Kick-Ass 2: Con un par – Secuela excesiva que falla en casi todo aquello que hizo grande a su predecesora | La Cabecita

Gracias a nuestros compañeros de SensaCineLa Cabecita pudo asistir el pasado 29 de agosto al preestreno en Madrid de una de las secuelas más esperadas del año: Kick-Ass 2: Con un par.¡Muchas gracias compañeros!

El tratamiento de la violencia en el cine siempre ha sido un tema muy complicado. La manera en que ésta era retratada en la gran pantalla siempre se ha visto sometida al minucioso estudio de gran parte de la crítica especializada. La violencia no tiene por qué desaparecer del séptimo arte, existen diversas maneras de representarla y en muchos casos se hace de forma muy inteligente, sin exceder los límites que la moral colectiva ha impuesto a este tipo de cine, y ofreciendo un gran espectáculo (visual). En los últimos años estos debates sobre dónde está el límite y cuán de explícito se puede ser en la pantalla han incrementado como consecuencia de algunos autores y películas. Cuando en 2010 Kick-Ass vio la luz, el mundo del cine se escandalizó. La mayoría quedó impresionada por una cinta que además de medir sus puntos fuertes, sabía cómo dejarte con la boca abierta en cualquier momento, y aunque era imposible no recibir críticas negativas sobre esos momentos violentísimos (ahí queda la de Roger Ebert, que la calificó como algo «moralmente censurable»), lo cierto es que la película dejó satisfechos a la gran mayoría de los espectadores. Se nos presentaron unos personajes peculiares, que llamaban a la empatía por su cotidianidad y que tenían mucho gancho (con Hit-Girl a la cabeza), y nos vimos sorprendidos por un espectáculo sin igual. La cinta se convirtió en un gran éxito, obteniendo unos beneficios de casi 70 millones de dólares y habiendo dejado tras de sí una gran multitud de fans. Esa taquilla y su sucesivo reconocimiento mundial hicieron inevitable una secuela. Y desafortunadamente esta entrega falla en (casi) todo aquello en lo que acertó su predecesora, la cual arriesgó y ganó. En este caso nos encontramos ante un film excesivo, sin gracia, que podría haber sido mucho más grande pero que ha preferido tomar el camino más fácil. Kick-Ass 2: Con un par sigue teniendo buenos momentos de comedia gamberra, pero se le va demasiado la mano. 
 

Para la primera película se eligió como director a Matthew Vaughn, alguien que a pesar de su corta experiencia en el mundo del cine, ya había destacado por aquel entonces con trabajos como Layer Cake (Crimen organizado) (2004) o Stardust (2007), y el resultado fue muy positivo para el director, que justo después de Kick-Ass estrenó su mayor éxito hasta la fecha, X-Men: Primera generación. Para esta secuela se apostó por Jeff Wadlow, artífice de obras como Cry Wolf (2005) o Rompiendo las reglas (2008), y aunque no es Vaughn podemos afirmar que este es si no el mejor, uno de sus mejores trabajos. Aunque ni dirección ni actores son lo importante en Kick-Ass 2, y tampoco lo que falla en la misma. El problema de esta cinta está en su historia, ridícula por momentos y muy mal trazada.

Después de que la loca valentía de Kick-Ass (Aaron Taylor-Johnson) inspirara a toda una oleada de nuevos defensores del bien dirigidos por el implacable coronel Barras y Estrellas (Jim Carrey), nuestro héroe decide unirse a ellos. Pero cuando Bruma Roja (Christopher Mintz-Plasse), que regresa con el nombre de El Hijop**a, decide deshacerse de esta panda de superhéroes aficionados, solo Hit-Girl (Chloë Grace Moretz) podrá impedir que los aniquile… 

Cuando Kick-Ass llegó a nuestras salas hace tres años, el público se vio abrumado por Hit-Girl, una superheroina muy bestia que encarnó a la perfección una joven y prometedora Chloë Grace Moretz. Cada vez que Hit-Girl intervenía, ya fuese para decir una frase o para participar en una pelea, hacía las delicias de los espectadores. Y es que ver a una niña de 13 años soltar hostias y tacos de esa manera no era algo a lo que estuviéramos acostumbrados. El problema es que Hit-Girl ha crecido, y aunque su habilidad física siga transmitiéndonos respeto y muchas de sus líneas nos lleven al asombro, la novedad se ha perdido y no se ha renovado demasiado bien, el encanto fruto de su juventud, que tan bien contrastaba con su brutalidad, ya no resulta tan impresionante. Aún así Hit-Girl desatada sigue siendo lo mejor de estas películas. El problema es que Kick-Ass 2 se desvía por caminos que la convienen muy poco. En vez de indagar de manera más inteligente en lo difícil que es encontrarte a ti mismo en la adolescencia (con despertar sexual incluido), la cinta prefiere seguir la línea de las comedias teens habituales, dejando algunas escenas que rozan el patetismo y resolviéndolo todo con un momento escatológico muy desacertado… Si hubiera que salvar algo de esta parte sería la prueba que hace Hit-Girl para ser animadora, pero poco más. La película también podría haber dado más relevancia a la disyuntiva entre el bien y el mal y la fina línea que los separa, pero en lugar de eso se preocupa más por su excesiva violencia y el impacto visual que pueda causar.

Pero más allá de todo eso, que al fin y al cabo pueden considerarse detalles muy mal definidos, la película tiene como mayor defecto el excederse de manera tan gratuita en distintos momentos. Hay escenas realmente desagradables para las que no existe justificación alguna (cuando la mujer del equipo de El Hijoputa -¿en serio?- mata casi a una docena de policías de la manera más bestia posible). La primera película supo tratar este asunto tan peliagudo con mucha más maña, y nunca dio la sensación de que la violencia ocurría porque sí. A pesar de todo Kick-Ass 2 sigue teniendo grandes momentos de acción, con peleas muy bien coreografiadas que (ahora sí) consiguen sorprender por su ferocidad pero sin llegar a convertirse en un capricho. El climax final está bastante logrado, pero es una lástima que para entonces muchos ya tengan la sensación de estar viendo una película totalmente innecesaria y a la que le falta originalidad. Destaca algún momento cómico muy acertado (esa camiseta con la frase «I hate reboots») y la fantástica banda sonora.

 

Kick-Ass 2: Con un par es una película muy para fans, y seguramente éstos se sientan satisfechos con todo lo que se ve aquí. El resto quizá consiga disfrutar con ella durante buena parte del metraje, pero la decepción rondará por la mente de muchos espectadores.

Lo mejor: Algunas escenas de acción siguen siendo muy espectaculares.
Lo peor: Pierde en humor e inteligencia con respecto a su predecesora. 

Nota: 5/10

Además, para celebrar el estreno de esta película SensaCine organizó un espectacular evento. La condición para poder ver la película era ir disfrazado, y hubo quien no se limitó a colocarse el simple antifaz. Pudimos ver verdaderas obras maestras caseras, gente disfrazada de Kick-Ass o Hit-Girl pero también de soviéticos medio aliens, superhéroes con perchas como arco y hasta algún guerrero escocés (con falda incluida). Tras la proyección de la película nuestros compañeros nos invitaron a una copa en uno de los bares de las inmediaciones de Kinépolis y allí fueron elegidos los 20 mejores disfraces, que recibieron regalos exclusivos de la película. Como siempre, damos las gracias a SensaCine por invitarnos a veladas de este tipo, en las que además de conocer a grandes amantes del cine pasamos un rato muy agradable. ¡Gracias!