Los Mercenarios 3 – La juventud no siempre resulta refrescante | La Cabecita

EXP3_20130903_07555

El fallecimiento la semana pasada de Menahem Golan es, sin lugar a dudas, todo un punto de inflexión a la hora de llegar a esta tercera entrega de Los Mercenarios. Este revival que ha llevado de nuevo al olimpo del que nunca debió bajar Sylvester Stallone no habría sido posible sin la figura de Golan. No fue simplemente el descubridor de muchos de los actores que han aparecido por ella, hoy ya convertidos en iconos, como Jean-Claude Van Damme o Chuck Norris, sino que a él se le debe en casi su totalidad el éxito del “actioner” ochentero. Pero no nos engañemos, nos encontramos ante un género que se encuentra bastante muerto, este revival de Stallone ha funcionado sólo en una pequeña parte, sí, hasta el momento toda la saga de Los Mercenarios ha respondido con excelentes cifras de taquilla, pero ésto ha sido más por la acumulación de estrellas que por el interés en el género. Ahí están los pobres resultados que éstos que otrora fueron imanes para la taquilla han conseguido en sus andanzas en solitario con películas tan interesantes como El último desafío (Schwarzenegger) o Una bala en la cabeza (Stallone).

Quizá por ese motivo se entiende que esta entrega de Los Mercenarios sea la menos interesada en el revival de todas, hay en Stallone un amor al género que le impide desprenderse de él, pero entiende que está muerto y que tiene que dejar paso a una nueva generación, y es lo que desde luego intenta aquí, dando la mayor parte del protagonismo a un puñado de actores jóvenes. Pero ésto es a todas luces un error, no vamos a hablar en sí ya de lo errático del casting joven, un puñado de chavales sin carisma, que ni siquiera cuando están juntos son capaces de llenar la pantalla como lo harían por si solos gente como Jason Statham o el propio Sylvester Stallone. Es un error porque este simple hecho hace perder a la nueva entrega de Los Mercenarios todo su encanto. Lo que nos divierte de esta saga es ver a estos abuelos, tan conscientes de que son abuelos zurrándose de lo lindo más allá de su edad. Su sentido del humor y todo el desparpajo que siempre han tenido, motivo por el que se convirtieron en grandes estrellas en su momento, eran los que hacían a la saga de Los Mercenarios realmente diferente.

EXP3_20130828_05127

En esta nueva entrega Barney Ross y los suyos se tendrán que enfrentar a un peligroso traficante de armas. Cuando descubran la identidad de este tipo verán que se trata de un ex-miembro de su grupo al que creían muerto. Con rencillas personales de por medio, y consciente de la peligrosidad que tiene este tipo, Ross decidirá dejar fuera a su vieja tropa, pese al inconformismo de éstos, y reclutar un nuevo grupo de chavales jóvenes con los que salir a darle caza. Como decíamos, el contar con un nuevo elenco de chavales jóvenes trae consigo multitud de problemas a la película en comparación a las anteriores, parece como si para esta entrega, el tono jocoso y autocomplaciente que tenían las dos primeras se hubiera perdido por el completo. Pero pese a todo, resulta impepinable afirmar que estamos ante una excelente película de acción, más allá de su tono serio. Stallone tiene mucha idea de esto y sabe bien cómo preparar una película de acción. La organización de Los Mercenarios 3 es posiblemente la mejor de la saga, algo a lo que aquí sí, posiblemente ayude el hecho de no contar con tantas estrellas. Estamos ante una película de estructura perfecta, con un ritmo vibrante y rapidísimo y que además resulta brutalmente entretenida.

Pero no, los cambios no siempre sientan bien, y ese tono rejuvenecedor que Stallone le quiere dar a la película también llega a la silla de director, donde cede las labores de dirección a un casi novato como Patrick Hughes. El problema de Hughes está en su poco dominio en las escenas de acción. No, éstas no están mal rodadas en absoluto, pero desde luego le falta el sentido de la puesta en escena que sí tenían Simon West en la segunda entrega o el propio Sylvester Stallone en la primera. Viendo todo esto, es inevitable pensar que la juventud no siempre resulta refrescante, tanto es así, que el mayor acierto de la película viene de manos de un tipo tan veterano como Antonio Banderas, el actor malagueño aporta su desparpajo a un personaje divertidísimamente estereotipado y que además cuenta con algún momento realmente hilarante, como en el que canta la canción falangista “Soy el novio de la muerte”.

EXP3_20130820_00935

Lo mejor que puede hacer Sylvester Stallone es entender que la función de Los Mercenarios no es reciclarse hacia un nuevo cine de acción. Los senderos de ese cine ya están tomados por películas como La saga Bourne y es un mundo completamente distinto al que conoce el cineasta. Posiblemente este cine de acción se acabe extinguiendo del todo en pocos años, y no queda más que aceptarlo. La saga de Los Mercenarios es un broche y un homenaje de oro a todos aquellos años que apadrinó Menahem Golan, y realmente debe quedarse como tal. Porque pese a lo realmente divertida y entretenida que pueda resultar la película, uno no puede evitar pensar que de esta forma, empieza a perder el sentido por completo.

Ficha técnica:

Título original: The Expendables 3 Director: Patrick Hughes Guión: Sylvester Stallone, Creighton Rothenberger, Katrin Benedikt Música: Brian Tyler Fotografía: Peter Menzies Jr. Reparto: Sylvester Stallone, Jason Statham, Jet Li, Dolph Lundgren, Terry Crews, Randy Couture, Arnold Schwarzenegger, Harrison Ford, Mel Gibson, Wesley Snipes, Antonio Banderas, Kellan Lutz, Ronda Rousey, Victor Ortiz, Kelsey Grammer, Glen Powell, Robert Davi Distribuidora: Universal Pictures Fecha de estreno: 14/08/2014