y hace que te replantees un viaje a África, junto con su bella fotografía aunque a mí eso de hacer safaris como que no me llama demasiado, pero en parte en momentos deseo hacerlo.
Vuelvo a hablar de Billy Wilder, esta vez no como director sino como guionista, sus comienzos como guionista fueron bastante buenos, junto a otro colega escribieron la historia de una rusa comunista que viaja a París para estudiar y analizar el sistema capitalista y vigilar a sus anteriores compatriotas que fueron mandados anteriormente con la misma misión, pero que no regresaron a Rusia. Para esta obra, Ersnt Lubitsch fue el elegido para dirigirla, para interpretar los papeles protagonistas el galán Melvyn Douglas y la inaccesible Greta Garbo para interpretar a la fría comunista en su primera comedia hasta entonces en su carrera. En 1939, el mundo conocía Ninotchka una comedia crítica de los sistemas totalitarios, ridiculizando las ideologías de manera sarcástica e inteligente aunque se ceban de manera evidente con el comunismo. Greta Garbo interpreta a dos personajes en uno, la Ninotchka antes de conocer el sistema capitalista y la Ninotchka posterior a dicho conocimiento, mi papel preferido suyo. Existe un claro mensaje de «El comunismo deshumaniza, la sociedad de consumo es la solución´´, una película que gustó a todos excepto a Stalin que la prohibió en Rusia, entiendo que no le gustase, es una película hecha para inteligentes y gente con sentido común.
Siempre diré que si queremos ver una verdadera comedia y bien hecha, el cine clásico es un claro ejemplo de este género en toda su esencia, esa rusa tan seria y quisquillosa que causa gracia, ese millonario que la corteja de una manera cuanto menos peculiar, todo cambia cuando este consigue que Ninotchka esboce una carcajada por primera vez en la película y puede que en toda su vida. A partir de ahí todo es más llevadero, pero no todo será tan fácil, ¿una comunista y un millonario? De amores imposibles está el mundo lleno y hay que luchar por ello, hoy en día hay miles y miles de películas de esta temática, pero la raíz de todo eso viene de esta época y de películas como esta.
Si hace 2 años me hubiesen dicho que en una lista de mis películas favoritas habría incluído alguna de Katharine Hepburn me habría dado la risa, lo cierto que hasta hace ese tiempo más o menos odiaba a Katharine Hepburn por una cuestión absurda y la odiaba bastante. Un día, en esa etapa en que solo consumía cine clásico, decidí darle la oportunidad a Katharine y curiosamente fue con esta película con la que comencé, no tardé mucho en hacerme fan suya, tal vez porque elegí bien o no sé, pero ya nada volvió a ser lo mismo, Historias de Filadelfia se estrenó un año después de Ninotchka.
Katharine había interpretado este papel en el teatro y tenía los derechos de la obra, los vendió a la Metro con la condición de ser ella la protagonista en la versión cinematográfica y es que no nos podemos imaginar a una Tracy Lord mejor. Este puede ser el personaje que más se ha a acercado a Katharine Hepburn como persona, independiente, segura de sí misma, arrogante y orgullosa que ha vivido siempre endiosada y durante la película sus personajes tratan de hacerla ver que es una humana más, ni mejor ni peor. Lo que me gusta es que se pinta como malo al que no la endiosa, al que la trata como una mujer más, pero sin duda es ese el que verdaderamente la ama y quien no se deja amedrentar por la prepotencia de la pelirroja al que todo el mundo trata como un ser superior, creencia que ella misma ha interiorizado, que utiliza como caparazón, pero detrás de eso es un ser corriente con sus virtudes y sus defectos. Quien verdaderamente te quiere te dirá lo bueno y lo malo y eso se traduce con una frase de Tracy: «No quiero ser venerada, quiero ser amada´´ en uno de sus momentos de bajón existencial, de reflexión personal. Katharine Hepburn no está sola en esta aventura, es acompañada por Cary Grant y James Stewart, nada podría ser malo en una película que reunía a los 3 mejores actores que ha dado nunca el cine y la vida. Siempre recordaré esta película como la que me hizo conocer a 3 actores maravillosos de golpe y ¡qué gozada!
Volvemos a los 80’s aunque la historia está ambientada en la clase alta francesa del S. XVIII, es una de las películas que se defienden sola, solo tienes que verla para admirar su grandeza, todo es perfecto en esta película, desde su comienzo hasta su inolvidable final. Reflejo del estilo de vida de la alta sociedad francesa donde los escrúpulos brillaban por su ausencia y tal vez por la falta de programas de cotilleos preferían hacerse perrerías entre ellos, Las amistades peligrosases un fiel reflejo de que cuando se tiene poder de cualquier tipo o eres influyente, es más fácil recaer en la avaricia y el egoísmo. Por una parte tenemos a la frívola Marquesa de Merteuil a la que no le tiembla el pulso si tiene que poner en riesgo la condición física y psíquica de sus víctimas, su cómplice es el Vizconde de Valmont que utiliza sus dotes de seductor para utilizar a las mujeres a su antojo… hasta que se enamora y ay, amigo, no te pones en el lugar de la otra persona hasta que te sucede lo mismo. Si miramos un poco la política actual, hay mucho reflejado en esta película, de cara al público son bondadosos y solidarios, pero no es nada más que una fachada que utilizan a su antojo para manipular a todos los que están a su alrededor. Lo negativo de esta película es que acabo simpatizando con «los malos» y quieres más y más, te acaba fascinando la inteligencia de ambos, parte del contacto entre ellos es por carta, para su desgracia no existía whatsapp, sus planes maquiavélicos se habrían desarrollado con más rapidez aunque perderían gran parte de su encanto. Glenn Close, una mis actrices favoritas y la actriz a la que más tiempo he admirado, realiza una de las interpretaciones femeninas más impactantes que mis ojos han podido ver, todos en el reparto están maravillosos, John Malkovich, Michelle Pffeifer, Uma Thurman… etc.
No se podría entender la historia del cine sin la figura de Charlie Chaplin y aunque nos ha regalado obras maestras e inolvidables me quedo con una que se estrenó en 1921, El chico, donde Charlot, el vagabundo más famoso del cine, se encuentra con un bebé abandonado y contra todo pronóstico decide hacerse cargo suyo y criarlo en la mendicidad. Entrañable película, un padre muy particular que a pesar de quel niño no es biológico, lo cuida y lo trata como si lo fuera, lucha contra todo y contra todos por él. Tan divertida como a veces triste, película indispensable en la filmografía de este cineasta, te allega al corazón tanto la historia como la película y fantástico el niño que siendo tan pequeño demuestra mucho desparpajo y picardía en su interpretación. El buen y gran cine nunca muere y pasarán los años y las películas, pero Charlie Chaplin seguirá en la mente de todos y esta hermosa pieza que al que no la haya visto todavía, por favor, dedicadle vuestro tiempo, no os arrepentiréis a no ser que no os guste el cine mudo que aun así os la recomiendo igualmente.
Dando un salto en el tiempo, nos vamos hasta 2006, a un Instituto llega la nueva profesora de arte, una joven casada y con dos hijos, aparentemente sus compañeros suspiran por ella y también sus alumnos, alguno que otro tiene como objetivo seducirla… y lo consigue. Este amor prohibido se quedaría en un simple accidente si no fuera porque otra profesora que se obsesiona de manera enfermiza con ella, lo descubre y la chantajea y porque encima la querida profesora se queda colgada del niño que no es tan niño y que sabe más de lo que parece, me refiero a Diario de un escándalo. Si hay una víctima de todo esto aunque no lo parezca considero que es la pobre profesora, primero del niño y después de la otra profesora que está enamorada de ella y le ofrece su falsa amistad. Me encanta la temática, lo de los amores prohibidos es algo que despierta mucho mi curiosidad y también en el sentido de forjar tu propia visión de la historia y sacar conclusiones, la vi cuando era pequeña, bueno, 11 o 12 años y me llamó tanto la atención la historia que no paré de pensar en ella, he leído muchos puntos de vistas respecto a quién tiene más culpa del triángulo amoroso. Nada sería igual si no fuera porque está por ahí la dama de la actuación Doña Judi Dench haciendo de la profesora conspiradora y Cate Blanchett de la profesora novata que cae en una trampa de una manera torpe, pero de la que te compadeces rápidamente cuando descubres las verdaderas razones que conllevaron esto y aunque Cate Blanchett comentó que no comprendía nada a su personaje, es complicado, pero no imposible hacerlo.
Esa típica película que pegaría mucho poner en clase de ética y filosofía y debatir sobre la moral de los protagonistas, una película psicológica de esas que te hacen pensar y que a mí personalmente me encantan.
Llegamos a mi película favorita, la cima del buen cine, de la buena comedia, del humor inteligente, de los enredos… Diga lo que diga todo se quedaría corto para mí al hablar de La fiera de mi niña, la película más perfecta que he visto nunca. Howard Hawks no fue consciente en 1938 que tenía con él la oportunidad de hacer historia y para acompañarle contó con Cary Grant y con Katharine Hepburn, esta última no había hecho una comedia propiamente dicha hasta entonces y cualquiera lo diría porque demuestra una soltura y un don cómico envidiable y esta sería la primera de muchas e inolvidables comedias que realizaría a lo largo de su extensa carrera. No es hasta la aparición del personaje de Katharine cuando comienza lo verdaderamente divertido, la mejor de las 4 colaboraciones que realizaría con Cary Grant, dos grandes, aunque Tracy Lord de Historias de Filadelfia tiene todos los ingredientes para ser mi personaje femenino favorito, es Susan Vance de esta película, la que se lleva ese honor, su personaje es un caos, pero todo lo hace por amor y aunque pensándolo en frío no me gustaría que alguien como ella se enamorase de mí y me causara los problemas que al protagonista, durante el tiempo que dura la película no me importaría porque te lo pasas genial con ella, no te aburrirías seguro y si encima hay un leopardo de por medio, la emoción está asegurada.
Ha sobrevivido bastante bien al paso de los años y aunque la vea mil veces, todas esas veces me río con las mismas escenas y me gusta cada vez más, cuando la vi, lo flipé. Me pasé bastantes día tarareando la canción que canturrean los dos protagonistas ya que supuestamente al leopardo le encanta, ni un pero desde luego, sin lugar a dudas mi película favorita y que recomiendo a todo el mundo ver alguna vez en la vida tanto esta como cualquiera de las anteriores.
Top10:
1-La fiera de mi niña (Howard Hawks, 1938)
2-Con faldas y a lo loco (Billy Wilder, 1959)
3-Ninotchka (Ernst Lubistch, 1939)
4-Historias de Filadelfia (George Cukor, 1940)
5-Testigo de cargo (Billy Wilder, 1957)
6-Memorias de África (Sidney Pollack, 1985)
7-El chico (Charles Chaplin, 1921)
8-Las amistades peligrosas (Stephen Frears, 1998)
9-Los puentes de Madison (Clint Eastwood, 1994)
10-Diario de un escándalo (Richard Eyre, 2006)