Festival de Cannes 2015 – Día 10 | La Cabecita

Le petit Prince de Mark Osborne

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Desde el primer minuto de Le petit Prince uno se da cuenta de que va a asistir a un homenaje al libro de Antoine de Saint-Exupéry.

Los mismos dibujos del cuento aparecerán en la gran pantalla, pasando de los trazos presentes en las páginas a la animación 2D, al stop-motion y al modelado 3D.

El marco es narrativo añadido al escrito es este: Una niña prodigio vive con su controladora y exigente madre que quiere que la pequeña entre en la mejor escuela del barrio para que se convierta en un adulto de provecho. Sin embargo, El aviador, vecino de al lado resultara ser una distracción mas importante para la chica que cualquier plan de estudio.

Mark Osborne ha sido inteligente dándole ese marco que servirá tanto para repetir las historias del libro como para profundizar en los temas que contenía. Entramos en un mundo donde no existe la sutilidad y las metáforas son simples y claras, pizarras llenas de planes destrozadas y casas y jardines grises en oposición al color y desorden de la casa del Aviador.

La primera mitad se centra en las tramas del libro con demasiada rapidez, no deja tiempo para provocar la reflexión que teníamos con el libro pero el stop-motion es tan colorido, bello y cuidado que se le perdonan estas primeras prisas. Todo el marco funciona como una repetición de los temas y personajes del cuento, El Aviador es El Principito para La Niña y esta es El Piloto del relato escrito.

Esto le sirve a Osborne para hablar de los incrédulos y quisquillosos que no saben establecer un contrato con la obra y dejarse llevar por ella y sus explicaciones o falta de las mismas.

Le petit Prince no aporta el desafío de Pixar pero da igual, porque no intenta más que ser un homenaje sincero, emocionante y expandido a su libro homónimo. Y lo consigue, que no es poco.

Dope de Rick Famuyiwa

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Rick Famuyiwa, director de la película, sabe que comienza contando una historia que ya conocemos de memoria: Un geek, Malcolm, debe soportar abusones en el colegio y las particularidades criminales un barrio pobre de Inglewood, The Bottoms. Para ello se refugiara en la música hip hop de los 90, centrándose en entrar en Harvard y enamorándose de la novia de uno de los maleantes del lugar.

Pero Malcolm no quiere ser solo un cliché, quiere ser complicado así que el guion le pondrá, en una brusca y esperable transición, en situaciones de peligro real, entrando en las películas cómicas sobre venta de drogas. Todo el relato está repleto de referencias y chistes sobre la cultura popular, memes y videos de Youtube inundan varias veces la pantalla logrando un gran efecto cómico y marca generacional.

Uno de los problemas es que las situaciones acaban siempre con una milagrosa coincidencia, no hay riesgo real para los personajes, el texto está más preocupado de hacer un comentario racial sobre la, real, discriminación a los afroamericanos, lo que ocurre es que Dear White People ya usó ese mismo marco y temas de una forma mucho más lograda.

Así Dope queda como un simpático intento que perderá frescura con el paso del tiempo aunque las fantásticas interpretaciones y rápido estilo visual pongan en el mapa a sus actores y director.

Yakuza Apocalypse de Takashi Miike

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Parecía que Mad Max y Green Room se iban a quedar solas en mi particular podio de gozo y risas sanas en una sala. Gracias a La Rana (lo entendereis cuando la veais, porque teneis que verla)  Takashi Miike  me deslumbró con su última bizarrada de acción.

Os aconsejo que vayáis a verla en absoluto desconocimiento pues la propia sinopsis oficial desvela una de las sorpresas más locas y geniales que he tenido el placer de ver. Puedo desvelar sin embargo que esta es la historia de Kamiura, un yakuza legendario y respetado en todo el pueblo y de su protegido, el joven Kageyama.

Bajo chistes de brocha gorda que funcionan de maravilla,  toques de gore y fantasía se esconden pequeñas críticas al sistema moderno: uno de los villanos habla inglés constantemente, otro estará vestido de turista y los propios Yakuzas verbalizan que no están hechos para este mundo moderno.

Otro de los mensajes expuestos en el dialogo es el de no preocuparse por la viabilidad real de lo que vemos en pantalla, «sigue siendo ingenuo», solo así se disfrutara al máximo este festival de humor macabro y violencia fantástica.

El único fallo es que es demasiado larga, un poco repetitiva y con una voz en off inicial innecesaria. Por lo demás Yakuza Apocalypse es la gozada que esperas al leer el titulo, si bien te sorprenderá para bien a cada minuto y giro que pasa.