Pocos directores ostentan los diferentes y muy meritorios hitos de Alejandro Amenábar. Ganador del Goya a mejor director en dos ocasiones y otra como director nobel, además de ganar también otros tres Goyas a mejor película, un Oscar por Mar adentro y artífice de la película española más taquillera de todos los tiempos: Los otros. Además por si todo eso fuera poco, alberga también ser el primer guionista y director español al que le han comprado los derechos para hacer un remake americano de una de sus películas como fue Abre los ojos, reconvertida en Vanilla Sky por el nominado al Oscar Cameron Crowe. Datos que si tenemos en cuenta su corta edad – todos estos hitos los logró con tan solo 33 años – la carrera de Amenábar no es solo meteórica, es prácticamente única e irrepetible, de ahí quizá que desde entonces su peor enemigo sea él mismo y cada nueva película que hace sea irremediablemente comparada cons sus extraordinarias cuatro primeras películas (Tesis, Abre los ojos, Los otros y Mar adentro) y siempre – evidentemente – sale perdiendo. Ahora y después de cinco años sin hacer un largometraje, regresa al cine con El cautivo, la apasionante y singular historia del cautiverio que sufrió Miguel de Cervantes en Argel en 1575 cuando tan solo tenía 25 años, antes de convertirse en el gran contador de historias que ha pasado a la Historia universal. Una nueva oportunidad para sorprender o decepcionar a un público que siempre está dispuesto a mirar atrás y recordarle quién es.
Tras La fortuna, serie de aventuras y tesoros que realizó con Movistar + para la pequeña pantalla, Amenábar vuelve a un pasaje de nuestra Historia para contar la historia nunca contada del cautiverio de uno de los más ilustres escritores de todos los tiempos: Miguel de Cervantes. La acción nos traslada al siglo XVI, momento en el que tras ser herido del brazo izquierdo durante la batalla de Lepanto, el joven soldado Miguel de Cervantes es capturado en alta mar por corsarios árabes y llevado a Argel como rehén. Consciente de que allí le espera una cruel muerte si su familia no paga pronto su rescate, Miguel encontrará refugio en su pasión por contar historias. Sus fascinantes relatos devuelven la esperanza a sus compañeros de prisión y acaban por llamar la atención de Hasán, el misterioso y temido Bajá de Argel, con el que comienza a desarrollar una extraña afinidad. Mientras los conflictos crecen entre sus compañeros, Miguel, llevado por su inquebrantable optimismo, comenzará a idear hasta cinco diferentes y arriesgados planes de fuga.
Para adentrarse en lo que ocurrió durante esos largos cinco años en los que Cervantes no solo sobrevivió, sino que nunca sufrió ninguna tortura o mutilación y además disfrutó de varios privilegios y atenciones por parte del Bajá con quien mantenía una estrecha e intima relación, Amenábar teoriza sobre un rumor que desde años atrás ha ido asociandosé a la figura de Cervantes, como un hombre homosexual o bisexual, que mantuvo una relación sentimental y sexual con Hasán, lo que le permitió sobrevivir a su cautiverio y regresar a España con su familia en donde se convertió en el famosísimo escritor que es hoy día. Una teoría que a muchos hostigara y que convierten el último trabajo de Amenábar en uno de los más valientes de su filmografía. Para ello y para poner en la piel de un joven y apuesto Miguel de Cervantes, Amenábar opta por escoger a Julio Peña, un intérprete prácticamente nobel que sorprende gratamente al calzar los zapatos del Señor de La Mancha. Uno de los principales aciertos de la propuesta, al igual que la elección de una leyenda de nuestro cine como es Miguel Rellán, en el papel de Antonio de Sosa, amigo y confidente de Cervantes y el narrador de esta gran historia que el mundo desconocía.
El cautivo responde eficientemente a todo lo que se espera de una superproducción de 15 millones de euros. Es bonita de ver, luce bien su presupuesto, tiene un depurado y lúcido apartado técnico y artístico y a ratos, responde bien al ritmo de lo que cabía esperar de ella, pero también a ratos luce igual que algunos de los episodios de su serie de La fortuna, otorgándole un barniz quizá más televisivo que cinematográfico, algo que por otra parte ya se llegó a apuntar también en Mientras dure la guerra, su último trabajo en cines. Algo que sorprende muy mucho viniendo de un director que puede presumir de ser realmente un visionario y un revolucionario de nuestro cine y que ahora en su etapa madura, sorprende para bien o para mal (según a quién se le pregunte) con un nuevo estilo muy sobrio en el que rara vez logramos reconocer su virtuosismo tras la cámara.
No obstante, El cautivo es una digna película clásica de aventuras y cautiverio que pese a alguna que otra cuestionable decisión – como la de otorgar a Fernando Tejero el peso dramático del antagonista del film, en el papel del complicado padre inquisidor Blanco de Paz – funciona correctamente y no es una mala película. Quizá una película muy sosa para toda la enjundia que podría haber dado de sí la atrevida propuesta, siendo esto último lo más acusable del regreso a la dirección de uno de nuestros directores favoritos, aunque de un tiempo a esta parte ya (casi) no lo sea tanto. “Pero como quien tuvo retuvo”, desde luego siempre será mejor una mala película de Alejandro Amenábar o una “sosa”, como es el caso de El cautivo, que una correcta de cualquier otro director. En el cine de Amenábar siempre hay buenas historias, porque él es un gran contador de historias, que algunas acaben por ser mejor que otras es ya algo totalmente subjetivo, pero que siempre responde a unos mínimos es un hecho afortunadamente demostrable y es una fortuna tenerlo entre nosotros.
Título original: El cautivo Director: Alejandro Amenábar Guión: Alejandro Amenábar Fotografía: Alex Catalán Música: Benjamin Wallfisch Reparto: Julio Peña, Alessandro Borghi, Miguel Rellán, Fernando Tejero, Luis Callejo, José Manuel Poga, Roberto Álamo, Albert Salazar, Juanma Muniagurria, César Sarachu, Jorge Asín, Mohamed Said, Walid Charaf, Luna Berroa Distribuidora: Buena Vista Fecha de estreno: 12/09/2025