Route Irish – Juegos de Guerra | La Cabecita

Aunque es cierto que Route Irish se podría englobar dentro del cine político-internacional de Ken Loach y que el director le aplica la firma inconfundible que tienen todos sus trabajos, realmente cuesta saber que fue lo que realmente pudo interesarle de esta historia de venganza que hemos visto mil veces. Usando como falso telón de fondo un Irak que apenas existe en la historia, ya que la película se sitúa en Reino Unido y la presencia de aquel país solo aparece en un par de flashback que podrían estar situados en cualquier país del medio oriente, Loach nos cuenta una historia de amistad truncada por culpa de los contratistas de guerra y lo que empieza siendo una historia acerca de la perdida vira completamente con la aparición de un móvil iraquí que obsesionará al protagonista en busca de venganza.

Este viaje que empieza siendo un drama social para acabar convertido por completo en un thriller casi detectivesco también supone una caída en descenso en la película. Fergus (interpretado estupendamente por Mark Womack una especie de versión campechana de Jason Statham) es un personaje interesante, un típico héroe de Loach, aferrado en un pasado que toma forma presente en las cenizas de ese héroe caído. Es fácil ver, con apenas un par de pinceladas, una estrecha relación entre el protagonista y su amigo, pero la aparición del personaje de Rachel (Andrea Lowe) hace bajar a enteros a la película. El tramo final es bastante demencial y acaba perdiendo por completo la complicidad con el espectador. Además cuando llega al momento de mayor tensión, éste resulta forzado e increíblemente ridículo y es que la película nos regala una escena de tortura dirigida con una torpeza propia de un realizador novel.

Route Irish Film Stills

Los gritos y la histeria se suceden, como viene siendo habitual en la películas de Loach, esto impide aún más que podamos unirnos a ella una vez desconectados, por si fuera poco trata de apoyarse en un flojo libreto escrito para Laverty incapaz de dejar si quiera un línea de diálogo medianamente interesante. La hecatombe de la película viene marcada por una desastrosa escena de sexo, bastante innecesaria en la que el realizador juega con el dolor y la angustia de sus personajes haciendo todo aún mucho más desastroso. Es justo a partir de ese punto cuando la película se encuentra en un punto tan bajo que es incapaz de tomar el camino de vuelta, y realmente esto no pasa hasta el final, con un final bastante Loachiano y pesimista que pese a todo consigue resultar interesante y sobretodo dejar un sabor algo menos amargo en el espectador.

Loach nos sorprende con esta cinta de acción casi detectivesca, que por momentos incluso puede recordarnos a un capitulo de 24. Una película que pese a compartir ese enojo y furia que tiene el cine del británico, realmente acaba alejándose bastante de lo que suelen ser sus películas, es quizá por eso por lo que el realizador no consigue encontrar el tono adecuado y nos inserta unos innecesarios flashbacks de Irak que realmente no aportan nada a la historia aparte de que el espectador vea unos cuantos tiroteos, además de hacer que la película se convierta en un auténtica odisea narrativa en su tramo final, aún así y coincidiendo con el retiro de las tropas americanas de Irak puede ser un buen momento para recuperar esta película que paso por el festival de Cannes de 2010 y que sin ser la peor obra de su realizador se queda lejos de sus mejores trabajos.

2.5_estrellas