El siempre emotivo y capaz de acariciarte el alma Stephen Chbosky toma las riendas de un proyecto que a priori está justo en la misma zona reconfortable en donde están también la excelente Wonder (2017) y también la que es probablemente la última película generacional Las ventajas de ser un marginado (2012). El problema, si es que lo hay y yo creo que lo hay, es que llevar a tu terreno un material tan afianzado en su pasado teatral es muy complejo, por muy a pesar de que la esencia del material conecte tantísimo con el cine de Chbosky, algo que se acaba notando en el resultado. Una película musical de encargo que quiere preservar a toda costa la esencia de su pieza teatral con muchas luces y sombras, pero que cuando brilla, lo hace de una forma muy conmovedora y única.
Querido Evan Hansen es la extraordinaria y sí, compleja historia de un joven estudiante de último año de secundaria con trastorno de ansiedad social que tiene que asumir su viaje personal de autodescubrimiento a la par que lidiar con el suicidio de un compañero de clase que aparentemente padecía los mismos problemas mentales que él. Evan Hansen es un chico que se esfuerza por hacer que su vida sea lo más llevadera posible, algo que tiene que confrontar con la sorprendente muestra de afecto de la familia que atraviesa la dolorosa pérdida de su hijo. Una circunstancia fortuita que sirve a Evan para mostrarle posibilidades hasta ahora desconocidas en su vida y que para bien o para mal le cambiarán para siempre.
La necesaria y muy bonita fuerza de autoayuda que impulsa el film es realmente reseñable, no solo pone el foco sobre los problemas mentales y da espacio a la conversación sobre las razones de por qué se da la depresión o el desorden de personalidad y trastorno de ansiedad, sino que lo hace desde un sitio en el que no se juzga a sus personajes y ese es con diferencia el mayor acierto de un film que evidentemente hace lo que puede para honrar al musical ganador de los premios Tony y Grammy que alberga un enorme calado emocional en la sociedad norteamericana. Stephen Chbosky adapta el film con unas canciones compuestas por los letristas de La la land y El gran Showman y lo hace con Ben Platt al frente, quien también protagonizó el aclamado musical hace ahora casi 10 años, lo que por momentos dificulta demasiado la credibilidad del bueno de Ben como adolescente. Algo que irremediablemente lastra el film y sus posibilidades de cualquier iconicidad positiva del mismo. Es lógico y normal que hayan querido que la misma persona que estuvo al frente del proyecto lo esté también en su esperada adaptación cinematográfica, pero a veces y solo a veces es mejor pararse a pensar y barajar algunas opciones más en favor de la película que en el legado teatral del proyecto.
Aún así, Querido Evan Hansen tiene momentos realmente emotivos que en conjunto dan como resultado una bonita película que sobre todo de ser vista en hogares familiares y en centros educativos porque su potencial evangelizador es muy potente si se sabe cómo abordar post visionado. El resto del cast que acompaña a Ben Platt es de lo más diverso y representativo, pero quien de verdad se roba toda la atención del espectador son las madres de la película: Julianne Moore y sobre todo una Amy Adams capaz de llegarte al corazón. Ellas cantan sus sentimientos y nos recuerdan que el amor de una madre (en ocasiones) no conoce límites.
Querido Evan Hansen es una película para los fans de los musicales originales y para todos aquellos que en alguna ocasión han sentido que la vida les superaba o que simplemente no encajaban en ella, la película es en primer y último lugar para ellos y ellos son los que mejor la podrán disfrutar y juzgar.
Título original: Dear Evan Hansen Director: Stephen Chbosky Guión: Steven Levenson Música: Justin Paul, Dan Romer Fotografía: Brandon Trost Reparto: Ben Platt, Julianne Moore, Kaitlyn Dever, Amy Adams, Colton Ryan, Nik Dodani, Danny Pino, Amandla Stenberg, Isaac Powell, Avery Bederman, Gerald Caesar Distribuidora: Universal Pictures Fecha de estreno: 10/12/2021