Ayer tarde arrancó en los cines Palafox la primera edición del ‘Nocturna’, el festival de cine fantástico que pretende convertirse en una referencia del género en Madrid. Más discreto que el festival de Sitges, su primo-hermano, el Nocturna comenzó con la proyección del corto Cold Turkey seguido de la película Home sweet home. El plato fuerte del día fue sin duda la proyección de Silent Hill: Revelation 3D. Nosotros pudimos asistir, sin embargo, sólo a dos proyecciones.
A las 18:00h, nos dispusimos a ver el cortometraje Sunset Day, de J.A. Durán. Curioso, a la vez que fallido, se ve lastrado por la pesada voz en off que lo va narrando, íntegramente en inglés, con un tonillo monótono. La historia pretende emular el cine americano de género, hablando de una corporación dedicada a evitar el fin del mundo una y otra vez pero, realmente, cumple más como drama romántico con ínfulas de trascender. Quizás ir más al grano y haber optado más por un consistente diálogo en vez de esa narración en off, hubiera ayudado.
Tras el corto, tuvimos la oportunidad de ver la primera de las películas de la sección ‘Nocturna panorama’, espacio que acoge, fuera de competición, producciones internacionales de género fantástico. La película en cuestión, llamada Easton’s Article es la fallida ópera prima de Tim Connery. Absurda y bastante tostón, cuenta la historia de un hombre (el Easton del título) que recibe un día por Internet su futuro obituario y decide volver a su pueblo natal para jugar con el destino. A priori, la sinopsis es atrayente, no obstante, desde el principio es aburrida, ilógica y, consecuentemente, los resultado dejan que desear. Según avanza es más absurda, hasta acabar torpemente, como se predecía por el camino que había tomado. No recomendable ni para abstraerse, totalmente prescindible.
Menos mal que por la noche el panorama mejoró un poco. A las 22:30 asistimos a la proyección del corto El otro, presentada in situ por su director Jorge Dorado y su simpático actor protagonista, Hovik Keuchker Ian. Trata de un hombre un tanto huraño, que se graba en video por las noches porque sufre ataques de sonambulismo que le convierten en alguien peligroso. Esta revisión de Jekyll y Mr. Hyde tiene su puntillo aunque le falta algo de garra para que el mensaje quede del todo claro.
La película que vimos a continuación fue la canadiense A Little Bit Zombie, que inauguraba la sección ‘Nocturna Madness’. Este apartado se compone de películas que destacan por su violencia o humor negro. Y así fue, el film de Casey Walker destila un humor guasón desde la primera escena, cuando se nos presenta a dos socarrones cazadores de zombies. A uno de los muertos vivientes un mosquito le pica y será este insecto, mediante una cámara subjetiva, quien infecte al protagonista dando paso a una sucesión hilarante de escenas. Porque el protagonista no llega a convertirse del todo en un muerto viviente, conserva su capacidad de pensar y hablar aunque se muera de ganas, nunca mejor dicho, por un cerebro fresco. Sus amigos le ayudarán en esta tarea, claro. A Little Bit Zombie es una película ideal para acabar el primer día de festival pues es una comedieta simplona, sin grandes pretensiones, bastante entretenida, con un reparto tirando a malo pero, en conjunto, lo suficientemente potable como para no desmerecer un visionado.
Esta tarde, volveremos al Nocturna. Y ojalá la participación de público mejore. Desgraciadamente, en estas dos películas que pudimos ver, aparte de estar relegadas a la sala 2, con bastante menos capacidad que la sala principal, estaban cuasi vacías. En Easton’s Article apenas habría unas 20 personas; para la película de la noche, el número de gente se duplicó. Pero siguen siendo datos pobres para un festival de estas características. Aún nos queda toda la semana por delante, con muchos títulos interesantes, así que seguro que estos datos de público mejoran.