The Running Man – Televisión basura | La Cabecita

Es más que curioso que el mismo mes en el que el padre de la literatura de terror Stephen King, haya estrenado la continuación de la adaptación de IT en formato de miniserie y también se haya llevado al cine su primera novela corta (La larga marcha), nos llegue simultáneamente una nueva adaptación de una de sus más exitosas novelas como es The Running Man. En ésta ocasión llega a cargo del estupendo Edgar Wright y con una de las más prometedoras estrellas masculinas del momento: Glen Powell revalidando su título de nuevo héroe de acción. Una propuesta tan estimulante y notable como cabía esperar, que deja en pañales a la anterior versión de 1989 a manos de Paul Michael Glaser con Arnold Schwarzenegger, quien por entonces era a mayor estrella del cine de acción del planeta.

Edgar Wright es uno de esos autores que siempre destacan hagan lo que hagan. Se podría decir que su especialidad es el cine de género tal y como demostró en la extraordinaria Última noche en el Soho, pero es cierto que tanto la comedia (La trilogía del cornetto) como la acción (Baby Driver) son también buena muestra de que se defiende a la perfección en el blockbuster adulto, por ello el que The Running Man haya llegado a sus manos como un encargo, se siente súper atinado y francamente acertado. Porque Wright sabe perfectamente cómo dominar el equilibrio entre un buen espectáculo y una crítica política que engrandece a la película, haciendo trascender el cine de acción como mecanismo de entretenimiento frenético para las masas y a su vez colarte un potente ejercicio atípico de cine político. Aunque el material de partida es tan bueno y tan acertado con el momento social que el mundo del entretenimiento está atravesando, que hace que la película se sienta más fresca y de más rabiosa actualidad de lo que probablemente jamás pensó Stephen King cuando la escribió.

The Running Man disecciona el contenido de la televisión basura por el que se rigen los contenidos de entretenimiento actual de mayores índices de audiencias a través de la novela de King en la que se describe a una sociedad de un futuro cercano que tiene amplias conexiones con la actualidad. The Running Man es el programa de mayor éxito de la televisión: una competición mortal en la que los concursantes, conocidos como Runners, deben sobrevivir 30 días mientras son perseguidos por asesinos profesionales. Cada movimiento es retransmitido en riguroso directo a un público sediento de sangre que ve cómo con cada día que pasa aumenta la recompensa a cobrar por denunciar al Runner, si éste es captado por el espectador escondiéndose por cualquier rincón del país.

Lo que nos lleva a conocer la dura realidad de Ben Richards (Glen Powell), un desempleado padre de familia que se encuentra desesperado por encontrar trabajo para costear la medicación necesaria para salvar a su hija enferma. Razón por la que acorralado por sus deudas e incapaz de encontrar una solución, es convencido por el encantador pero despiadado productor del programa, Dan Killian (Josh Brolin), para que participe en el juego como último recurso. Pero lo que no saben es que han fichado a la futura estrella de su programa, pero también a un revolucionario que pondrá a prueba su vida mientras se convierte en un icono para la sociedad de la clase trabajadora que ve en él al héroe que la sociedad demanda.

Pero claro, a más audiencia, más aumenta la recompensa, convirtiendo el programa en una peligrosa carrera por la supervivencia narrada en un escandaloso tiempo real en el que nada es necesariamente lo que parece.

Edgar Wright da rienda suelta a su talentosa capacidad para generar adrenalina en un exquisito film de acción clásica con un certero guión co-escrito por él mismo junto a Michael Bacall en donde aprovechan la contemporaneidad de la influencia de la Inteligencia Artificial como entretenimiento de las masas, así como la consecuente herramienta del deep fake, que puestas al servicio de la realización del reality show, ayudan a deformar las intenciones de Ben para tratar de frenar su meteórica popularidad, sin saber que lo que han hecho al ficharle es meter al “enemigo” en casa. Glen Powell y su arrollador carisma son el emblema y pieza central de un estupendo blockbuster como los que se hacían antes, pero con los avances técnicos y el atrevimiento narrativo del cine de autor comercial que se hace en la actualidad.

The Running Man se une a otros títulos como Los juegos del hambre, Blade Runner o Minority Report como blockbusters de corte futurista que en la actualidad funcionan como espejo social estableciendo analogías entre lo que está pasando en el mundo y lo que en la pantalla funciona como entretenimiento en el que todo es posible en pro de lograr el mayor alcance posible. Un ejercicio perfectamente bien equilibrado bajo la dirección de un todoterreno como Edgar Wright que junto a un explosivo Glen Powell conforman uno de los mejores films de acción de los últimos años, así como la esperanza para un futura vía en la que títulos tan valientes y extraordinarios como Starship Troopers: Las brigadas del espacio (Paul Verhoeven, 1997) vuelvan a tener cabida.

Título original: The Running Man Director: Edgar Wright Guión: Michael Bacall, Edgar Wright Fotografía: Chung Chung-hoon Música: Steven Price Reparto: Glen Powell, Emilia Jones, Lee Pace, Katy O’Brian, Josh Brolin, William H. Macy, Michael Cera, Colman Domingo, David Zayas, Chi Lewis-Parry, Karl Glusman, Sean Hayes, Jayme Lawson, Martin Herlihy, Daniel Ezra Distribuidora: Paramount Pictures Fecha de estreno: 21/11/2025