Cayo Largo – Houston, tenemos un problema: Johnny Rico | La Cabecita

KEY LARGO

En este nuevo especial de La Cabecita dedicado al cine negro os voy a hablar de uno de los títulos más importantes de dicho género, una obra maestra de John Huston que para esta peli reunió a la pareja de moda, su colega Humphrey Bogart y su señora Lauren Bacall, al gángster por antonomasia Edward G. Robinson y a un mito de una dinastía importante de Hollywood, Lionel Barrymore.

Es la segunda película de Bogart que me toca criticar, todo un honor. En esta película, Bogart interpreta a Frank McCloud, un veterano de guerra que decide viajar a Florida para visitar al padre y a la viuda de un colega que murió combatiendo. En el hotel donde se alojan, hay un grupo de hombres que se hacen llamar pescadores y se han hecho dueños del lugar, encabezado por el huidizo gangster Johnny Rocco, acompañado también por su amante, una artista en decadencia que ante los constantes desprecios que muestra su hombre hacia ella decide refugiarse en la bebida, interpretada magistralmente por Claire Trevor.

Bogart vuelve a interpretar a un hombre que al igual que en Casablanca, tiene que luchar con sus principios. Rocco convierte a los allí presentes en sus rehenes, juega con ellos a su antojo e incluso tiene tiempo para ridiculizar a su pobre amante negándose a darle una copa hasta que no cante algunos de sus grandes éxitos. La lucha interpretativa entre Edward G. Robinson y Humphrey Bogart, junto las intervenciones de Lionel Barrymore, son un regalo para los cinéfilos. Gran parte de la película se desarrolla en el hotel y Huston aprovecha para crear un tenso clima, convirtiéndolo en un ambiente claustrofóbico. Durante ese tiempo de retención, sucede una de las noches más tormentosas que se recuerdan y esto lo que hace es alargar más la situación. Rocco recibe la visita de otro gángster mascándose la tragedia cuando el sheriff del lugar entra en el hotel intentando encontrar a unos ladrones de raza india y a Rocco, desencadenándose un lugar de infortunios que ya sabemos como acabará. Rocco no se anda con tonterías y Frank lo sabe, tendrá que ser discreto y cuidadoso.

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Haciendo gala de su atractivo, entabla una cercana relación con la viuda de su amigo quien junto a su padre es la que más se encara con el temible Rocco. Rocco se ve finalmente obligado a negociar con Frank y Frank utilizará su ventaja moral. El personaje de Bogart es honesto, valiente, desilusionado y que carga durante todo momento con su pasado, un personaje muy Bogart. Aunque aquí es el personaje de Robinson el que se lleva el gato al agua, Bogart, Bacall, Barrymore y sorprendetemente Trevor, aportan variedad, veteranía y estilo a una película que no pierde fuerza en ningún momento y que cada momento y cada gesto es importante.

Esta era la quinta vez que Bogart y Robinson coincidían en una película, en un momento en que el estatus de Robinson en Hollywood estaba algo tambaleante debido a la persecución política de la horrible caza de brujas. Huston les concedió libertad total durante el rodaje así que eso les permitió disfrutar más durante sus interpretaciones y se nota bastante. También con esta película, Huston quiso mostrar su apoyo a Robinson y lo reflejó en el guión, digamos que Johhny Rocco era McCarthy y los rehenes sus víctimas. Tanto Bogart como su mujer Lauren Bacall, Huston y Robinson pertenecían al Comité de la Primera Enmienda que hacía frente al mcCarthismo, tras esta peli la situación de Robinson empeoraría notablemente.

En Florida se rodaron solamente dos pequeñas secuencias para el inicio, el resto se rodó en un estudio de Hollywood. Del reparto, Claire Trevor ganó un Oscar como Mejor Actriz Secundaria. Bogart, siempre Bogart es el que lo soluciona todo, el que se muestra al principio como alguien egoísta y gruñón y termina como el héroe, y pensar que Bogart en un principio no quiso hacerla… Eterno Johnny Rocco e inolvidable actuación de Edward, nos regala un personaje odioso y que cae mal durante toda la película sin caer en excentrismos, exageraciones, casi sin pestañear nos brinda una actuación para el recuerdo. De esos actores que hacen que interpretar sea fácil, un privilegiado.