En 1999 Damien O’Donnell decidió que ya era hora de dar el salto a la gran pantalla. Tras hacer sus pinitos en diferentes departamentos de la industria cinematográfica O’Donnell decidió, en vísperas del nuevo siglo, que había llegado el momento de estrenarse como director de un largometraje. Oriente es oriente fue el resultado de esa ambición. Un filme que gracias al boca-oreja alcanzó un éxito sin precedentes en Gran Bretaña, arrasando en taquilla y logrando el reconocimiento mundial. El impacto de la cinta de O’Donnell fue tal que se alzó con el BAFTA a Mejor película británica del año 99 (además de aspirar a los premios a Mejor película, Mejor actor, Mejor actriz, Mejor guión adaptado y Mejor debut), y no sólo eso ya que el filme también se llevó para casa la Espiga de Oro y el premio a Mejor actriz para Linda Basset en la Seminci de aquel año.
Premios y reconocimientos, por otra parte, muy merecidos. Y es que O’Donell no lo pudo hacer mejor en Oriente es oriente. El director desarrolló con una destreza inusitada (teniendo en cuenta su escasa experiencia como realizador) los dilemas personales que acechaban a una familia mitad británica-mitad pakistaní. En aquella cinta George Khan, interpretado a la perfección por Om Puri, era un padre terco y rudo que no aceptaba que sus hijos no quisieran vivir conforme a los principios existentes en su país de origen. No se trataba de que ellos rechazaran lo que era su padre sino que querían vivir según sus propias convicciones. No querían aprender ‘urdu’ ni casarse con quien él dijera. No sentían que tenían que hacerlo. Ellos eran británicos, no pakistaníes. Y su padre, antes de aceptar semejante vergüenza para su nombre, prefería dar por muertos a sus hijos.
Aquella película de 1999, plagada de momentos intensísimos y muy bien rodados, terminaba con una reconciliación fruto del entendimiento y la aceptación. O al menos eso parecía… 11 años después del estreno de la primera película llega a nuestra pantallas (aunque con cuatro años de retraso) Occidente es occidente, pero esta vez no lo hace de la mano de O’Donnell sino de la de Andy De Emmony, otro novato en la dirección (antes de 2010 no había realizado más que telefilmes y participado en alguna serie de televisión) que muy probablemente no conseguirá los buenos resultados de su predecesor, pero que contará con la ventaja de que medio mundo ya adora a esta peculiar familia.
Occidente es occidente nos sitúa en el Manchester de 1975. La familia Khan continúa luchando por sobrevivir. Sayid, el hijo menor, sufre la crisis de la pubertad junto al acoso escolar y la tiránica insistencia de su padre en imponerle las tradiciones paquistaníes. En un intento desesperado por encarrilarlo, su padre le envía a vivir al Punjab con su primera mujer y sus hijas, a las que abandonó 35 años atrás…
La pregunta que me hice antes de ver esta película fue si de verdad era necesario hacer una secuela después de tantísimos años… Oriente es oriente estaba estupendamente cerrada. No se dejó ningún cabo suelto y contó exactamente lo que quería y tenía que contar. La historia se desarrolló y remató con agudeza y acierto. No había más. Pero cuando el éxito (comercial) asoma en el horizonte da igual que hayan pasado muchos años, si hay oportunidad de seguir estirando el chicle… Se hará. Y esa es la sensación que tuve tras ver esta secuela, porque aunque su visionado sigue siendo muy agradable y lo que cuenta tiene cierto interés, su existencia me parece de lo más innecesaria. Es cierto que esta nueva película sirve para responder a ciertas preguntas que pudieron surgir en los espectadores más curiosos, pero, en ese caso, se tratan de preguntas que carecen de interés, que de no haberse respondido jamás no nos hubiera quitado el sueño. Preguntas planteadas para curiosos y saciadas para curiosos, pero que no tienen importancia alguna.
El problema es que hasta casi el final de la cinta no descubres qué es lo que Oriente es oriente quiere contar. Los problemas de conducta del hijo menor de Khan están presentes a lo largo de todo el largometraje, y cuando no lo están de forma tan evidente el chaval suelta una frase con tacos para recordárnoslo. Pero el problema no está ahí. El problema está en el desarrollo de la trama de George-Jahangir Khan. Khan se marchó de Pakistán abandonando a su mujer e hijas hace ya 35 años, y aunque siempre se ha encargado de mandar dinero para comprar tierras, nunca se preocupó por lo que dejó allí, y tampoco por lo que su marcha ocasionó. Cuando Khan vuelve a Pakistán se da cuenta de lo que hizo y la vergüenza le carcome. Pero lejos de solucionar las cosas lo que hace es empeorar la relación con su mujer británica. Es entonces cuando Khan debe enfrentarse al dilema de su vida.
Desarrollar algo así con coherencia no parece tan complicado, pero lo cierto es que Occidente es occidente se lía ella sola con lo que pretende contar. Lleva al espectador de un extremo a otro de los sentimientos de Khan (y de los demás) como si de una pelota de tenis se tratara y hay momentos en los que realmente no tienes ni idea de cuáles son las intenciones del filme. Lo bueno es que en el tramo final se toman las riendas de la historia y De Emmony concluye la historia con tranquilidad y eficacia, apelando al sentimiento como ya hizo O’Donnell en la primera entrega y aprovechando la fantástica química existente entre Basset y Puri.
Al final la historia de Sajid Khan, el vástago de menor edad de George y Ella, es algo secundario en el conjunto del filme. Y es que aunque su desarrollo es diferente, siempre tienes la sensación de que su historia ya se ha contado, de que ya la vivimos en Oriente es oriente. Aún así su trama deja caer algún mensaje interesante acerca de las raíces, la sabiduría (digámoslo así) de los mayores y la necesidad de madurar para poder sobrellevar situaciones complicadas.
A pesar de todo, Occidente es occidente es una película muy agradable, que conserva ese tono tan atractivo y divertido de su predecesora (cuánto le debemos a los insultos del personaje de Puri) y que hace que sea muy fácil sucumbir a sus encantos.
Ficha técnica:
Título original: West is West Director: Andy De Emmony Guión: Ayub Khan-Din Música: Rob Lane, Shankar Ehsaan Loy Fotografía: Peter Robertson Reparto: Aqib Khan, Om Puri, Jimi Mistry, Linda Bassett, Robert Pugh, Vanessa Hehir, John Bramwell, Karamjit Anmol Distribuidora: Kiss Comunicación Fecha de estreno: 27/06/2014