Llega esta semana a nuestras carteleras una propuesta que mezcla el thriller con la ciencia ficción de una forma desaprovechada, de mano del director Ariel Vromen, quién viene de hacer otro thriller llamado The Iceman, del cual Criminal coge prestado cómo llevar a la ruina un guion.
Criminal narra la historia de un convicto peligroso y despiadado (Kevin Costner), al cual se le implanta en el cerebro los recuerdos y habilidades de un fallecido agente de la CIA con la esperanza de evitar el lanzamiento de unos misiles nucleares por parte de un grupo anarquista. La premisa no es que fuese lo más original del mundo, pues tal y como se desarrolla durante la película se asemeja mucho al concepto usado por la ciencia ficción de robots que adquieren la capacidad de sentir. En este caso, funciona de la misma forma, lo cual acaba siendo bastante ridículo una vez hemos llegado al nexo del film. Y es que, en un inicio, lo que a priori parecería estúpido, no lo es tanto si nos adentramos dentro de la lógica de la película. El principal problema es que es la propia película la que nos saca de su lógica interna a medida de clichés, situaciones absurdas como la del restaurante, o con el insulso y nada veraz papel de Tommy Lee Jones como el doctor detrás de este experimento. Aun con todo, tanto Gary Oldman como Kevin Costner ofrecen buenos momentos en pantalla y nos regalan algo de luz entre tanta insensatez.
Al igual que le ocurrió con The Iceman, al director Ariel Vromen parece temblarle el pulso a medida que avanza la película, consiguiendo captar tu atención en un inicio, desinflando todo al poco tiempo, y ya en el nexo conseguir hacerte girar la mirada por vergüenza ajena (efectivamente, tuve que hacerlo en algún que otro momento). La gran diferencia entre ambas se encuentra en la capacidad de llevar un drama familiar en un thriller o en un argumento de ciencia ficción. Mientras que en su anterior película ese aspecto era el más importante y estaba muy bien llevado, en esta es un despropósito absoluto, una memez que sobrepasa las barreras del mal gusto. Dejando de banda la manía que suele haber en hacer que los niños pequeños en las películas sean estúpidamente odiosos, las situaciones que motivan el personaje a pasar a ser un hombre mejor, su evolución, no tienen consistencia lógica con la sucesión de acciones que vemos, aquí falla el cómo y el porqué. Para que se pueda comprender de mejor manera sin entrar en mencionar spoilers, solo mencionaré lo siguiente: ¿recordáis la escena “familiar” en Elysium de Neill Blomkamp? Multiplicadlo por diez. Efectivamente. Para dejar algo positivo en el recuerdo, hay que decir que la factura técnica funciona de fábula, sobretodo el genial trabajo de Dana Gonzales en dirección de fotografía, quién usa multitud de tonos fríos en los momentos perfectos que mejoran por mucho la experiencia cinematográfica de lo que estamos visionando.
Criminal es un thriller que se derrumba una vez el planteamiento del concepto base es destrozado por una paupérrima sucesión de escenas y diálogos vergonzosos, y en el cual ni siquiera las escenas de acción resultan emocionantes o especiales. Un producto desestimable.
Ficha técnica:
Título original: Criminal Director: Ariel Vromen Guión: Douglas Cook, David Weisberg Música: Keith Power, Brian Tyler Fotografía: Dana Gonzales Reparto: Kevin Costner, Gary Oldman, Tommy Lee Jones, Ryan Reynolds, Alice Eve, Gal Gadot, Michael Pitt, Antje Traue, Scott Adkins, Amaury Nolasco, Jordi Mollà, Natalie Burn Distribuidora: TriPictures Fecha de estreno: 02/09/2016