David Lynch realizó la adaptación a la gran pantalla de la novela de Frank Herbert, Dune, en 1984. Tras los varios problemas que tuvo con los productores cuya libertad no era totalitaria, el resultado fue un absoluto desastre renengando de ella (y todavía sigue). No obstante, se pensaron en algunos directores antes que Lynch y el ideal era Alejandro Jodorowsky. En este documental, se enseña como habría sido Dune si hubiera terminado la producción llevada por director chileno durante 5 años.