Con la nominación para la pasada edición del Festival de Cannes como carta de presentación, Cautivos se vende sola. O al menos, debería. La nueva cinta del canadiense Atom Egoyan se ha propuesto perturbar al público con una reflexión previsible a la par que ecléctica sobre la pedofilia, el peso de la paternidad y los trastornos psicológicos del ser humano. Una reflexión tímida que se queda a medio gas, más hacia el lado del telefilm de sobremesa de Antena 3 que de un posible aspirante a la Palm d’or. Un guión naïf, personajes poco poliédricos y una historia a ratos ambivalente, a ratos tramposa, firma el resto.
Abucheado en Cannes y menospreciado por la crítica, Atom Egoyan se lame las heridas tras Cautivos, su último largometraje protagonizado por el póquer de actores encabezado por Ryan Reynolds, Kevin Durand, Rosario Dawson y Scott Speedman, que se dejan la piel en un guión que logra, sin éxito, plasmar un cierto “discurso” en pantalla grande. La historia, que perfila influencias estéticas de cintas como Fargo o The Road, explora los entresijos de la pedofilia cuando Cass, la hija de Matthew (Reynolds) y Tina (Mireille Enos), desaparece misteriosamente mientras su padre compra un pastel en una tienda de carretera. Esto sirve como detonante de una sucesión de hechos, aparentemente inconexos porque Egoyan (que produce, dirige y escribe el film) se permite el lujo de contarlos como le place sin tener en cuenta el intelecto del espectador, que sí, lo tiene, que desembocan en un clímax absurdo, pero necesario. Un guión, no sólo tramposo, si no mal soldado y que hace aguas por todas partes. Tampoco es acertada la premisa que escoge Egoyan para hablarnos de un tema tan estigmatizado como es la pedofilia, al que da la vuelta y logra convertir en un tabú dentro de su propia cinta. Es entonces cuando el espectador se convierte en voyeur culpable, porque tampoco saber exactamente qué debe creer, porque Egoyan tampoco se molesta en indicárselo. Y no será por la excelente actuación de algunos de sus actores como Durand, que con su lánguida presencia y ese tinte farmatín imposible, ayuda a aguantar casi las dos horas de metraje en donde lo único que pasa es que Ryan Reynolds se cambia de ropa un par de veces y poco más. Lo del principio y lo del final, bueno, ahí está.
Si el guión pende de un hilo y a veces nos escupe en la cara para que no le demos la espalda, la realización que emula a un telefilm de sobremesa en donde mojas las galletas en el café, es prácticamente insultante. Muchos planos y con poca vocación artística y narrativa. Es más, parece que a Egoyan le da miedo todo, incluso el aprovechar las múltiples oportunidades narrativas que ofrece la cámara. Lo que si que no faltan son planos dramáticos tras puertas (Gran Hotel ha hecho mucho daño), el uso de los espejos a la hora de presentarnos a Durand, lo mal utilizados que están algunos recursos “narrativos” como las pantallas y las cámaras ocultas, y esa patética e innecesaria persecución de coches a diez minutos del final. A todo esto hay que sumarle los ya mencionados saltos temporales, una verborrea narrativa difícil de deglutir y que empuja al espectador a una profunda somnolencia. No tanto porque no quiera entrar en la película, si no porque Egoyan no les deja.
Probablemente habrá alguien que entienda el por qué la cinta de Egoyan se ha colado en la sección social de Cannes, pero yo no. Durante casi las dos horas que dura la cinta, nos quedamos pasmados ante lo bizarro de la narración y la de tabúes que se encarga de fabricar Egoyan para no hablar de algo que a todos nos atemoriza. Esa decisión valiente se queda pues, en un vago intento de dar un puñetazo en la mesa al panorama cinematográfico actual, plagado de grandes nombres pero pocas cintas que reintenten el género. Lamentablemente, la de Egoyan, no tiene pinta que vaya a ser una de ellas.
Ficha técnica:
Título original: Captives Director: Atom Egoyan Guión: Atom Egoyan, David Fraser Música: Mychael Danna Fotografía: Paul Sarossy Reparto: Ryan Reynolds, Scott Speedman, Mireille Enos, Rosario Dawson, Bruce Greenwood, Kevin Durand, Alexia Fast, Peyton Kennedy Distribuidora: Alfa Pictures Fecha de estreno: 15/05/2015