La fiesta de despedida de Tal Granit y Sharon Maymon merece una mención especial solo por el hecho de poner de manifesto el tan incómodo tema de la eutenasia o derecho a morir. La historia se presenta como una propuesta valiente que quiere hablar de aquello que resulta un tabú hoy en día en la sociedad. En este caso la israeliana, pero que también puede extrapolarse a muchas otras de nuestro entorno occidental. Con el aval de haber sido premiada en Venecia y en el Seminci de Valladolid nos encontramos ante una historia de amistad, dolor y valentía en la etapa final de la vida; la vejez.
La película navega entre el drama y la comedia, convirtiéndose a veces en un relato con toques de humor pero casi siempre superado por su vertiente más dramática que claramente busca destacar. Un doble tono que logra especial alcance con sus personajes protagonistas: viejos, vitales y jóvenes de espíritu en un mundo senil, enfermo y rodeado por el dolor y la muerte en no pocas ocasiones.
La historia habla de un grupo de ancianos que vive en una residencia para la tercera edad y construye una máquina para autopracticarse la eutanasia y así poder ayudar a un amigo de la residencia. Este se convierte en el primero de muchos otros casos a su alrededor, con las consecuentes implicaciones éticas y morales que ello conlleva. La cinta además también se permite hablar de otro gran mal: la enfermedad del Alzheimer. Dolencia proyectada en uno de los personajes femeninos protagonistas y pareja de uno de los ancianos. Es de este modo cómo se plantea una disyuntiva a la hora de actuar cuando las implicaciones así como las responsabilidades se vuelven más personales e íntimas que nunca.
Pero el humor siempre procura estar presente en esta película y lo consigue con las ocurrencias de algunos de los ancianos protagonistas; sus burlas y sus salidas de tono impregnan al relato de un sentido del humor que rebaja la intensidad del drama por momentos y que sin duda ayuda digerir mejor sus nada desdeñables reflexiones acerca de la muerte y la forma de afrontar la etapa final de la vida.
A pesar de todo, hay algunas cosas que no acaban de funcionar y que hacen que el filme se resienta un poco de ello; el tono nunca pasa de inofensivo cuando se podría haber permitido ser más contundente a la hora de abordar el derecho a morir y sus causas y consecuencias. Amén de profundizar más en ese aspecto. Al final, un desarrollo irregular y un humor en ocasiones algo blando restan fuerza a una propuesta que sobre el papel acaba resultando bastante más atractiva.
Sin embargo, son sus personajes al borde de la vida los que logran conmocionar en más de una ocasión al mostrar, en los instantes finales de sus vidas, cómo han decidido en plena consciencia y sabiendo que dejan mucho dolor en este mundo, decir adiós al suyo. La fiesta de despedida se manifiesta como una exaltación de la vejez al tiempo que busca reflexionar acerca del derecho a morir y la contradicción que supone llevar a cabo un acto de esa naturaleza sobre uno mismo y hacia los demás.
Ficha técnica:
Título original: Mita Tova Director: Tal Granit, Sharon Maymon Guión: Tal Granit, Sharon Maymon Música: Avi Belleli Fotografía: Tobias Hochstein Reparto: Ze’ev Revach, Aliza Rosen, Levana Finkelstein, Raffi Tavor, Ilan Dar Distribuidora: Caramel Films Fecha de estreno: 17/04/2015