Antboy, el pequeño gran superhéroe – Moraleja con sombra | La Cabecita

Antboy

Antboy (Ask Hasselbalch, 2013) es un cuento y lo muestra sin pudor. Quiero decir que no es un cuento irreverente, que, al modo de Shrek, se apoye en subvertir los roles de la clásica historia para niños. Y en esta no irreverencia está el atractivo en forma de ternura de esta película, pero también su lastre, ya que, vista con los siempre sospechosos ojos de un adulto, adolece de cierta simpleza, al menos hasta que nos paramos a pensar un poco en su final.

En todo caso, el arranque de Antboy concita interés, gracias a una introducción con voz en off de su protagonista, interpretado estupendamente por Oscar Dietz: “Yo soy Pelle, una hormiguita en un hormiguero gigante, insignificante.” Claro está: quién no ha querido ser alguna vez otra persona, alguien que los demás consideraran especial, o más concretamente, alguien en quien se fijara la chica más guapa del colegio, aquí llamada Amanda, causa de los suspiros del pequeño Pelle y -como mandan los cánones- rubia, con cara de princesita, bastante cursi y algo altiva.

Antboy

Y Pelle consigue lo que quiere, consigue ser alguien especial, nada menos que un superhéroe. Para ello solo tendrá que salir corriendo de unos matones del colegio, esconderse en el jardín de una destartalada casa misteriosa y ser picado por una hormiga mutante, que, como primer aviso, le hará devorar cualquier alimento con azúcar que encuentre a su paso. El segundo aviso ya será una fuerza desmedida para un niño de doce años, y el tercero –el definitivo- su encuentro con un compañero de colegio, lector de cómics de superhéroes, que le ayudará a ir comprendiendo su destino. Esta relación hace que la película crezca, por su comicidad y por una bien lograda sensación de sana camaradería, que hace que el amigo nerd (interpretado muy simpáticamente por Samuel Ting Graf) investigue sobre el mundo de las hormigas –sus capacidades y sus puntos flacos-, sirva de escudero ideal para el aún asustadizo superhéroe y llegue incluso a confeccionarle un traje con el que afrontar convenientemente sus misiones.

El resto de la película no tiene grandes pretensiones y mantiene el tono típico, encantador y ligero de un cuento infantil: hay un villano, apodado la Pulga, que siembra el mal en la población porque digamos que el mundo lo ha hecho así; también aparece una especie de Lex Luthor, que encarna, en la sombra, un mal más real y, por ello, más aterrador; tiene lugar asimismo un poco de acción con la pequeña Amanda y su más interesante hermana Ida de por medio; aparece, cómo no, la clásica crisis de identidad del superhéroe, que se ve inútil y confuso ante la pesada carga de su responsabilidad; y, para confirmar el canon, se subraya una moraleja final, que, ensalzando la amistad, nos prepara para un sueño reparador y una vida más sabia: “Porque uno no puede salvar el mundo solo, ¿verdad?”

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Todo aparentemente muy ameno y limpio hasta que los ojos del adulto –y los de un niño avezado- advierten que la triunfante enseñanza final deja algo sin resolver, porque el movedizo asunto del mal no parece dejarnos tan tranquilos como podría parecer tras un visionado somero. Sí, acaba la película y uno constata las virtualidades benéficas de la noble amistad, uno celebra la cierta madurez adquirida por nuestro pequeño protagonista y uno se apacigua cuando comprueba que Pelle ha descubierto que el amor es algo más que simple fascinación o idolatría. Pero, detrás de todo esto, ocurre que hay una injusticia no resuelta, y eso no ayuda a dormir, ni a considerar este cuento tan inocuo.

 Extraño cuento para niños resulta al final Antboy (¿no lo son todos en el fondo?) cuando, tras su superficie lúdica y moralizante, un Lex Luthor cualquiera –aquí despojado de la atractiva picaresca socarrona que tenía aquel personaje interpretado por Gene Hackman-, sale indemne. La inocencia se oscurece cuando un villano genuino, que podríamos reconocer en cualquier periódico o en un noticiario de televisión, uno con perfecto traje y tan estupenda corbata que parece un ciudadano ejemplar, un empresario de éxito planetario que esconde más de lo que dice, no solo no obtiene castigo alguno, sino que ni siquiera ve aireadas sus miserias, mientras otros malos intermedios -menos dañinos y, a la sazón, producidos por él- pagan todas las consecuencias y, aparentemente, cierran el círculo de una comunidad reconciliada. El mal (aun estereotipado como aquí) tiene tan largos tentáculos que el pequeño Antboy no alcanza ni a atisbarlos.

2.5_estrellas

Ficha técnica:

Título Original: Antboy Director: Ask Hasselbalch Guión: Anders Ølholm Música: Peter Peter Fotografía: Niels Reedtz Johansen Reparto: Oscar Dietz, Nicolas Bro, Samuel Ting Graf, Amalie Kruse Jensen Distribuidora: Mucho Bueno Films Fecha de estreno: 14/11/2014