Gloria, faltas en el aire falta tu presencia,
cálida inocencia faltas en mi boca que sin querer te nombra
y escribiré mi historia con la palabra Gloria
porque aquí a tu lado la mañana se ilumina la verdad
y la mentira se llaman Gloria Gloria.
Y Gloria se levanta, está sola, falta ella, falta su presencia. Intenta escribir su propia historia, una historia a la que llama Gloria. Desde el vacio de su existencia, desde su soledad. Intentando iluminarse en una compañía forzada, sólo para no estar sola. Sabe que es una mentira, pero necesita rellenar el hueco en el aire.
Faltas en el aire faltas en el cielo,
quémame en tu fuego fúndeme en la nieve
que congela mi pecho te espero Gloria Gloria.
Y Gloria de repente se ve en una habitación de hotel, está sola. Tiene que salir, tiene que quemar su piel, necesita su compañía, necesita que su pecho se pare para poder sentirse viva. Pero todo esto es un juego que duele, es un juego que la quema.
Campo de sonrisas agua en el desierto,
corazón abierto aventura de mi mente de mi mesa
y de mi lecho del jardín de mi presente
te espero Gloria Gloria,
por quien espera el día y mientras todos duermen,
con la memoria inventa aroma entre los árboles,
en una tierra mágica por quien respira niebla.
Porque Gloria sonríe, quiere ser feliz. Quiere tener una familia, pero todo se fue al traste, se junta con sus hijos, lleva a su amante. Pero abre su corazón y se aferra al pasado. No puede esperar, no tiene quien la espere. La memoria es dura, es triste, el recuerdo de un tiempo pasado que fue feliz, que ahora se pierde en la completa agonía de la soledad, cuya única compañía real es la de un animal que se pasa por las noches, en medio de la niebla, a estar junto a ella. Pero ella la rechaza, no entiende que el mundo la está obligando a vivir en la completa soledad.
Por quien respira rabia te fundes en sus besos,
te desnudas provocando y hago sombras en el techo,
pensando en Gloria Gloria.
Gloria se desnuda en esa habitación de hotel. Tratando de retener al hombre que no ama, y que tampoco la ama. Ella lo sabe, y le da rabia, pero lo necesita. No necesita amar ni sentirse amada, necesita quien la pueda acariciar su cuerpo desnudo, quien la haga sentirse más que una simple sombra que deambula.
Faltas en el aire faltas en el cielo,
quémame en tu fuego fúndeme en la nieve
que congela mi pecho te espero Gloria Gloria,
(Gloria) campo de sonrisas (Gloria)
agua en el desierto
(Gloria) corazón abierto (Gloria)
aventura de mi mente de mi mesa
y de mi lecho del jardín de mi presente te espero Gloria
Y falta, falta continuamente, y en esa mesa, alguien la ve, piensa que es un objetivo fácil, busca una aventura. En otro momento Gloria no habría dudado, pero hoy no, hoy Gloria necesita fundirse en cuerpo y alma con el mundo, olvidar su propia existencia, ser feliz sin sentir nada. Sintiéndolo todo.
Y así, en las líneas de Umberto Tozzi, es como Sebastián Lelio da vida a la triste y hermosa Gloria, una historia preciosa sobre la soledad de una mujer que no sabe escapar de ella. Una película sobre el dolor de la soledad, y la marca de los años. Pero al final, no se llama Gloria, se llama Paulina García, y lo que hace, sencillamente, no es cosa de este mundo. Una actuación tan triste y tan cercana que duele, una persona que se presenta candil y frágil, pero en realidad trata de ser dura, pero que se esconde tras sus enormes gafas, pretendiendo que así, nadie la vea. Que te seduce por completo, pero en un mundo, en el que tan solo el espectador parece darse cuenta de ella. Pocas veces una actriz había dicho tanto con la mirada y no se llama Gloria, se llama Paulina.
Título Original: Gloria Director: Sebastián Lelio Guión: Sebastián Lelio, Gonzalo Maza Fotografía: Benjamín Echazarreta Intérpretes: Paulina García, Sergio Hernández, Coca Guazzini, Antonia Santa María, Diego Fontecilla, Fabiola Zamora, Hugo Moraga, Alejandro Goic, Liliana García, Luz Jiménez, Marcial Tagle Distribuidora: Vértigo Fecha de Estreno: 04/10/2013