Según ha comunicado el Departamento de Policía de Marin el actor Robin Williams ha sido hallado muerto hoy a los 63 de años edad. Aunque las causas aún no están determinadas, parece ser que encontraron al actor inconsciente y sin respirar en su domicilio. Las sospechas indican que puede haberse tratado de un suicidio por asfixia.
Robin Williams nació en Chicago en 1951, hijo de una ex-modelo y un alto ejecutivo de Ford. Ya en el colegio empezó a interesarse por el teatro y en 1973 consiguió entrar la escuela de arte dramático Julliard, en la misma promoción que lo hiciese Christopher Reeve.
Williams comenzó en la televisión primero en un pequeño papel en la serie El show de Richard Pryor, y posteriormente en la serie Días Felices en la que interpretó al marciano Mork. Este personaje caló pronto entre el público y la popularidad de Williams empezó a crecer, hasta que protagonizó su propio spin-off: Mork y Mindy. Esta serie le valió dos nominaciones al Globo de Oro, una de las cuales materializó y una nominación al Emmy.
Aprovechando el éxito de la serie, el director Robert Altman se fijó en él para interpretar al mítico personaje Popeye en el que fue su primer protagonista en el cine y prácticamente su debut, ya que antes de Popeye tan sólo había tenido un pequeño papel en la película Can I Do It… ‘Till I Need Glasses?.
Películas como El mundo según Garp o Un ruso en Nueva York, por la que consiguió su primera nominación al Globo de Oro en una película, ayudaron a granjear la fama de Robin Williams en los años 80. Pero su gran papel llegó en 1987 en la película bélica Good Morning Vietnam! en la que daba vida a un locutor radiofónico. Este papel le valió su primera nominación al Oscar y su segundo Globo de Oro.
A partir de ese momento la carrera de Williams se movió por productos academicos a galope entre la comedia y el drama. Por El club de los poetas muertos volvió a conseguir sendas nominaciones al Globo de Oro y al Oscar en 1989 y un año más tarde, por Despertares, logró una nueva nominación al Globo de Oro. Un año después, en 1991, volvió a coincidir con Terry Gilliam tras Las aventuras del barón Münchausen en El rey pescador, Williams conseguía su tercera nominación al Oscar en apenas 5 años y también un nuevo Globo de Oro.
Ese mismo año su popularidad empezó a crecer dando vida a Peter Pan en Hook (El capitán Garfio) de Steven Spielberg, una fama que le valió para protagonizar algunas de las comedias más exitosas de los años 90 como Señora Doubftfire, por la que ganó un nuevo Globo de Oro, Jumanji, Nueve meses, Jack, a las ordenes de Francis Ford Coppola, Un lío padre o Flubber y el profesor chiflado.. Sin olvidarnos por supuesto del genio de Aladdin, algo que también le valió un Globo de Oro especial y que para quien esto escribe, supone uno de los mejores trabajos de doblaje de la historia del cine.
Pero para Williams el reconocimiento definitivo le llegó en el año 1997, a las órdenes de Gus Van Sant en El indomable Will Hunting, en la que daba vida al psicólogo que debía encauzar a Matt Damon. Aquel papel le valió una nueva nominación al Globo de Oro, pero esta vez, si que se alzó con el Premio Oscar.
Tras su premio, Williams dejó de lado la comedia para centrarse en dramas más comprometidos, que no siempre fueron demasiado buenos, películas como Patch Adams (su última nominación al Globo de Oro), Más allá de los sueños, Ilusiones de un mentiroso, El hombre bicentenario, Retratos de una obsesión o Insomnio de Christopher Nolan marcaron el comienzo de su declive. De esta época quizá su papel más destacado fue en la fantástica comedia negra Smoochy que dirigió Danny De Vito y por la que injustamente fue nominado al premio Razzie.
Relegado a papeles secundarios o a comedias de poca calidad que pasaron sin pena ni gloria por la cartelera como El hombre del año, Hasta que el cura nos separe o Dos canguros muy maduros, Williams decidió volver a probar suerte en la televisión en la serie The Crazy Ones junto a Sarah Michelle Gellar. La serie se estrenó el pasado año en la CBS, y aunque los resultados no fueron excesivamente malos, finalmente CBS decidió cancelarla al finalizar su primera temporada. Los últimos papeles en los que pudimos ver a Williams antes de su fallecimiento fueron en La gran boda y El mayordomo.
La vida de Williams siempre estuvo marcada por el uso de las drogas. En los años 70 y 80 tenía una fuerte addición a la cocaína, afición que mantenía junto a su amigo íntimo John Belushi. La muerte de éste y el nacimiento de su primer hijo fueron factores claves para que Williams deciciera dejar las drogas. Pero en el año 2006, el actor sufrió una recaída en la bebida tras más de veinte años de sobriedad, y él mismo decidió entrar en una clínica de dexintocación. Pero el pasado mes de julio el actor ingresó de nuevo en una clínica de rehabilitación. Aunque expresó que seguía sobrio desde 2006 y ésta fue solamente una medida cautelar.
Con el fallecimiento de Williams se va un actor talentoso y también de los más populares, llegó a ser uno de los mejores pagados en los años 90. Y se va también un hombre que provocó sonrisas a toda una generación. Adiós Capitán, mi Capitán.