La prolífica directora española Isabel Coixet adapta para su nueva película la popular y aclamada novela de Sara Mesa Un amor y lo hace regresando a su mejor versión como directora en una película fría, áspera y luminosa que le va como anillo al dedo. La capacidad de la directora por plasmar un texto ajeno y hacerlo completamente suyo es asombrosa, pero asombrosa es también la película, una película que te arrastra junto a su personaje protagonista hasta los confines del mundo en donde ella y nosotros entenderemos la necesidad de estar solos y de estar acompañados según el momento. Una obra salvaje y atrevida que en manos de Isabel Coixet se convierte automáticamente en uno de sus mejores trabajos.
Un amor, – un título totalmente irónico, según palabras de la propia Coixet – cuenta la historia de Nat, una chica de 30 años que voluntariamente deja su trabajo y decide emprender una nueva vida alejada del mundo y de todos. Un remoto pueblo del municipio de La Escapada, en la España más rural, es su nuevo destino. Decide mudarse a una casa prácticamente derruida en la que solo tiene contacto con su déspota y desagradable casero y un perro maltratado que parece tener las mismas cicatrices externas que ella tiene internas. Nat intenta vivir en una autoimpuesta soledad que le transmita algo de paz, hasta el día en que las lluvias convierten su nueva casa en un festival de goteras y recibe la inquietante propuesta de un vecino llamado Andreas, éste le ofrecerá arreglar su tejado y sus problemas de goteras “a cambio de poder entrar un rato en ella”. A partir de aquí nada será como Nat esperaba y el relato se vuelve poderosamente inesperado y vibrante por una nueva atracción salvaje que parece emular la tosquedad y frialdad del paisaje con la relación de Nat y Andreas. Una relación sexual que tornará a otras cosas por el camino del autodescubrimiento de lo mejor y lo peor de ambos.
Como si de alguna manera muy obvia Coixet quisiera recordar algunos pasajes de las más tórridas historias de amor del mejor cine del siglo XX, su nuevo film recuerda en algo a la esencia bruta y sensual que rodeaba a los fascinantes personaje de El piano de Jane Campion o la tumultuosa relación de una de las obras culmen de la literatura mundial como las Cumbres borrascosas de Emily Brontë cambiando los brumosos y sombríos páramos de Yorkshire por los de La Escapada. La “frialdad” con la que Coixet traslada las decisiones de Nat en su película son una representación de la libertad humana y de un feminismo que afortunadamente hoy se asimila y se entiende mejor que nunca. Nat no es una heroína, pero sí es la protagonista y dueña de su propia vida y no se deja amedrentar por nadie, excepto por un pasado que funciona como una pesada loza que apenas la deja estar bien consigo misma y que la condiciona irremediablemente.
Una de las mejores actrices del panorama español como es Laia Costa, interpreta extraordinariamente a Nat, la figura principal de un arrebatador relato por el que ella sobrevivirá hasta dar con la versión de sí misma con la pueda estar en paz, atravesando para ello una serie de sucesos que cuestionarán su existencia y la continuidad de la misma. Una película realmente buena de Isabel Coixet que cohabita de una forma muy sana con la novela superventas de Sara Mesa con la que logra trasladar al cine su propia visión de la historia de Nat sin renunciar ni traicionar la esencia más pura del relato. Todo un nuevo triunfo de una de las directoras más particulares y trabajadoras de nuestro mejor cine.
Un amor es una de las películas más bellas y extrañas de este año y uno de los títulos a tener más en cuenta dentro de la filmografía de la directora catalana. Una carta de amor taciturna y poderosa al sentido más puro de la vida y de la individualidad femenina. Una gran película.
Título original: Un amor Director: Isabel Coixet Guión: Isabel Coixet, Laura Ferrero. Fotografía: Bet Rourich Reparto: Laia Costa, Hovik Keuchkerian, Hugo Silva, Luis Bermejo, Ingrid García-Jonsson, Francesco Carril Distribuidora: BTEAM Pictures Fecha de estreno: 10/11/2023