Embarcarse en el remake de una película de culto como Old boy es, sin duda, un terreno farragoso. El simple hecho de atreverse una obra de culto es algo que resulta imperdonable para el cinéfilo. Salvo que te llames Martin Scorsese y dirijas Infiltrados o seas Los hermanos Coen y rehagas Valor de ley. El estatus de Spike Lee obviamente no es el mismo, aunque muchos se parecen haber olvidado que este hombre dirigió una de las mejores y más importantes películas de los últimos treinta años. Y ni grandes directores como Martin Scorsese o Los hermanos Coen tienen en su haber una obra de la potencia y la calidad que tiene Haz lo que debas. Una película por la que iría más allá, y me atrevería a decir que es una de las mejores obras de todos los tiempo. Anclado en el terreno racial, es cierto que la carrera de Spike Lee es más irregular que la que merecería tener el director de aquella fantástica película. Pero entre los logros de Lee se encuentran el realizar una de las más impresionantes biografías de un personaje del siglo XX (Malcolm X), atreverse a realizar un thriller alejado de su estilo habitual que era realmente explosivo (Plan oculto) o hacer la mejor radiografía que ha dado el cine sobre la sociedad americana post-11 S (La última noche) y eso sin olvidar unas cuantas más películas realmente remarcables como aquella maravillosa Una mala jugada en la que además le sacó la mejor actuación de su carrera a Denzel Washington.
Una cosa tenía clara antes de enfrentarme hasta remake de Old boy, podría ser buena o mala. Seguramente sería inferior a la inmensa obra que realizó Park Chan-wook. Pero no estaría presenciando un simple remake de encargo, si no una visión completamente nueva a ese retrato sobre la venganza de un autor con suficiente dependencia como para hacer el trabajo suyo. Y así fue, Spike Lee no me defraudó en absoluto con esto, si hay algo que se puede decir con contundencia de este nuevo Old boy, es que es una película de Spike Lee y que la coletilla «remake» como término denigrante es una completa injusticia. Para quien no conozca la historia. Old boy es la historia de un hombre que durante veinte años es encerrado en una habitación sin conocer quién lo ha hecho, ni cuál es el motivo. Una vez que salga de esa prisión, su objetivo será encontrar al que lo hizo y vengarse de él. Algo que será mucho más complicado de lo que parecía, y que le embarcará en un tortuoso viaje en el que tendrá que enfrentarse con su pasado.
Si hay algo que separa a los Old boy de Chan-wook y Lee es precisamente el tratamiento que hacen de la historia. La de Chan-wook era una obra de una fuerza visual envidiable que siempre hacía recaer su peso en esa historia de venganza. El principal objetivo de su protagonista, Oh Dae-su, por encima de cualquier otro era vengarse de lo que había sufrido. No parecía importarle demasiado ni siquiera el hecho de reencontrarse con la hija a la que quitaron de su lado. Su meta durante los quince años que quedó encerrado era simplemente encontrar a aquellos que le encerraron. Lee, sin embargo, busca un enfoque mucho más íntimo y menos visceral. Ya en el principio de la película encontramos que el realizador busca que el espectador conozca a fondo lo miserable que es este tipo llamado Joe Doucett (un nombre fonéticamente muy similar al del original, uno de los múltiples homenajes que la obra de Lee guarda a la obra de Park Chan-wook). Su estancia, esta vez alargada a veinte años, no sólo despierta en él el espíritu de vengarse de los que le hicieron eso. Si no también, de reordenar su vida, sacar de él al ser humano que tiene dentro, y reencontrarse con su hija para ser capaz de limpiar su pasado. Una travesía mucho más íntima en una obra dónde el castigo es más importante que la venganza y que se ve subrayado en un epílogo, mucho más punitivo que el de la obra original, y también mucho más sensato con lo que se cuenta. Y porque no decirlo, es incluso un mejor cierre para la película que el del original.
Pese a no ser para nada un trabajo habitual en la carrera de Spike Lee, con una carrera más enfocada a mostrar el lado de Nueva York que no muestran las películas de Woody Allen, es sin embargo una obra en la que demuestra un pulso para rodar cosas que antes no había realizado. Aún recordamos aquellas secuencias tan vibrantes que tenía Plan oculto y nos preguntábamos como de repente Spike Lee era capaz de dirigir de aquella manera cuando nunca lo había hecho. Y llegamos a Old Boy, y nos encontramos con que hace un uso de la violencia casi equiparable al que hace Quentin Tarantino, como en esa inquietante secuencia en la que un cúter se vuelve un arma despiadada en el cuello de Samuel L. Jackson. Con que es capaz de rodar secuencias de artes marciales, que no sólo están coreografiadas a la perfección, si no rodadas de manera maravillosa. Y así, una vez más, la obra de Lee supera a la de Chan-wook, haciendo que el plano secuencia de la pelea que tenía la primera versión de la película resulte aún más espectacular en esta ocasión. Y lo hace, siempre, sin perder la perspectiva del autor sobre una obra que se ve que ha estudiado a fondo, y ha tratado siempre desligarse de ella, para dar su propia versión sin olvidarse del material original.
Entremos en comparaciones odiosas. La película de Spike Lee va a ser defenestrada por muchos, simplemente por ser una nueva versión de una película que ya es maravillosa. Dirán que simplemente no había que hacerla. Olvídense de estos comentarios, disfruten de Old boy como ha sido concebida, como una película con suficiente autonomía e identidad como para desvincularse de la obra original, y que si además, como Spike Lee, como un servidor, aman la película de Park Chan-wook, acabarán disfrutando aún más de las múltiples referencias que guarda la obra. Este nuevo Old boy es tan turbio y tan perturbador como lo era original. Su final, mucho más operístico y consecuente con el resto de la película orquestado por un extravagante y singular Sharlto Copley que aquel impactante puñetazo psicológico que tenía la obra de Chan-wook, es quizá el único punto dónde la película de Lee se queda rezagada. No es que lo haga mal, simplemente era complicado llegar a ese nivel de magnificencia que guardaba en esas secuencias la obra de Chan-wook. Más íntima y menos extravagante, con un protagonista encarnado a la perfección por un excepcional Josh Brolin que además se siente cálido, triste y desesperanzado cada vez se une con la fragilidad que transmite esa mirada perdida de Elizabeth Olsen, alejada por completo del universo parishiltonistico de sus hermanas. La nueva versión de Old boy es sin duda una gran película, dónde lo único innecesario de ella, son las odiosas comparaciones, que en absoluto vienen a cuento.
Ficha técnica:
Título Original: Old boy Director: Spike Lee Guión: Mark Protosevich Música: Roque Baños Fotografía: Sean Bobbitt Reparto: Josh Brolin, Samuel L. Jackson, Elizabeth Olsen, Sharlto Copley, James Ransone, Lance Reddick, Michael Imperioli, Richard Portnow, Taryn Terrell, Rami Malek, Caitlin Dulany, Joe Chrest, Linda Emond Distribuidora: Universal Fecha de estreno: 24/01/2014