El estreno de #Chef no podría ser más oportuno. La última película de Jon Favreau encaja a la perfección en los intereses del colectivo español actual, porque el nuevo trabajo de este polifacético director llega a nuestras carteleras justo cuando en España se ha puesto de moda eso de ver cocinar a desconocidos en televisión. Y no seré yo quien critique esa moda, al contrario, soy una de esas telespectadoras que la fomentan, porque el poco tiempo libre que destino a la caja tonta lo reparto entre Chicote, Pepe Rodríguez y Gordon Ramsay. Es muy probable que #Chef se aproveche (sin pretenderlo, porque en Estados Unidos estos programas llevan triunfando años) de ese interés por lo culinario que hemos desarrollado muchos (in)expertos en cocina. Pero qué vamos a hacer, nos gusta ver cómo personas de lo más variopintas compiten por ver quién es el mejor chef del país, y si encima aprendemos algo por el camino, mejor que mejor.
No sé si Jon Favreau es un apasionado de la cocina. No quiero dejarme llevar por su físico y responder de manera afirmativa a esa duda que me corroe por dentro. Aunque después de ver #Chef parece lógico pensar que el director siente cierta debilidad por el arte culinario. Lo que aún no me termina de cuadrar es que el hombre que firma esta comedia familiar sea el mismo que haya dirigido Crimen desorganizado, Elf, Zathura, una aventura especial o las dos primeras entregas de Iron Man. Porque independientemente de que unas sean mejores que otras, no existe ningún nexo de unión (temático) entre sus películas anteriores y ésta (aunque tampoco tiene por qué haberlo). Pero Favreau es así, y tan pronto te hace un western de ciencia-ficción como una comedia sencillita sobre los problemas de ser padre separado y chef al mismo tiempo.
Para este nuevo trabajo, quizá el más sencillo pero efectivo de todos los que ha realizado, Favreau se ha confiado el papel protagonista… Y bien que hace. No porque de esa manera consiga incrementar su fama o aumentar sus ingresos, sino porque nadie como él podría encajar mejor en el papel de experimentado chef. Será su físico o esa simpatía que te provoca el mero hecho de verle plantado delante de la cámara. No lo sé. Lo que sí sé es que Favreau tiene algo que le hace perfecto para este papel. Porque aunque nos cueste un poco creérnoslo filtreando con Scarlett Johansson, el director-actor consigue que su Carl Casper sea perfectamente creíble. Y a pesar de que su papel no es de los más complejos que veremos este año, hay que reconocer que en #Chef está fantástico.
La película nos cuenta la historia de Carl Casper, un chef que pierde su trabajo en un restaurante por negarse a las exigencias de su exigente propietario, por lo que emprende un proyecto de venta de comida en un camión junto a su ex mujer y su mejor amigo, tratando de recuperar sus propuestas creativas. Al mismo tiempo Carl también intentará unir de nuevo a su familia distanciada.
Es imposible no acordarse de programas como Top Chef, Master Chef (variedad en los nombres ante todo), Man vs. Food (Crónicas carnívoras) o Eat St. (Comida sobre ruedas) mientras se está digiriendo #Chef, y utilizo la palabra digerir porque por mucho que la película de Favreau sea un producto simpático y muy agradable de ver, la sucesión de platos es lo que hace que te enganches por completo a ella, porque en verdad esta cinta podría considerarse un episodio alargado de Eat St. pero con una narrativa más o menos solida (con trama paterno-filial incluida). Aunque #Chef no es sólo una gran película sobre la exquisitez de la comida y la pasión que algunos profesionales desarrollan por ella. De hecho, la cinta de Favreau no trata sobre comida, sino que la utiliza para contar algo más importante. El director parte de los fogones para contarnos una pequeña historia familiar y para demostrarnos el poder de las nuevas tecnologías. Pero si entre Twitter y parejas divorciadas se enseña algún que otro plato que haga rugir el estómago, la cosa se lleva mucho mejor.
A pesar de su juventud, ya hemos podido ver bastantes películas que indagan en las problemáticas que acompañan a las tecnologías actuales. #Chef no aporta otra visión negativa sobre el nuevo paradigma comunicativo, sino una mucho más completa. Desde el principio (con el bloguero-crítico culinario) la película de Favreau presenta las ventajas e inconvenientes de redes sociales como Twitter, y lo hace con gran cierto, sin ensalzar en exceso lo bueno ni dramatizando lo malo, aunque sin duda el director se centra más en todo lo ventajoso que pueden ofrecer estas herramientas. Aunque en #Chef nada es demasiado profundo o complejo, Favreau no se come la cabeza al presentar la historia (y las subtramas que van surgiendo), pero poco importa porque la película te da exactamente la dosis necesaria de todo para que su visionado sea una delicia a la que difícilmente te puedes resistir.
En esta especie de road movie de alma latina viajamos, además de junto a un chef en busca de la libertad creativa que un día tuvo y de la que ya ni se acuerda, junto a un padre cuyo mayor problema es él mismo. De esta manera, Favreau embelesa con una comedia encantadora que consigue dejar muy buen sabor de boca.
Ficha técnica:
Título original: Chef Director: Jon Favreau Guión: Jon Favreau Fotografía: Kramer Morgenthau Reparto: Jon Favreau, Sofía Vergara, John Leguizamo, Scarlett Johansson, Oliver Platt,Bobby Cannavale, Dustin Hoffman, Robert Downey Jr. Distribuidora: Sony Pictures Fecha de estreno: 8/08/2014