Wicked: Parte II – Forjando una leyenda | La Cabecita

Sí hay un musical propiamente representativo de la generación millennial, ese es Wicked. Desde su debut en Broadway el 10 de junio de 2003, ha estado de forma permanente y consecutiva en cartel hasta la actualidad. Su legado es tan grande y tan importante, que muy probablemente sea el último gran musical evento, capaz de traspasar los códigos del teatro musical y trascender no solo al cine, sino a la cultura popular como un símbolo imperecedero, casi a la altura de su inalcanzable referente: El Mago de Oz. Quizá por eso, entre muchas otras muy buenas razones, Wicked: For Good, que aquí en España se ha titulado Wicked: Parte II, ha llegado a los cines no solo como el segundo acto y épica conclusión de un fenómeno musical cinematográfico sin precedentes, sino como la confirmación de una leyenda que se ha forjado conectando con todo tipo de público a través del mundo. Ésta no es solo una segunda parte, es la consagración de un libreto extraordinario que pasará a la Historia del cine como el musical más taquillero de todos los tiempos y que ya solo por eso bien merece la pena soñar con lo que nos muestra y dejarse llevar hasta las mágicas tierras de Oz y su ciudad Esmeralda, pero es que además es una muy buena película con una capacidad única y universal de atravesar los corazones.

Honestamente Jon M. Chu y todo su equipo (pero sobre todo él) no lo tenían nada fácil para tratar de igualar el éxito e impacto de su extraordinaria primera parte con éste segundo acto. El principal problema al que han tenido que enfrentarse (además de las expectativas) es que por una cuestión puramente cultural e idiomática, en España y en otros muchos territorios de habla en español, ésta segunda parte del musical apenas es conocido y prácticamente ninguna canción de las que en ella se presentan, se acercan siquiera a la relevancia y el impacto de “Defying gravity”, que se ha convertido en un himno mundial por razones obvias. Esto ocurre sobre todo porque hasta hace escasamente un mes, no se había adaptado nunca el musical en nuestro país y por ello mucho de su público objetivo no conocía el resto de canciones y mucho menos la forma en que narrativamente todo toma forma en el desenlace para conectar con El Mago de Oz. Pero con todo y con eso es innegable que Wicked: For Good es mucho más que un digno cierre, es literalmente el desenlace perfecto.

Tras un primer acto lleno de color, ilusión y muchisíma comedia, Wicked: For Good se presenta cinco años después de los sucesos acontecidos en su primera entrega y nos hace regresar a Oz en un momento en el que tras la ruptura establecida con las dos amigas protagonistas Elphaba y Glinda y la realidad que las rodea, ahora han de enfrentarse a una dolorosa realidad. Ambas tendrán que hacer frente a las imposiciones que la sociedad les ha obligado a aceptar, tras la revelación de que Elphi ha sido rebautizada como la bruja malvada del Oeste y como el enemigo de la nación, algo que por más que duela, es incapaz de romper una unión que se había forjado desde el amor más puro, una amistad que es para siempre, aunque no sea fácil ponerla a salvo y aunque suponga hacer una serie de sacrificios que acabarán por determinar el futuro de nuestras dos heroínas, de una forma para que quizá no estábamos preparados. Porque Wicked: For Good es a grandes rasgos una tragedia sobre cómo para preservar el bien de una sociedad, es necesario crear un enemigo común y a su vez crear paralelamente un ser de luz, un salvador capaz de darles esperanza y algo mucho más importante: algo en lo que creer.

El segundo y conclusivo acto de Wicked vuelve a estar hecho del material con el que se hacen los sueños, pero en esta ocasión lleva a cabo la representación definitiva de un cuento de hadas adulto con todo lo que eso implica. Una preciosa película mucho más conmovedora, oscura y madura que su predecesora, en la que se hace evidente que los finales felices sí existen, pero solo para algunos pocos afortunados, mientras que el resto tiene que conformarse con seguir viviendo y preservando la ilusión de que algún día, en algún momento sea también nuestro turno. Wicked: For Good abandona parcialmente su optimismo, para construir una épica conclusión final, en la que todo acaba por tomar forma con un carácter mucho más político (que ya estaba en la novela original de Gregory Maguire y que sirvió de base para el musical de Broadway a partir del cual ésta película se ha hecho realidad). Una nueva película en la que la sensacional Cynthia Erivo vuelve a demostrar porqué era la única opción posible para interpretar en cine a Elphaba y en la que una monumental Ariana Grande asume mucho más peso en la historia y muestra su inesperada capacidad para el drama, acaparando todas las miradas de todas y cada una de las escenas de una película que incontestablemente debería otorgarle de forma unánime su primer Oscar a la mejor actriz secundaria por una Glinda que nos definitivamente se ha quedado con nuestro corazón.

Jon M. Chu puede gustar más o menos, en honor a la verdad nunca ha sido precisamente el director más sútil o delicado del mundo. Pero su capacidad para abordar el musical desde una perspectiva representativa del blockbuster, es algo que desde luego no todo el mundo sabe hacer y mucho menos tan bien como él. Su marca de la casa por así decirlo, siempre ha sido la factura visual que combinando lo digital con efectos prácticos y artesanales, hace trascender aquello en lo que trabaja como algo visualmente apabullante y muy vibrante. Algo con lo que se explayó durante el primer acto y con lo que ha tenido que realizar un importante ejercicio de contención para un segundo acto mucho más gris y dramático en el que aunque siempre hay lugar para el color, son ahora otros tonos mucho más fríos los que de nuevo sirven como representación emocional de lo que atraviesan sus protagonistas. En cuanto a esto y a la excelente dirección de actores, entre los que destaca  también la ganadora del Oscar Michelle Yeoh como la villana de la película Madame Morrible, Jon M. Chu ha hecho lo que tenía que hacer y lo ha hecho de la mejor manera posible, teniendo en cuenta sus habilidades y su talento (ahora cuestionado por muchos) dando como resultado un musical único y extraordinario capaz de tener su propia identidad cinematográfica, que se complementa maravillosamente con el material original de partida ya existente.

Wicked: For Good es un regalo extraordinario para los fans del musical original y del cine musical en general. Una conmovedora y preciosa película sobre el poder de la amistad, que nos invita a abrazar nuestra diversidad y todo aquello que nos hace únicos y maravillosamente raros, por encima de todos y de todo.

Un musical que irremediablemente te robará el corazón para siempre.

Título original: Wicked: For Good Director: Jon M. Chu Guión: Winnie Holzman, Dana Fox Fotografía: Alice Brooks Música: Stephen Schwartz, John Powell Reparto: Cynthia Erivo, Ariana Grande, Jonathan Bailey, Michelle Yeoh, Jeff Goldblum, Keala Settle, Bowen Yang, Bronwyn James, Colin Michael Carmichael, Ethan Slater, Marissa Bode, Aaron Teoh Distribuidora: Universal Pictures Fecha de estreno: 21/11/2025