No recuerdo ninguna carrera al Oscar tan divertida como la de este año, la carrera más loca, divertida e imprevisible que hemos vivido en mucho tiempo. Nos habíamos malacostumbrado a llegar a la gala viéndola como un mero trámite, conociendo a la ganadora de antemano. Ya el año pasado tuvimos un pequeño adelanto de lo que nos esperaba este año con un duelo mano a mano entre Boyhood y Birdman, aunque pronto se pudo ver el color que tomó la gala. Este año no llega una sola película con opciones, hay tres que aún siguen realmente vivas y con opciones de ganar, y una última que podría dar la sorpresa y que amenaza con cargarse de premios y rematar la noche dando una inesperada sorpresa. Y lo mejor es que está tan asimilado que si Spotlight y La gran apuesta ganan lo harán con pocos premios, así que muy probablemente tengamos emoción hasta el final. Vamos a repasar las nominadas y las opciones que tienen de ganar.
Brooklyn
Es la feelgood de la temporada, la película bonita que es difícil que siente mal, y por si fuera poco toca el tema de los inmigrantes irlandeses y hay mucho descendiente de inmigrantes irlandeses en la academia que pueden sentir mucha simpatía por la película. No cabe duda de que estos motivos son los que le han valido la nominación a este pequeño sleeper que se dejo ver en Sundance y ha sabido mantenerse visible durante toda la carrera. Pero es un simple extra en la gala y lo sabe, tiene todas las probabilidades de irse de vacío y pensar en el premio a Mejor película es algo impensable. Además, en los últimos días se ha ganado algunos comentarios negativos dentro de la Academia que acusan a la película de no ser fiel a la época que retrata. Probablemente sea la primera eliminada en el recuento, y tampoco nos importa demasiado porque Brooklyn es una buena película que se sirve demasiado de su protagonista, es sin duda la más floja de las nominadas.
La gran apuesta
Aquí estamos ante la primera de las favoritas. Aunque cuando se vio en el Festival de Nueva York se empezó a hablar de ella, fue la última en llegar a la carrera y lo hizo como un torbellino, porque nadie esperaba que la nueva película de Adam McKay, director de estupendas comedias como El reportero o Hermanos por pelotas, se pudiera convertir en una amenaza para conseguir el Oscar. McKay no ha perdido su sentido del humor, aunque esta vez se ponga serio para contar la historia de los villanos que nos llevaron a la crisis. Con un estilo arrollador que puede recordar al del mejor Scorsese (mucho mejor de lo que lo hizo O. Russell en La gran apuesta), y una forma extraordinaria de romper la cuarta pared para explicar la terminología más complicada, creo que La gran apuesta es sin duda la apuesta más rompedora de las nominadas de este año, es mi favorita y también creo que es la que va a ganar.
A La gran apuesta le puede jugar en contra el hecho de que algunos han sido incapaces de entender la película (y más no puede hacer McKay para explicar todo), pero se puede llevar la simpatía de los votantes que dudan si votar a una película tan polémica como Spotlight o si Iñárritu merece repetir victoria. Porque no nos engañemos, es mucho más sencillo premiar una película que ataca directamente a los que son los grandes villanos de nuestra sociedad. Tiene también a su favor la victoria conseguido en los Premios del gremio de productores, que usan el mismo sistema preferencial que los Oscar y que han coincidido siempre en la ganadora desde que el número de nominadas se amplió.
La habitación
Desde que la película se vio en Toronto y deslumbró (y acabó ganando el Premio del público) se empezó a hablar de sus opciones de cara a los Oscar, lo que parecía claro es que la película de Lenny Abrahamson era demasiado oscura para el gusto de los Oscar. Aún así, el hecho de ser una película que va directa a las emociones del espectadores le han dado enteros para aguantar con vida toda la carrera y acabar no solo nominada, sino demostrando que además ha gustado con la nominación a Abrahamson. Pero esto es todo para ella, sus opciones para ganar son mínimas y sus opciones se limitan al casi seguro Oscar para Brie Larson, pero ojo a ella, porque podría ser la que aguase la noche de La gran apuesta, no sería descabellado que le robase el Oscar a Mejor guión adaptado, y eso arruinaría por completo las opciones de la película de McKay.
Mad Max: Furia en la carretera
Disfruté como todos cuando se estrenó Mad Max el pasado mes de mayo, pero jamás fui un verdadero apasionado de ella. Si entonces me hubieran preguntado por las opciones de la película de entrar en la categoría reina hubiera pensado que sería una locura. E incluso cuando empezó la carrera y la película de Miller empezaba a posicionarse cada vez mejor me costaba creer que realmente fuera a acabar estando nominada, pero según iba avanzando todo cada vez parecía más clara su presencia. Sí, la película de Miller es extraordinaria, e incluso me parece una de las mejores películas nominadas, pero aún así me sigue chocando su presencia. Pero lo más sorprendente del todo es que soy incapaz de descartar del todo su victoria.
Según avanzan los días aparecen más entusiastas de la película de Miller y apenas se han vertido comentarios en contra suya, lo que puede hacer pensar que estará bien posicionada en la mayoría de las papeletas. La división de votos entre las tres favoritas y el sistema del voto preferencial hacen pensar que una sorpresa de última hora no sería realmente extraña, y aunque la película de Miller no haya ganado ningún premio importante de la carrera, se llevará un buen puñado de Oscar e incluso George Miller tiene muchas opciones de alzarse con el premio a Mejor director. ¿Habrá sorpresa?
Marte
Marte es otra nominada de un perfil muy similar al de Mad Max, pero al contrario de lo que ocurre con la película de Miller, las opciones de la obra de Ridley Scott se esfumaron por completo cuando su director perdió la nominación. Una ausencia sorprendente, puesto que muchos ya empezaban a apostar por un más que esperado premio a Scott.
Creo que tardará aún 3 o 4 rondas en ser eliminada, es una película que por lo general ha gustado a todo el mundo, pero no tiene ninguna opción de ganar y es muy probable que incluso acabe yéndose de vacío, las únicas opciones que tienen de conseguir algún premio es dar la sorpresa en alguna categoría técnica.
El puente de los espías
Antes de que se llegase a ver la película, una de las ideas que barajaba con más fuerza era que este fuese a ser el gran año de Steven Spielberg, ese esperado tercer Oscar que le pondría a la altura de William Wyler y Frank Capra y a un solo premio de John Ford. Un tercer Oscar que estoy seguro que no tardará en llegar. Pero por desgracia, aunque sea la mejor película de Spielberg desde Múnich, la cinta no ha entusiasmado tanto como debería y aunque ha conseguido mantenerse viva, el simple hecho de que dos pesos pesados como Steven Spielberg y Tom Hanks se encontrasen completamente fuera de la carrera eran dos indicadores evidentes de que la película no tenía ninguna opción de alzarse con la estatuilla.
Sus opciones de llevarse algún premio pasan porque Mark Rylance dé la sorpresa y le arrebate el Oscar a Sylvester Stallone, pero parece poco probable. Tendremos muy pronto a Spielberg de vuelta con una película que recuerda mucho a E.T. ¿Se atreverán el año que viene a dar el paso que no se atrevieron a dar en el 83?
El renacido
Habrá muchos académicos dándose golpes contra la pared por no haber premiado el año pasado a Boyhood. Si finalmente el año pasado la película de Richard Linklater se hubiera alzado con el Oscar, este año hubiéramos tenido una carrera muy distinta y la victoria de la película de Alejandro González Iñárritu sería todo un hecho. Pero un segundo Oscar consecutivo para el director mexicano le elevaría a una posición histórica que posiblemente muchos dudan que realmente se merezca (y no, desde luego que está muy lejos de merecerla por ahora). Estos son los principales motivos que pueden llevar a la derrotar a una película que pese a todo llega hoy como favorita, pero que al contrario de lo que ocurre con Mad Max, cada día le aparecen más detractores.
Los datos también hablan a favor de la película de Iñárritu ya que ninguna película que haya ganado el DGA y el BAFTA ha perdido el Oscar a la Mejor película, además, aunque en un principio no parece que vaya a tener un gran bagaje de premios (actor y fotografía son los más probables), fácilmente podría imponerse en un par de categorías más para hinchar su número de premios, y es impensable que la película pueda ganar sin que Iñárritu se haga con el premio al Mejor director. Ahora mismo es la mejor posicionada, pero tiene a sus perseguidores demasiado cerca como para poder descuidarse.
Spotlight
Llegamos al final con la tercera de las principales favoritas, pero también considero que es la que realmente lo tiene más complicado para ganar. Desde que la película de Thomas McCarthy se vio en el Festival de Venecia se posicionó como la principal favorita para alzarse con la estatuilla, pero era una frontrunner a la espera de una rival en mejores condiciones y finalmente acabó viéndose superada cuando llegaron El renacido y La gran apuesta, aún así, su embiste no ha sido tan fuerte como para dilapidar del todo sus opciones. Pero si nos ponemos a pensar en su situación hace que apostar por ella sea muy complicado.
La gran apuesta podría llegar a conseguir un tercer Oscar gracias a su montaje, pero parece muy complicado que Spotlight consiga algún premio más que el de Mejor guión original y la última que una película ganó el premio a Mejor película llevándose tan solo otro Oscar más fue en 1953 cuando El mayor espectáculo del mundo consiguió los premios de Mejor película y Mejor historia. Además la película de McCarthy solo ha conseguido el premio del gremio de actores y eso no parece que vaya a ser suficiente como para acabar cantando victoria.