Analizando los Emmy: Mejor serie dramática | La Cabecita - Part 3

DOWNTON ABBEY

Downton Abbey

A las puertas de su gran final, la quinta temporada de Downton Abbey ha vuelto a poner al drama de Julian Fellowes en el disparadero. Contenida, ruda, sobria y a veces hasta picarona, no sólo con la incorporación de nuevos personajes que han dado mucho juego (Simon Bricker, Spratt, el príncipe Kuragin…) sino también con el desarrollo de otros que ya conocíamos, los últimos capítulos han servido como llave de apertura para muchas puertas que seguramente se cerrarán a finales de año. El adiós a la familia Crawley promete ser devastador, como imagino que lo son todas las despedidas. Echábamos de menos una “soap opera” tan bien edulcorada que casi no notamos la caspa. Una historia en donde la perfecta superficialidad de su drama se sobrepone una y otra vez para brindarnos escenas mágicas entre unos personajes tan entrañables como inolvidables. La pareja que forma Carson y Huges es sin duda uno de los logros de la televisión moderna. Las cualidades de Downton Abbey son muchas y podríamos pasarnos una noche entera debatiéndolas sin llegar a poder abarcar la magnificencia de lo que Fellowes ha logrado  crear. Y que promete (esperemos) generar un futuro legado. Downton Abbey seguirá siendo culebrón, sí, pero de nivel.

Texto escrito por Laura Blanco

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