La explosión de cine asiático de terror que hubo a principios de la década pasada marcó sin duda un referente que aún sigue siendo una quimera para Hollywood. Lo han intentado continuamente, o bien imitando su estilo o bien en numerosos remakes. Cuando parecía que la moda empezaba a calmarse, un nuevo repunte llega en este 2016 y es que al inminente estreno de Rings, precuela de The Ring (La señal) (que a su vez es remake de The Ring (El círculo)), se adelanta El bosque de los suicidios. En esta ocasión partimos de un material “original” (sí, mejor entrecomillado, porque poco de original nos vamos a encontrar), pero con la acción trasladada a Japón. Porque ya saben, si Mahoma no va a la montaña… Pues mejor mandemos a todo el equipo americano a perderse en Japón a ver si conseguimos que se les pegue algo. Pero no, el resultado es absolutamente lamentable, el producto de aquel que tiene una idea pero no tiene idea de lo que debe hacer para desarrollarla.
No vamos a negarlo, lo cierto es que El bosque de los suicidios parte de un argumento que podría haber dado bastante de sí. Una chica se adentra en un bosque en el que los jóvenes en Japón van a suicidarse, ella, sintiendo que su hermana sigue viva decide tomar un avión e ir en su búsqueda. Un planteamiento que a priori pudiera haber dado a una historia mucho más interesante de no ser por lo absolutamente absurda que resulta en todo su desarrollo, desde personajes que no aportan nada a la trama más que giros absurdos que permitan alargar la acción para alcanzar los 90 minutos de rigor, a un cúmulo de tópicos que aunque buscan el susto fácil en el espectador solo acaban por provocar una carcajada ante la falta de sutileza en sus intenciones.
El bosque de los suicidios es un completo desastre desde el principio. Empezando por su protagonista, una Natalie Dormer que aunque ha conseguido forjarse una gran fama gracias a su papel en la serie Juego de Tronos aquí demuestra no sólo que es incapaz de llevar el peso de una película, sino que además si no está bien dirigida puede llegar a estar absolutamente horrible, y es que Dormer da un pésimo recital interpretativo que hacía tiempo que no veíamos en alguien que pretende ser una estrella hollywoodiense. Todo en la película es poco más que un conjunto de lugares comunes que hemos visto demasiadas veces, desde el susto gratuito (mención especial merece la escena en la que una luz se apaga, y otra cuelga en un pasillo muy oscuro y de tonos verdes en el que al final aparece una abuela loca, sí, todo junto en una sola escena) a todo lo relacionado con una historia de fantasmas que es incapaz de aportar nada sorprendente.
¿Y todo para qué? Para hablar de esa especie de paranoia a la que te lleva el bosque, de esa lucha contra todos los miedos de tu pasado, de redimirte hasta volverte loca. Todo eso que podría haber sido un juego realmente interesante y que se hubiera visto rematado en la excelente idea final, con esa especie de sacrificio fraternal. Pero la película es tan torpe en sus intenciones, tan evidente en la forma de mostrar todo lo que plantea y tan exagerada en sus acciones incluso aunque para ello tenga que crear personajes como el del coprotagonista masculino cuya presencia en película no sirve más que para plasmar los actos más ridículos de esta mujer que no tiene otro objetivo en el que centrar su locura, que al final hasta las buenas ideas acaban pareciendo recursos lamentables por su falta de desarrollo.
Al final, El bosque de los suicidios es la muestra de que no basta con querer, sino que hay que poder. Aunque la película trate de beber del cine oriental, aunque se desplace a Japón para rodar… no deja de ser un traje en el que camuflar sus carencias. Y la película es poco más que un lamentable espectáculo que difícilmente interesará ni al más fanático del cine de terror. Por si fuera poco, el único punto realmente de interés o incluso de morbo hubiera sido el hecho de que la película se hubiera rodado en el verdadero bosque de Aokigahara, pero la prohibición del gobierno japonés hizo que las escenas ambientadas en el famoso bosque nipón tuvieran que ser rodada en Serbia… Así que no, ni siquiera eso.
Ficha técnica:
Título original: The Forest Director: Jason Zada Guión: Nick Antosca, Sarah Cornwell, David S. Goyer, Ben Ketai Música: Bear McCreary Fotografía: Mattias Troelstrup Reparto: Natalie Dormer, Taylor Kinney, Yukiyoshi Ozawa, Eoin Macken, Rina Takasaki,Kikuo Ichikawa, Noriko Sakura Distribuidora: Sony Pictures Fecha de estreno: 26/02/16