Promoción Fantasma – El club de los cinco fantasmillas | La Cabecita

Hace ya tres años que aterrizó en nuestro cine Javier Ruiz Caldera con Spanish Movie, película que todos recordemos más por los anuncios protagonizados por Chiquito de la Calzada y por el ya fallecido Leslie Nielsen que por lo que era la película en sí. Spanish Movie no era una buena película, pero tampoco era un espectáculo lamentable, es más, era mucho mejor que la gran mayoría de películas spoofs americanas en las que se basaba y desde luego era un producto inusual en nuestro cine al que no se le podía negar que resultaba bastante fresco. Caldera ha crecido con el cine americano de los ochenta y noventa y no lo oculta, sus referentes se encuentran en gente como Ivan Reitman, los ZAZ o John Hughes, ése es el cine con el que al igual que Caldera muchos crecimos, y ése es al cine que el realizador catalán busca parecerse. Promoción Fantasma quiere ser americana, por eso adopta todas las tradiciones, no sólo del cine americano, sino también de su cultura, no es de extrañar que uno de los chavales vista la chaqueta del equipo del instituto (ni que sea el fiel reflejo de Emilio Estevez en El Club de los Cinco, quizá junto al baile de marras, la más evidente de las muchísimas referencias que hay a la película de Hughes), que haya bailes de promoción, que la amenaza tome cuerpo en la superintendente (renombrada a consejera de educación) ni por supuesto que la película termine con un The End en lugar de Fin. Las referencias de Caldera son bien claras, es el cine que conoce y seguramente por el que decidió dedicarse a esto.

Modesto es un profesor al que han echado de todos los colegios en los que ha trabajado, cree que ve fantasmas y que está loco, se pasa el día medicado y visitando al psiquiatra, pero su vida cambiará por completo cuando acepte una oferta en el IES Monforte, allí descubrirá a cinco alumnos muertos que llevan 25 años retenidos en la escuela creando auténtico terror entre alumnos y profesores. Será entonces cuando Modesto descubrirá que realmente tiene un don y puede ver a esos fantasmas y que tendrá que hacer lo posible para ayudarles a aprobar el último curso y que así puedan marchar en paz.

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Promoción Fantasma es una película muy llana, ágil y rápida, facilitándole al espectador en todo el momento su seguimiento, reiterando cuando es necesario para que ningún detalle se escape. Su planteamiento busca en la seguridad la forma de hacer que el espectador no tenga tiempo a aburrirse durante los escasos noventa minutos que dura. Su humor tampoco es complicado, la gran mayoría de los chistes provienen del encontronazo generacional entre esos chicos que aún viven a mediados de los ochenta y su profesor. Caldera sabe sin duda que este es el punto fuerte de la película y lo explota al máximo, sin ningún tipo de reparo lo utiliza incluso para el gag visual, como esas impagables escenas en las que suena el Total Eclipse of the Heart, un tema usado en repetidas ocasiones, consiguiendo gracias a esa reiteración de la que hacíamos hincapié que los primeros acordes del tema de Bonnie Tyler ya resulten hilarantes. La banda sonora es también uno de los elementos más cuidados de la película, usando temas de la época, pero lejos de limitarse a quedarse en temas puramente internacionales, recurriendo también a un divertido repertorio español encabezado por Radio Futura que da a la película también un divertido toque cañí. La cinefágia ochentera de su creador también es uno de los puntos más divertidos de la película, la referencias se suceden continuamente, pero sin sentirse avasalladoras, entre ellas las hay no sólo para El Club de los Cinco, por la que Caldera demuestra una gran devoción (algo que comparte con un servidor) si no también a otras muchas como Porky’s, Regreso al Futuro, Carrie o Los Cazafantasmas.

Resulta también de vital importancia la acertada elección de su casting, desde Raúl Arévalo que desprende una fantástica química con una brillante Alexandra Jimenez, a los cinco chavales o secundarios como Luis Varela, pero son sin duda los chanantes Carlos Areces y Joaquín Reyes los que se roban la película en cada escena que aparecen, además su presencia también sirve para darle otro divertido significado a la palabra “hoyo”. Es cierto que sigue los pasos de la americanitis que tenía Spanish Movie, pero Promoción Fantasma es una película mucho más segura y firme, que busca su solidez sin necesidad de recurrir al sketch, una película que sin duda desearía ser una cult-movie adolescente ochentera, pero que sabe que está rodada treinta años más tarde y con dinero español, pero lejos de tratar de ser lo que no puede ser, sabe dar la vuelta a sus propósitos para usarlos como una importante arma nostálgica. Lo mejor que se puede decir de Promoción Fantasma es que es terriblemente divertida, algún momento se acerca incluso a la hilaridad, aunque sea bien cierto que dista mucho de ser una película brillante, pero tampoco lo ambiciona, solo busca darle al espectador noventa minutos de lo más agradable, y es algo que supera con creces.