I Wanna Dance with Somebody – La voz

En un momento en el que el cine ha decidido adaptar los biopics de los cantantes más representativos del siglo, no era de extrañar que la que fue considerada (y que siempre lo será) como la voz también tuviese su propia película. El problema por así decirlo está cuando desde el primer minuto sabes que está película no está a la altura de Whitney Houston, pero una vez superado esto (si es que puedes) el resultado es un biopic muy formulaico y entretenido que pasar de puntillas por su vida, obra, milagros y desgracias que probablemente le gustará mucho más al gran público que a los fans de la voz.

Whitney Houston: I Wanna Dance with Somebody tiene dos grandes problemas de base. El primero el sensacional documental Whitney de Kevin Macdonald que ilustra de forma mucho más eficiente y sobre todo emocionante la vida de la artista y el otro problema es que la actriz escogida (una muy aplicada Naomi Ackie) ni se parece en lo más mínimo a Whitney, ni canta, solo hace playback y eso lastra en bastante medida al film dándole un barniz muy en la línea de una versión cara de Tu cara me suena en donde vez a alguien que te quiere recordar a Whitney Houston, pero que como se suele decir no la recuerda ni “en el blanco del ojo”. Asumiendo estos dos importantes hándicaps, la película es bastante entretenida y su protagonista hace todo lo que puede por otorgar credibilidad a su interpretación, brillando muchísimo más en todas las secuencias fuera del escenario que dentro del mismo.

Con un presupuesto que se intuye ajustadísimo, el biopic sobre la voz escrito Anthony McCarten (guionista de Bohemian Rhapsody) parece haber tenido para los derechos de un número concreto de hits de la cantante y actriz y para poco más, porque en honor a la verdad el film en bastantes momentos luce algo barato. Aún así, es un digno entretenimiento que sirve para recordar a la mayor estrella afroamericana de la canción y a la mejor vocalista de este siglo. Whitney Houston: I Wanna Dance with Somebody no es el biopic que Whitney se merecía, pero sí es el biopic que el gran público abrazará en las salas y sobre todo en sus futuros pases por televisión o plataformas de streaming, desde donde lo tiene todo para ser un éxito en la sobremesa familiar de todos los hogares con buen gusto musical.

Naomi Ackie hace todo lo posible por entregar una buena interpretación que resulta bastante creíble en particular en la parte final de la película. El resto del reparto está bastante a la altura del relato destacando sobre todo a Nafessa Williams quien interpreta sensacionalmente a Robyn Crawford, amiga íntima y primera pareja sentimental de la cantante.

Whitney Houston: I Wanna Dance with Somebody lo tiene todo para ser el karaoke perfecto de estas navidades y es la excusa perfecta para volver a recordar el increíble talento que tenía la voz. Se aconseja acompañar de un visionado complementario del documental de 2018 Whitney y de un nuevo visionado de esa fantasía que es El guardaespaldas (Mick Jackson) escrita por el legendario Lawrence Kasdan.