Muestra Syfy 2016: Día 3 – Gracias a Dios que llegó Joe Begos | La Cabecita

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Tras la agridulce sensación que dejaron los primeros días de la muestra, afrontábamos la jornada del sábado con ansiedad en busca de esa gran película que aún teníamos pendiente por ver. Y lo cierto es que el nivel mejoró, y encontramos una gran película… bueno, o algo así, pero mucho tiene que cambiar la cosa mañana para que realmente la valoración de esta Muestra pueda volver a dispararse. Una jornada insípida, pero que eso sí, al menos no ha tenido que lidiar con incidencias técnicas como las de ayer, y es que si de por sí, ya a la Muestra le cuesta mucho llevar a buen puerto eso de la puntualidad, si encima tiene que luchar contra las incidencias, el resultado final acaba siendo exasperante.

El día comenzaba hoy con The Piper, una especie de versión coreana de El flautista de Hamelín, obviamente, no podemos andar esperando algo similar a lo que en su día hizo Demy, porque lo que vamos a presenciar es un delirio coreano violento sobre la venganza a medio camino entre El renacido y Willard. Lo mejor de The Piper reside en su capacidad de sorprender al espectador y es que a cada giro que va tomando la película todo se vuelve más loco. Una propuesta que además en el plano visual llega a ser fascinante, donde destaca la hermosa fotografía, el uso de la banda sonora o esos hermosos planos cenitales y amplios tomados con grúas en escenas tan bonitas como la de la huida de las ratas del pueblo. Sí, ThePiper es una propuesta divertida, y parecía un buen preludio para el sábado y es que si desde aquí todo mejoraba el día podía haber sido bastante bueno, pero por desgracia la cinta coreana acabó siendo una de las mejores propuestas del día.

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Y es que a ella le siguió Listening el debut en la dirección de Khalil Sullins. Listening es una de esas películas que ya hemos visto muchas veces, en la que grupo de estudiantes demasiado listos, pero también demasiado imprudentes (cosas de la juventud), llevan sus cuerpos al límite en pos de la ciencia (seguro que aquí alguno ya empezado a acordarse de Línea Mortal de Joe Schumacher). Sullins usa este argumento para hablar de las opciones de la telepatía, a través de unos estudiantes que buscan la forma de conectarse unos a otros y escuchar sus pensamientos. Parece que una de las cosas que a Sullins le interesan acerca de esta idea es el dilema moral que representa, si realmente sería un acto bueno para el avance de la humanidad o si significaría un gran retroceso llevando al mundo a una distopía orwelliana. Pero Listening es una película atascada, que cada vez que encuentra una nueva idea necesita atravesar un laberinto entero para poder ejecutarla. Además, la película se ve terriblemente lastrada por la presencia de una prescindible historia sentimental que ni siquiera está demasiado pensada (no cuesta mucho pensar que un estudiante preparando una investigación como ésta tendría muchos más problemas para mantener una casa y una familia que ayudar a su hijita con el volcán de ciencias). Hay material de calidad en Sullins, es algo que Listening deja patente, pero aún hay mucho que pedir.

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El amargo sabor de Listening consiguió disiparse con The mind’s eye. La segunda película de Joe Begos es lo mejor que hemos podido ver hasta ahora en la edición de este año de la Muestra. El director, que ya estuvo presente con la hilarante Casi humanos, película que posiblemente fui el único que se atrevió a defender (aunque poco a poco vaya ganando más adeptos), nos trae una propuesta demencialmente absurda y tan hija del cine de los 80 como lo era su anterior películas. Begos no oculta su referencias, es más las homenajea y nos presenta la explosión de una cabeza más bruta desde Scanners, una metamorfosis en un ser extraño que parece extraída de La mosca y hasta un villano con un parche en el ojo que fácilmente nos remite al Pliskeen de Carpenter. Como ocurría en Listening, aquí volvemos a adentrarnos en la mente humana para contar una historia absurda acerca de unos hombres con poderes y un villano que les secuestra para robarles esa sustancia que está en su cuerpo y que es la culpable de darles esos poderes, e inyectársela él mismo para adquirirlos, ya se imaginan como puede ir el resto. Y es que la película empieza con una advertencia de que tiene que ser proyectada a un volumen alto, y desde ahí, siempre consciente de sí misma, la película está contada con humor delirante, autoparódico y deliberantemente exagerado. Las carcajadas en la sala no pararon de escucharse durante toda la película. Hay mucho de interés en la divertida película de Joe Begos que sigue la estela de otros filmes recientes que recuperan esa alma desfasada de la acción y el terror ochentero como The guest o It follows.

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Con tan buen sabor de boca llegábamos a uno de los puntos fuertes de la Muestra con el casi preestreno de Bone Tomahawk,  ya que llegará a las pantallas españolas la próxima semana. Hay que reconocer que el debut en la gran pantalla de S. Craig Zahler tiene cosas interesantes, empezando por su punto de partida, una especie de remake de Centauros del desierto con elementos de cine de terror. Mi problema con Bone Tomahawk, una película que ha arrasado en los festivales y que amenaza con convertirse en una obra de culto, es que jamás acabo de congeniar con el pastiche de géneros que presenta. Y es que si bien esos ingredientes de terror están bien llevados, la película abusa de su ritmo lento para meterse en la psique de unos personajes con muchas menos capas de lo que la película pretende. Esto viene en conjunto a unos puntos de humor que, aunque sirven para que el público ávido de fiesta estalle en carcajadas,  siento que no acaban de encontrar su posición en la película. Al final todo esto me descoloca y me lleva fuera de la película y ni siquiera la terrorífica imagen de esa tribu de caníbales consigue volver a entrar en su juego. Pero me temo viendo el clamor general y la pasión que ha despertado la película que mi opinión se encuentra bastante al margen de la de un público que sí disfrutó con ella.

A la espera de poner el cierre a esta decisión de la 13 Muestra de Syfy, lo que si comparte la mayoría del público es que está siendo una edición bastante floja, algo que sucede por segundo año consecutivo. Esperemos que el domingo consiga hacernos cambiarnos la opinión de todo esto.