- Para resarcirse del Oscar a Una mente maravillosa. Si hiciéramos una lista de las peores películas ganadoras del Oscar seguramente aparecería la insoportable Una mente maravillosa. Aquel biopic de John Nash era absolutamente infumable. Si en todo este tiempo ha aparecido una película similar a aquella es La teoría del todo, pero estamos ante una película bastante mejor y quizá su victoria consiguiera tapar la de aquella.
- Porque tienen que volver las grandes historias de amor. Vayamos a los 90 por un segundo: El paciente inglés, Titanic, Shakespeare in love… todas ellas eran grandes romances y ganaron la estatuilla, pero… ¿y desde entonces? Vale, en The Artist había una historia de amor, pero tampoco era el centro de la historia. La teoría del todo es, sobre todo, una película romántica, la única cinta romántica de las ocho nominadas. Hollywood está perdiendo el amor que le caracterizó, y qué mejor manera de hacer que eso vuelva premiando a una triste pero bonita historia de amor.
- Por una foto para la historia de los Oscar. Si el año pasado Philomena Lee, que, sin intención de menospreciarla, no era nadie, asistió a la gala de los Oscar, parece bastante lógico que Stephen Hawking también irá a la ceremonia. Y si el equipo gana el Oscar a la Mejor película, a buen seguro le pedirán subir con ellos al escenario. La foto de Hawking junto al premio a la Mejor película ilustraría los libros de historia, ¿qué mejor manera de hacerse notar?
- Porque es la única nominada que sabes que tu madre y tu abuela van a disfrutar. En serio, ¿os imagináis llevando a vuestras madres al cine a ver Birdman o Boyhood? Posiblemente si lo hicieras, a partir de ahora empezarías a ser mirado con bastante desprecio en las reuniones familiares y no te dejarían repetir tarta. En cambio con La teoría del todo te asegurarías que las dos acabasen llorando a moco tendido y sin dejar de pensar en lo tierno que eres. ¿No tienen los académicos madre? O incluso, ¿no son muchos de ellos padres o madres?
- Porque es la película más fácil de premiar. Juntemos un poco todo lo que hemos dicho. Una gran historia de amor, un biopic, que es el género de moda, una película sobre un genio enfermo, y para más inri tiene casi asegurado el Oscar a Mejor actor. No cabe duda de que si una película es sencilla de premiar, ésa es La teoría del todo. Es una propuesta de lo más convencional, pero no en un sentido negativo, ya que sabe amoldarse a la perfección a su terreno y conmover a todos los espectadores. Es una película que nació con el cartel de “Película de Oscar”, y ha sabido llevarlo a la perfección.