Cinco motivos por los que The Imitation Game debería ganar el Oscar | La Cabecita

The Imitation game

  • Va siendo hora de que gane una película de temática homosexual. Desde Cowboy de medianoche, ninguna película de temática gay ha conseguido alzarse con el Óscar y, por supuesto, aquella tampoco era abiertamente homosexual. Desde que la Academia no se atreviese a premiar a Brokeback Mountain, la losa de la homofobia ha quedado como una herida que parece complicada de cerrar. Desde entonces, tan sólo tres películas de esta temática han sido nominadas (Milk, Los chicos están bien y Dallas Buyers Club), y ninguna consiguió hacerse con el premio. En The Imitation game el tema está presente, pero no es el centro de la película, algo que haría más fácil su premio y al mismo tiempo que se viese a la Academia como un grupo más abierto de miras.
  • Porque es la única película donde la estrella es el centro de la película. Es posible que Eddie Redmayne gane el Oscar, pero él no es una estrella, del mismo modo que Michael Keaton dejó de serlo hace tiempo. También está Bradley Cooper, pero estar en una película de Clint Eastwood es aceptar que el director es la estrella. Pero The Imitation Game tiene a un pletórico Benedict Cumberbatch, que no es sólo una estrella, sino que está ante el papel que le ha confirmado en ese rol. Su nominación a Mejor actor no es casual, aunque sea el más flojo de los nominados, no se entendería la presencia de la película en las demás categorías importantes sin Cumberbatch nominado. Es lo mejor de la película, su motor, y está fantástico. La foto de Cumberbatch sujetando el Oscar a Mejor película sería una de las más icónicas y glamurosas de la gala.
  • Por refrendar la figura de Alan Turing. The Imitation Game ha puesto a Alan Turing en el mapa. Gracias a la película Turing por fin será recordado por el héroe que fue. Un héroe que no fue reconocido hasta años después de su muerte y que vivió como un verdadero mártir. Otros biopics de la carrera se han centrado en figuras mucho más importantes de la cultura popular del siglo XX como Martin Luther King o Stephen Hawkings, pero ninguna es tan importante para el personaje que trata como The Imitation Game. Premiar a la película sería dejar escrito en los anales el nombre de un hombre que vivió en las sombras, pero que fue decisivo para el avance de la sociedad.
  • Por la forma en que mezcla tres géneros puramente cinematográficos. El biopic es el género de moda, sólo hace falta ver que de las 8 nominadas, 4 pertenecen a este género. Pero The Imitation Game es más que un biopic. Por un lado, del mismo modo que hiciera Argo, trae de vuelta el cine de espías, y lo hace con sabor a cine clásico y por otro, también estamos ante un drama bélico, aunque la batalla no la veamos más que en los mapas y de manera puramente estratégica. Es la película con más esencia de entretenimiento cinematográfico de las nominadas.
  • Porque aquí quien manda son los Weinstein. De su mano han salido ganadoras tan poco probables como Shakespeare in love, El discurso del rey o The Artist. La victoria de The Imitation Game dejaría claro que nadie puede toserles. Si alguien puede llevar a una película que a priori se encuentra tan alejada del premio hasta la victoria, estos son duda los hermanos Weinstein.