Hay cine que está hecho para funcionar en taquilla, son películas inevitables de hacer ya que resultan seductoras para los productores porque raras veces fallan. Está la vertiente femenina de la comedia romántica y la película de acción masculina, el único requisito que necesitan es tener una superestrella de la lista A y ceñirse al manual, tanto en un caso como en otro. El cine de acción de manual como ocurre con Contraband lleva unas cuantas pautas en su manual que hay que siempre que cumplir para que el espectador no se sienta defraudado. La primera es la necesidad de que haya coches y con que haya coches nos referimos a que haya también alguna persecución o huida contrarreloj y algún accidente, son elementos totalmente indispensables, la virilidad de un hombre que va a ver una película sin ninguno de estos elementos se puede ver radicalmente dañada. El segundo elemento es el de las armas de fuego, tiene que haberlas por doquier, sólo se pueden prescindir de ellas en caso de que hagamos una película de karatekas de los años 70, si no es así, hacen falta las armas de fuego, podemos prescindir de sangre explicita para rebajar la calificación por edades, pero nunca podremos olvidarnos de tener un buen tiroteo. Por último tampoco nos debemos olvidar de que los hombres no suelen ir solos al cine es inevitable meter una historia algo tensa detrás en el que el amor del protagonista se vea puesto a prueba, de ese modo la parienta también disfrutará y dejará que cuando llegue la siguiente película de estas características el hombre pueda volver a elegir la película, esto tiene también su equivalente en el cine romántico femenino, dónde el reclamo para el sexo opuesto toma la forma de los inevitables chistes guarros. Por supuesto que Contraband cumple todos y cada uno de estos puntos a rajatabla, no es de extrañar entonces que con apenas veinticinco millones de presupuesto lleve más de 80 recaudados en todo el mundo.
Baltasar Kormákur realiza su segunda película en Estados Unidos tras dar el salto a la meca del cine con Inhale, una película protagonizada por Diane Kruger que no vio casi nadie. En esta ocasión lo hace realizando el remake de la conocida película islandesa Reykjavík-Rotterdam que él mismo protagonizó y produjo. No he visto la película original que incluso llegó a estrenarse en nuestras salas así que no puedo entrar en comparativas entre ambas películas, pero realmente Contraband no deja de ser también, en cierta forma, un remake de tantas otras muchas películas de perfil similar. Trasladando la acción de Islandia a Estados Unidos y el suministro de droga de los Países Bajos a Panamá, la película nos cuenta la historia de un ex-contrabandista que hace tiempo que dejó el negocio y ahora se dedica a ser feliz junto a su mujer y sus hijos, pero por culpa del un negocio que le salió mal al hermano de su esposa se verá forzado a tener que volver de nuevo a realizar un último trabajo para poder pagar la deuda y que su familia pueda volver a estar en paz.
Kormákur acierta del todo al acercar el tono del filme, en ningún momento trata de darle más trascendencia de la necesaria y prefiere tirar hacia una espectacularidad que tampoco resulta avasalladora ni forzosamente inverosímil. El planteamiento se hace rápido y los roles quedan definidos a la perfección desde el comienzo, el viaje a Panamá ocupa la mayor parte de la película, la preparación del plan, la forma de lidiar con todos los inconvenientes que aparecen por el camino, y por supuesto la ejecución del golpe. Nunca adolece una falta de ritmo y consigue mantener correctamente la tensión en todo momento, y como principalmente busca, resultar increíblemente entretenida. Es precisamente cuando se aleja de esto cuando la película más consigue fallar, porque Kate Beckinsale y su personaje resultan demasiado irritantes, por que alguna situación se siente demasiado forzada, porque no nos creemos a Giovanni Ribisi como el malo más malo del lugar que nos presentan al principio de la película y sobre todo porque la película trata de sorprender con un giro que resulta fácilmente predecible y que además desencadena en alguna situación bastante estúpida en su parte final. Pero pese a todas estas pegas que le podemos encontrar al analizar fríamente la película, lo cierto es que durante su visionado no resultan cosas excesivamente molestas y no la perjudican en absoluto a la hora de cumplir su principal objetivo que es el de entretener al espectador.
Contraband se ve y se olvida rápidamente, es de esas películas de las cuales en apenas unos meses será difícil asociar si sus escenas de acción pertenecen a ella o a cualquier otra, pero consigue todo lo que pretende, es un entretenimiento más que digno, cine de sobremesa que aguanta perfectamente sus casi dos horas de metraje con una historia bastante típica pero que no llega a resultar estúpida. Además ésta nos trae como regalo la presencia de un Mark Whalberg que siempre suele ser bastante eficiente y la también la de unos secundarios que siempre son agradables de ver como Ben Foster, Diego Luna o JK Simmons. Aprovechad para llevar a la parienta al cine, que pronto llega una nueva película de Katherine Heighl y será entonces ella la que os lleve.
Título Original: Contraband Director: Baltasar Kormákur Guión: Aaron Guzikowski Música: Clinton Shorter Fotografía: Barry Ackroyd Montaje: Elísabet Ronaldsdóttir Interpretes: Mark Wahlberg, Kate Beckinsale, Giovanni Ribisi, Ben Foster, David O’Hara, Diego Luna, J.K. Simmons, Lukas Haas, Caleb Landry Jones Distribuidora: Universal Fecha de Estreno: 16/03/2012