Thor: El Mundo Oscuro – Pura Evasión | La Cabecita

Me resulta realmente curioso ver como las películas de Marvel han conseguido un espíritu propio que otras películas aún no han tratado de imitar. Parece que el cine de entretenimiento sigue enfocado a personajes oscuros y traumatizados como los que Nolan diseñó para su trilogía de El Caballero Oscuro. Sin embargo, Marvel sigue a lo suyo, con un cine de entretenimiento puramente blanco, muy lejano a eso, cine de entretenimiento en la mayor concepción de su palabra. Porque lo que hay aquí no engaña a nadie, Marvel puede haber dado productos más completos, Los Vengadores, es sin duda la cima de las obras que llevan hasta ahora, y otros más flojos. Pero su espíritu es siempre el mismo. Anteponer el entretenimiento y el espectáculo a esa falsa capa de profundidad tan innecesaria que ahora buscan algunas superproducciones. El resultado son películas que consiguen ser igual de agradables y divertidas para cualquier público que busque la desconexión total durante dos horas (y por suerte, esta vez no se les ha ido la mano con el metraje, otro de los temas a discutir en este tipo de películas) y simplemente pasar un rato en grande.

Thor: El Mundo Oscuro continua tras los actos que presenciamos en Los Vengadores, el dios del trueno ha vuelto a Asgard, y también su hermano Loki, que ha sido capturado y encerrado en una celda por su padre. Pero pronto una raza alienígena amenazará con poner en peligro a los nueves reinos, la amenaza es tal que ni siquiera en Asgard estarán seguros de poderles hacerles frente. Cuando Jane Foster, por accidente, haga que una materia oscura entre en su cuerpo, Thor tendrá que protegerla y ponerla a salvo de estos malvados extraterrestres. Junto a su hermano Loki, ambos lucharan para hacerles frente en una batalla que a través de agujero de gusano conectará el mundo oscuro que aparece en su título, con Londres.

Lo mejor que ha hecho Marvel en su salto al cine, ha sido el ser capaz de mezclar dos lenguajes tan diferentes como el del cómic y el del cine. Del primero conserva sobre todo su colorido y su vistosidad, con una cuidada puesta en escena, con encuadres que a veces se acercan más a los que ofrecería una viñeta que con pequeños fotogramas tiene que ser capaz de encuadrar todas la acción. Esto le sienta muy bien a sus películas, porque resulta imposible perder ni un solo detalle de la acción. Se sabe siempre con precisión que es lo que está pasando, dónde y de qué manera. Hasta que llegó Marvel al cine, jamás se había entendido tan bien la concepción del noveno arte a veinticinco fotogramas por segundo. Pero sería injusto negar que es cine de aventuras en su mayor esplendor, porque la mente transporta directamente al gran cine familiar de los años 80, su desarrollo, siempre sincero, sin buscar las trampas ni engañar al espectador, funciona. Al contrario de lo que ocurre con otras muchas películas actuales, la narrativa en el cine Marvel es siempre simple y sencilla, cada acción tiene su consiguiente consecuencia, no hay que andar armando puzles ni jugando con lo que nos muestra para encontrar la forma de la película funcione. Todo es liviano, realmente llano, poniendo los cincos sentidos en despertar el mayor de los espectáculos pirotécnicos, y el resultado funciona a la perfección, porque sabe mimetizarse con gracia con los primeros blockbusters que abrieron el género. Ofrecer simple y llanamente un honesto entretenimiento, que además sabe también ser siempre divertida y jocosa.

Quizá la peor decisión de Thor: El mundo oscuro sea la fecha de su estreno, porque es un divertimento tan refrescante que debía haber sido estrenado en verano. Marvel sigue haciendo lo que lleva haciendo desde la primera Iron Man, sin mirar a nadie más, centrándose en ese fascinante universo que ha creado que aúna la perfección el mundo del cómic con el del celuloide y le funciona, le funciona muy bien. Porque el resultado es un enorme pasatimento, que además cuenta con un clímax final perfectamente medido, dónde la acción solo se relaja para encontrar el chiste oportuno, y que además está realmente bien filmada (y dicen las malas lenguas que fue el propio Joss Whedon quién dirigió esas escenas). Es cierto que los últimos años nos saturan con tantos superhéroes, e incluso puede despertar cierta pereza seguir continuando viendo estas películas, pero una vez que el logo de Marvel aparece en la pantalla, la evasión es máxima hasta un final, que nos hace salir disfrutando como si aún fuéramos niños pequeños.

Título Original: Thor: The Dark World Director: Alan Taylor Guión: Christopher Yost, Christopher Markus, Stephen McFeely Música: Brian Tyler Fotografía: Kramer Morgenthau Intérpretes: Chris Hemsworth, Natalie Portman, Anthony Hopkins, Tom Hiddleston, Christopher Eccleston, Idris Elba, Kat Dennings, Adewale Akinnuoye-Agbaje, Jaimie Alexander, Tadanobu Asano, Stellan Skarsgård, Ray Stevenson, Zachary Levi Distribuidora: Disney Fecha de Estreno: 31/10/2013