El que fuese erigido como nuevo maestro del suspense regresa, pero sin alcanzar los niveles de excelencia del comienzo de su remarcable carrera. M. Night Shyamalan empezó su carrera con una película de esas que cuando repasas la Historia del cine tiene que estar sí o sí. En los últimos e irregulares años de su reciente filmografía, a menudo me venía la idea recurrente de que su célebre El sexto sentido era su principal enemigo, porque despuntar tanto y tan bien con una de tus primeras películas delimitaría irremediablemente sus proyectos venideros. No es que nunca haya hecho una película tan buena como El sexto sentido, Señales o El bosque sin ir más lejos son obras magnas, pero en los últimos años tengo la sensación de que al bueno de Shyamalan le iba mejor cuando dirigía sus guiones originales en lugar de cuando adapta un material ajeno. Su nueva cinta, Llaman a la puerta también es la adaptación de una novela, pero a diferencia de Tiempo (su película anterior) esta sí tiene destellos de lo mejor de Shyamalan, una pena que sean solo eso: destellos.
Llaman a la puerta está basada en la novela de Paul Tremblay Una cabaña en el fin del mundo y recoge una de las mejores y más inquietantes premisas del cine más reciente de M. Night Shyamalan. Una encantadora familia homoparental y su hija pequeña están de vacaciones en una cabaña en un remoto lago cuando cuatro desconocidos les asaltan para exigirles una aterradora petición, deben elegir a un miembro de la familia para sacrificarlo en nombre de la humanidad, sino está parecerá hasta su total extinción. De este imperativo modo comienza Llaman a la puerta. Una lástima que en cuanto la premisa es presentada se disipará por complemento advirtiendo una evidente y autoconclusiva resolución que en ningún momento logra sorprender o impactar al espectador del mismo o parecido modo en el que abre la película.
Shyamalan firma la que es probablemente su película más cercana a la realidad del cine de sus últimas dos décadas. Llaman la puerta es un muy correcto ejercicio de thriller malrollero que nunca llega a explotar del todo sus posibilidades, pero al mismo tiempo es también su retrato más fidedigno de una sociedad woke que cada vez se hace más escuchar. Escoger a una familia compuesta por un núcleo monoparental hubiese sido imposible de siquiera pensar hace 10 o 15 años, Shyamalan se acerca una realidad que le rodea y la utiliza como receptora de uno de los mayores terrores de la sociedad cristiana como es la llegada del apocalipsis y de los cuatro jinetes que anuncian el fin del mundo conocido.
Llaman a la puerta es su película más correcta en años, pero también la menos arriesgada. Una vez los elementos han sido presentados, el film empieza a recurrir a una serie de flashbacks sobre explicativos que en ocasiones asesinan cualquier atisbo de misterio o reflexión por parte del espectador. Todo viene ya dado y sin la característica emoción que generaba en su fandom sus clásicos giros finales, todo acaba por resultar un mero trámite hasta la evidente decisión final. Probablemente el momento más estimulante y escalofriante de la cinta viene dado (encima) por un irremediable dejavu de Funny Games, desafiante película de culto de Michael Haneke. Con lo que tampoco podemos decir que el mérito sea de Shyamalan, quien por momentos parece que ha querido hacer la versión “comercial” y actual de la cinta de Haneke arrebatándole toda la esencia de pánico que impregnaba a la película.
El entrenamiento está servido y Llaman a la puerta da todo lo que su premisa y tráiler promete, aunque una vez la historia ha arrancado, da la sensación de que la propia premisa era bastante más grande que la película que ha optado por adaptarla. No hay ecos de terror por ningún lado, pero sí de un profundo sentimiento de culpa que impregna a los cuatro jinetes del apocalipsis quienes tienen que llevar a cabo una misión con la que no están necesariamente de acuerdo. Llaman a la puerta es con diferencia la película más religiosa del bueno de Shyamalan desde El sexto sentido. Es un sincero análisis sobre la culpa a la que estamos ligados desde ya nuestro nacimiento y que nos acompañará hasta nuestros últimos días y sobre todo del sacrificio porque a veces en la vida tienes que sacrificar aquello que más quieres para poder hacer el mundo girar. Llaman a la puerta es el intento del perfecto cuentito creepy para irte a dormir y tener pesadillas, solo que sin pesadillas ni casi emoción.
La nueva película de M. Night Shyamalan es un recomendable entretenimiento y un thriller muy digno, es estimulante y conclusivo de una forma lógica y consecuente con su sugestiva premisa, pero está no lejos, lejísimos de sus primeras y extraordinarias películas. Aún así, estoy convencido que entusiasmará a algunos de sus fans y a muchos del público más general.
Título original: Knock at the Cabin Director: M. Night Shyamalan Guión: M. Night Shyamalan, Steve Desmond, Michael Sherman Música: Herdís Stefánsdóttir Fotografía: Jarin Blaschke, Lowell A. Meyer Reparto: Dave Bautista, Jonathan Groff, Ben Aldridge, Nikki Amuka-Bird, Kristen Cui, Abby Quinn, Rupert Grint, McKenna Kerrigan, Satomi Hofmann, Kevin Leung, Lee Avant Distribuidora: Universal Pictures Fecha de estreno: 03/02/2023