JUEGO DE TRONOS
Cuando uno se dispone a apostar por quien ganara este año el Emmy a Mejor serie dramática la cosa se pone complicada, es cierto que el nivel de algunas de las candidatas es muy alto, además nos encontramos con series con un gran apoyo por parte de la crítica como Mad Men o House of Cards, pero creo que si por un momento dejamos de lado todo esto y dejamos salir el hooligan que todos tenemos dentro no podemos obviar algo, ¿acaso no debería ser premiada la serie que más impacto social está teniendo en los últimos años? ¿Acaso debemos despreciar Juego de Tronos porque su historia sea menos realista que Mad Men, Homeland o Downton Abbey?
Existe la tendencia natural en festivales y premios a infravalorar todo lo que huele a fantástico o genero, como si de un audiovisual de segunda se tratase pero no es justo que porque Juego de Tronos nos relate un mundo de fantasía épico medieval deba de ser menospreciada. ¿Acaso la serie no nos ha regalado alguno de los momentos televisivos del año, como el de su última escena?
Podemos discutir si Don Draper o Francis Underwood son mejores personajes que Tyrion Lannister, podemos discutir si el trabajo de diseño y vestuario de Downton Abbey o Mad Men está más logrado que el de Juego de Tronos, pero lo que no podemos discutir de ninguna manera es que Juego de Tronos se ha convertido en mucho más que una serie para la mayoría, se ha convertido en una ventana a un mundo imaginario a donde todos queremos ir para evadirnos de la realidad que nos envuelve. Todos queremos levantarnos del sofá empuñando una espada a dos manos y lanzarnos a pelear mientras suena esa maravillosa melodía de créditos que inspira hasta al más aletargado de los serie adictos.
Es cierto que quizás esta no haya sido la mejor de sus temporadas pero aun así el listón ofrecido ha sido como siempre bastante alto y creo que ya va siendo hora de hacerle justicia a los millones de fans de la serie, los millones de frikis que gritamos al cielo que ya basta, porque estamos ante una oportunidad histórica de ser gamberros, de premiar a la eterna candidata que merece ya desde hace mucho tiempo ser la ganadora.
Texto escrito por Álex Vargas