En los últimos años Jay Roach ha ido desarrollando en televisión un gusto por narrar algunos de los acontecimientos políticos de los últimos años que poco tenían que ver con el cine que el realizador de Austin Powers había hecho hasta el momento. Para HBO, Roach filmó hace cuatro años la película Recuento, acerca del polémico recuento de votos en Florida en las elecciones del 2000, así como este año ha realizado la premiada Game Change sobre la campaña electoral republicana de 2008 entre McCain y Palin. El nuevo paso en su filmografía era una decisión bastante lógica y consecuente, el realizador vuelve al terreno que más éxitos le ha dado en la gran pantalla, la comedia, pero para realizar en esta ocasión una sátira política centrada en los devenires de la campaña electoral de dos políticos y sobre todo de los multimillonarios que están detrás de ellos moviendo los hilos.
Cam Brady, un congresista de Carolina del Norte ve como su campaña se viene abajo por culpa de una llamada telefónica subida de tono. Tras esto, dos multimillonarios se encargaran de fabricar un contrincante para Brady, alguien que le pueda plantar cara y además no les suponga muchos problemas de cara a elaborar sus planes de futuro, poder instalar una fábrica china en Carolina del Norte, que les ahorre los precios de transporte desde el país asiático. Uno y otro se irán tirando dardos envenenados, convirtiendo la campaña electoral en una guerra, dónde el pequeño tendrá pronto que espabilar, si no quiere verse aplastado por quien lleva más tiempo en esa guerra sin normas que es la política.
Lo mejor de la película de Roach es que nunca buscar juzgar a un partido u otro, las culpas no recaen sobre ninguna ideología, si no sobre todo el circo político montado alrededor. La sátira funciona y es divertida, aunque no logre ser rompedora, funciona y consigue un buen puñado de carcajadas, en parte sobre todo por la parte de sus dos protagonistas, sobre todo un Will Ferrell tan divertido como de costumbre. Pero se echa de menos que la sátira política vaya a más y se convierta en una feroz crítica, cuando se ablanda en su recta final, con un final nada consecuente y demasiado suave para la tónica salvaje que en algún momento la película llega a rozar.
En pleno año de elecciones y con el panorama político más revuelto que nunca, se agradece una visión tan divertida y a la vez ácida y corrosiva del mismo, una película que produce continuas carcajadas y que sólo se desmorona en su última tercio. Como Clooney hiciera en Los Idus de Marzo, pero con mucho sentido del humor, Roach nos cuenta que algo sigue oliendo mal en un sistema capitalista que se rige según los antojos de esos que tienen el poder, una crítica que va directa y salpica sin miedo, y es que no piensen que las similitudes en el nombre entre los villanos Hermanos Motch de la película y los hermanos Koch es una simple coincidencia.
Título Original: The Campaign Director: Jay Roach Guión: Chris Henchy, Shawn Harwell Música: Theodore Shapiro Fotografía: Jim Denault Interpretes: Will Ferrell, Zach Galifianakis, Jason Sudeikis, Sarah Baker, Dylan McDermott, Katherine LaNasa, Brian Cox, John Lithgow, Dan Aykroyd Distribuidora: Warner Fecha de Estreno: 19/10/2012