En un momento social en el que el best-seller de turno dicta la tendencia cultural, la autora Freida McFadden se ha convertido en la “influencer” cultural más relevante del último año; y es que La asistenta, lejos de ser una novela súper ventas más, se ha convertido en la piedra angular de la subcultura de las redes sociales y el “postureo” de aquellxs que ya sea por curiosidad o por seguir la moda, han hecho de éste libro (reconvertido en trilogía) el elemento cultural más amortizable de un público que no era precisamente el más lector/a del mundo. Pero como suele ocurrir siempre en estos casos, los libros más vendidos y más populares no tienen porqué ser necesariamente los mejores, sino los que le dan a su público aquello que busca y en cuanto a eso se refiere, La asistenta te lo da absolutamente todo y por supuesto eso merecía una película, y no una película cualquiera, sino una buena película a la altura (o quizá más) del libro en el que se basa y ésta desde luego lo es.
«Has entrado en la habitación que te prohibí. ¡Y ahora ocuparás el sitio que te corresponde junto a las demás!». (Barba Azul de Charles Perrault, 1697).
Ésta es una de las más representativas y recordadas citas del clásico cuento de hadas de Charles Perrault, que a finales del siglo XVII advertía en su obra Barba azul sobre los peligros de los matrimonios concertados entre jovencitas y adinerados señores feudales en su mayoría viudos, que buscaban una fértil nueva mujer a la que poder domar atraídas por su envenenada fortuna. Necesariamente la obra de Freida McFadden no parece (en absoluto) tener como referencia éste inmortal clásico de la literatura universal, pero de alguna manera muy específica hablan exactamente de lo mismo y advierten sobre peligros similares; y es que después de todo y aunque hayan pasado varios siglos, las mujeres siguen teniendo que lidiar con los mismos demonios de la masculinidad tóxica y un machismo escondido debajo de una fachada pulida por los estándares de Instagram y por una casa que más que una casa es un castillo, y que como los castillos de los cuentos, esconden algún que otro secreto tras una puerta misteriosa con una cerradura que solo se abre con una llave de oro, que por precaución no siempre se debería abrir.

La asistenta es una perfecta adaptación cinematográfica que eleva el material de referencia, gracias en gran parte a la excelente elección de Paul Feig en la dirección. Un director que entiende perfectamente el tono del libro y el código cinematográfico más adecuado para hacerlo brillar en la gran pantalla. Y es que si hay un género en el que la novela de Freida McFadden encaja como anillo al dedo, ese es el thriller doméstico heredado de los 90, en el que se enaltece como merece al sensacional cine de sobremesa al que se le ha adjudicado menos positivamente el apelativo de telefilm de Antena 3. Paul Feig, que tiene en su haber la extraordinaria Un simple favor, en la que ya reescribía referencias al clásico de Las diabólicas de Henri-Georges Clouzot para la generación millennial, hace ahora lo propio con el cuento de hadas de Perrault, filmando una atinada disertación en clave camp-revenge para esa generación contemporánea que ha hecho de Instagram su Biblia.
La asistenta narra la sugestiva historia de Millie Calloway una joven (Sydney Sweeney), con un pasado complicado que movida por una necesidad imperiosa comienza a trabajar como asistenta en la lujosa casa de los Winchester. Un palacete moderno al puro estilo de Los Hamptons, en donde la inquietante señora Nina Winchester (Amanda Seyfried) dicta unas normas que a primera vista parecen simplemente estrictas, pero que a medida que van pasando los días y Millie se va adentrando en la vida de la familia, descubrirá secretos oscuros que pondrán en peligro su seguridad. Mientras que el complaciente señor de la casa: Andrew Winchester (Brandon Sklenar) se acerca cada vez más a ella como si tuviese algún tipo de interés oculto. Una historia con todos los componentes necesarios para el perfecto thriller doméstico en el que literalmente nada resulta ser lo que parece y en el que giro a giro la historia se descompone así misma como un travieso puzle tan entretenido como simple. Un ritmo perfecto y una narración adictiva convierten a La asistenta en un thriller maravillosamente desquiciado y endiabladamente divertido en el que no hay lugar para el aburrimiento, porque el film está repleto de estímulos tanto visuales como narrativos que te dejan clavado en la butaca sin casi poder pestañear ante todo lo que está ocurriendo.

Paul Feig juega todo el tiempo entre la autoparodia del cliché y la revisitación de un género injustamente tachado de menor, que aquí se redescubre como uno de los mejores entretenimientos del año y una de las propuestas más atractivas que funcionan como el perfecto caramelo que sabe tomarse en serio en su justa medida, para destacar ingeniosamente en medio de la avalancha de estrenos pensados para competir en la temporada de premios. Al tiempo que la elección de las actrices refuerza aún más sus evidentes intenciones de ser un título a tener en cuenta, con la nominada a un Oscar Amanda Seyfried, en una interpretación escandalosamente perfecta como la desquiciada ama de casa arquetípica tan divertida y fascinante como odiosa, junto a Sidney Sweeney, como la bella e inocente muchacha que se encuentra presa en medio de una telaraña de mentiras, verdades a medias y falsos estímulos, que la convierten en la inesperada vengadora capaz de tomar el control y empoderarse ante un cuento del que desea escapar sea cómo sea y a pesar de quién sea. Una inspiradisima elección de actrices que entienden perfectamente el tipo de película en la que están y que reman a favor de obra para que La asistenta sea una auténtica fiesta de principio a fin.
La asistenta esconde muchos más atractivos de los que a simple vista desvela para asegurarse la atención de un espectador que claramente representa al público general y que independientemente de que se haya leído el libro o no, encontrará en ella razones para ir a una sala de cine a descubrir por qué es el fenómeno literario más relevante y popular de los últimos años. Un film altamente recomendado para los fans del mejor thriller doméstico, que bien deberían convertirla en un éxito en la misma medida que el best seller en el que se basa.
Título original: The Housemaid Director: Paul Feig Guión: Rebecca Sonnenshine Música: Theodore Shapiro Fotografía: John Schwartzman Reparto: Sydney Sweeney, Amanda Seyfried, Brandon Sklenar, Michele Morrone, Megan Ferguson, Ellen Tamaki, Indiana Elle, Brian D. Cohen, Amanda Joy Erickson, Maury Ginsberg, Don DiPetta Distribuidora: Diamond Films Fecha de estreno: 01/01/2026

