Cómo entrenar a tu dragón es posiblemente la película más bella (no quiere decir eso que fuera la mejor) que había filmado Dreamworks hasta la fecha. Había en ella un halo mágico, aunque en su guión faltaba cierta consistencia, y es que ésta tenía algunas tramas pesimamente desarrolladas, sobre todas las que se cernían a la relación del protagonista con su padre, pero la película conseguía tener una extraordinaria belleza. Uno no podía dejar de pensar, por otro lado, que si ese material hubiera llegado a las manos de Pixar, que además atravesaba su mejor momento (Cómo entrenar a tu dragón se estrenó el mismo año que Toy Story 3), la película podría haber sido una epopeya aún más estimulante. Pero lo cierto es que sabía jugar muy bien sus bazas, la animación, siempre un escalón por debajo con respecto a otras compañías, pasaba a un segundo plano con la estupenda dirección artística de la película, repleta de planos con parajes naturales y costeros de inusitada belleza. También sabía potenciar al máximo la fuerza de estas imágenes gracias a la maravillosa banda sonora compuesta por James Powell, que viajaba a galope entre las sinfonías de John Williams y James Horner. Había carencias, cierto, pero éstas estaban perfectamente cubiertas.
Ahora llega a las pantallas Cómo entrenar a tu dragón 2 una secuela completamente innecesaria, algo que parece quedar claro desde lo insípido de su título, con una única coletilla numérica que poco tiene que ver con lo que la película plantea. Pero había curiosidad por saber cómo afrontaría Dreamworks esta segunda parte, no sólo teníamos el precedente de la primera entrega, sino que además la compañía está pasando un momento realmente dulce con películas como Los Croods. Una aventura prehistórica y Las aventuras de Peabody y Sherman, pero también es cierto que éstas tenían un espíritu bastante más gamberro, que se acercaba más al de Shrek que el que podía tener Cómo encontrar tu dragón, a la que si buscamos un paralelismo en los primeros compases de la compañía, estaría sin duda más ligada a El príncipe de Egipto.
En esta ocasión, la película nos cuenta la historia de Hipo y Desdentao varios años después de la primera entrega, el muchacho ya tiene veinte años, los dragones forman parte de su comunidad y todos los guerreros los adiestran mientras se divierten también haciendo carreras. Todo cambiará con la aparición de un malvado personaje que tiene un dragón llamado Alfa y que es capaz de dominar la voluntad de los demás dragones para ponerles de su lado y así conquistar las distintas aldeas.
La principal sensación que deja Cómo entrenar a tu dragón 2 es la de ser una secuela de saldo, una película en la que realmente la historia que nos cuenta no parece lo demasiado interesante como para disfrutarla, como si existiera en ella la necesidad de contar la historia que haga falta con el fin de justificarla. Esto se puede ver en lo desastrosamente narradas que están todas sus tramas, tanto la principal, que eso sí, da lugar a excepcionales batallas en su tramo final que son realmente disfrutables. Y pasa exactamente lo mismo con la trama de la madre del personaje protagonista, se siente siempre impostada, tratada de manera torpe, y es una verdadera lástima porque éste debería haber sido sin lugar a dudas el punto más fuerte de la película, pero se encuentra completamente desaprovechado. Pero lo peor, sin lugar a dudas, lo encontramos en la relación entre el protagonista y su dragón. Éste, que era el mayor acierto en la trama de la primera, presentaba a dos personajes marginados que estaban condenados a entenderse, había una verdadera conexión entre ellos. Pero aquí, éste dragón llamado Desdentao se encuentra completamente desdibujado, es un personaje inane, que seguramente con su simpático rostro, le será suficiente para alzarse con el cariño de los más pequeños, pero esto se antoja como demasiado poco.
Pero pese a todo esto, lo cierto es que Cómo entrenar a tu dragón 2 no deja de resultar en todo momento una película de lo más simpática, realmente agradable de ver. Vuelve a repetir las cartas que le funcionaron a la perfección en la primera entrega. La banda sonora de John Powell vuelve a ser el mayor acierto de la película, es cierto que ésta puede llegar a sonar repetitiva en relación a la primera entrega, pero está utilizada con verdadera inteligencia, sabiendo potenciar las escenas más épicas de esta película de aventuras y dando más fondo a esos planos que vuelven a ser realmente bonitos. Y es que es sin dudas en el apartado musical es donde la película más destaca, con la contratación además de estupendos músicos nórdicos como el líder del grupo Sigur Rós; Jónsi que con la canción Where no one goes da vida al tema principal del filme con una melodía que conecta directamente con la banda sonora de Powell, o el ganador de Eurovisión Alexander Rybak. Argumentos que ayudan sin lugar a dudas al disfrute de una película que no en vano, siempre deja la sensación de ser una secuela de saldo, innecesaria y que no llega al nivel de la primera entrega, ni de los últimos trabajos de Dreamworks.
Ficha técnica:
Título original: How to Train Your Dragon 2 Director: Dean DeBlois Guión: Dean DeBlois Música: John Powell Distribuidora: Fox Fecha de estreno: 01/08/2014