Esto es la guerra – La calidad de los actores no consigue salvar esta fallida historia de amor-acción | La Cabecita

Combinar acción con una historia romántica no siempre funciona, y menos si la comedia también está de por medio. Viendo Esto es la guerra no queda muy claro si McG pretendía hacer una action movie con un romance indigerible como eje constructor o contar una historia de amor inverosímil salpicada por unos cuantos tiros y mamporros. De lo que no cabe duda es de que fuera cual fuera su intención el resultado ha sido desastroso, a pesar de contar con actores jovenes y solventes como Tom Hardy, Chris Pine o Reese Witherspoon, porque la historia del nuevo triángulo amoroso de Hollywood, aunque llamativa, no ha conseguido conquistar ni a crítica ni a público. This Means War no solo termina de desprestigiar a McG como realizador después de sonados fracasos como Los ángeles de Charlie o Los ángeles de Charlie: Al límite (aunque Equipo Marshall y Terminator Salvation consiguieran llevarse elogios en en su día) sino que pone en entredicho la efectividad de este (sub)género del que cada vez nos llegan más películas con similares resultado. 

Probablemente Tom Hardy sea la única razón de peso para ver Esto es la guerra, su disfrute es relativo pero 98 minutos de metraje se aguantan mejor si la estrella de Warrior está cerca. A pesar de la cuestionable calidad del filme Hardy demuestra aquí que puede convertirse en el próximo ídolo polifacético de la industria hollywoodiense, porque este chico tan pronto clava un filme sobre artes marciales como a un agente de la CIA enamoradizo. Al producto se le pueden reprochar muchas cosas, pero la actuación de Tom Hardy (meteré también a Chris Pine en el saco) está todo lo bien que podría estar, así que aunque solo sea por eso This Means War no se convierte en una completa pérdida de tiempo.

Desde la infancia fueron los mejores amigos, ahora son dos de los agentes de la C.I.A. más cualificados de su promoción (Chris Pine y Tom Hardy). Sin embargo, su relación de amistad se terminará cuando descubran que ambos han estado saliendo con la misma mujer, Lauren (Reese Witherspoon). A partir de ese momento, harán todo lo que esté en sus manos por destruirse mutuamente con tal de conseguir quedarse con la chica. 

La rivalidad entre Pine y Hardy es lo más destacable del largometraje, entre los actores existe una comicidad natural que aporta un toque de frescura a una película que con el paso de los minutos se hace más y más pesada. This Means War es un continuo ir y venir de encuentros románticos trilladísimo y empalagosos que no hacen más que acrecentar el deseo del espectador por llegar a la escena de resolución en busca de algo de entretenimiento, y así es, porque durante varios minutos el enfrentamiento del dúo masculino protagonista consigue hacernos disfrutar, todo hasta que llega el desafortunado y previsible final. Ni los destellos cómicos ni el intento de McG de exaltar la amistad por encima del cualquier cosa (llámase amor) hacen que Esto es la guerra merezca más la pena pero al menos la hacen un poco más digerible. Y por qué no, demos gracias por esa batalla de paintball a mitad de metraje que logra hacer las delicias de los fans de Hardy y nos hace más llevadero el visionado.

Esto es la guerra gustará a aquellos que busquen un producto sencillo, una hora y media de lucimiento (esencialmente físico) de sus protagonistas y algún que otro momento capaz de arrancar una sonrisilla, pero la sosería a nivel técnico y narrativo está siempre presente, una verdadera lástima si se tiene en cuenta la calidad del elenco.