Moonfall – Reciclando catástrofes | La Cabecita

Que Roland Emmerich es uno de los grandes, sino el más grande, del cine de catástrofes es indiscutible. Que el cine de catástrofes es un divertimento enorme para el gran público es algo que tampoco se puede rebatir, incluso me atrevería a decir que Independence Day (1996) es una de las más disfrutables y sensacionales películas de este subgénero pero eso no es excusa para que una vez agotada cualquier nueva intención artística Emmerich nos cuele un cocktail de todas sus películas juntas que por muy explosivo que pueda resultar, ya lo hemos tomado y digerido antes y ahora no solo no sabe igual, sino que sabe mucho peor.

Moonfall es la más desquiciada, alocada, conspiranoica y diría que divertida (por momentos, muy pocos momentos) de las películas de Roland Emmerich y a la vez es su blockbuster peor diseñado y su película más personal.

Halle Berry y Patrick Wilson son dos astronautas que representan los personajes más clichés del cine de cine de Emmerich visto jamás, que en el momento en que una fuerza misteriosa golpea a la Luna fuera de su órbita deberán aliarse con un friki adicto a las conspiraciones gubernamentales (John Bradley) para evitar que la Luna se choque contra la Tierra y acabe por destruir nuestro planeta despojándose de cualquier esperanza de vida. ¿La misión? Que estos héroes inverosímiles aterricen en la superficie lunar para intentar salvar a la humanidad, enfrentándose a un misterio de proporciones cósmicas y que parece el descarte de guión de aquel disfrutable slasher espacial de 2017 de Daniel Espinosa titulado Life.

Todo en Moonfall es caótico de principio a fin y lo peor de ello es que por el camino ni siquiera es entretenida todo el tiempo. A una premisa tan desquiciada como la propuesta se le pide que al menos sea consecuente con ella de principio a fin, pero el principal problema que plantea la nueva película de Roland Emmerich en dedicar mucho tiempo de metraje a la explicación de la propia película, corriendo el consecuente riesgo de que para cuando empiece la acción y las cositas explotan por doquier, el espectador ya esté fuera de la propia cinta. Con todo y con eso, y haciendo el enorme salto de fe que implica de por sí el cine de Emmerich, la película se disfruta más cuanto menos enrevesada se vuelve porque para cuando llega el clímax final y se descubre los giros, la premisa pierde cierta fuerza en favor de algo que se podría resumir con aquella expresión de “querer rizar el rizo”.

Si consigues entrar en el alucinante viaje que Moonfall propone lo pasarás realmente bien, ahora bien si por el camino te distraes con unos penosos efectos visuales que gritan a croma desde la toma uno y con un guión que es difícil sostener, el viaje no resultará todo lo satisfactorio que podría ser o que Emmerich diseñó. Aún así se ve sin demasiada dificultad y en su segunda mitad es bastante entretenida. Un blockbuster diseñado por y para ver tomando palomitas y dejando fuera de la sala cualquier razonamiento y sentido común.

Título original: Moonfall  Director: Roland Emmerich  Guión: Spenser Cohen, Roland Emmerich, Harald Kloser Música: Harald Kloser, Thomas Wanker Fotografía: Robby Baumgartner Reparto: Halle Berry, Patrick Wilson, John Bradley, Charlie Plummer, Donald Sutherland, Stephen Bogaert, Eme Ikwuakor, Michael Peña, Wenwen Yu, Carolina Bartczak, Maxim Roy, Hazel Nugent Distribuidora: Diamond Films Fecha de estreno: 04/02/2022