Es complicado encontrar hoy día comedias que destaquen por encima del resto, comedias que aporten algo nuevo a un género en el que es casi imposible innovar actualmente. Aun así siempre nos llegan unas cuantas comedias al año que tienen algo que las hacen diferentes del resto, muchas de ellas del país vecino, Francia. Es innegable que las producciones francesas suelen ser un alarde de originalidad, de frescura en el cine. Pues bien, por desgracia París a toda costa no es una de esas películas originales e innovadoras de las que hablamos.
Reem Kherici debuta en la dirección con esta película que ella misma protagoniza y en cuyo guión también participa junto a Philippe Lachaux y Morgan Spillemaecker. En el film se nos cuenta la historia de Maya, una mujer que tiene en París su vida soñada. Trabaja en moda, viste ropas caras, sale por ahí todos los días, tiene un bonito piso lleno de zapatos y complementos… Esta vida de ensueño sufrirá un revés cuando, por un problema con su permiso de residencia, sea deportada a su país de origen: Marruecos. Allí Maya tendrá que reencontrarse con su familia, a la que no ve desde hace 10 años.
Kherici parece querer demostrarnos en su película la importancia de las raíces familiares, las raíces de su tierra, pero el mensaje es tan manido y frívolo que acaba más cerca de la parodia que del homenaje. No ayuda que su personaje, Maya, sea un ser bastante odioso. Es una pija tonta que se cree importante porque trabaja diseñando vestidos y sale por los sitios más cool de París. Es imposible no acordarse de la serie Sexo en Nueva York sobre todo en los primeros compases de la película, y es que Maya encajaría a la perfección en el grupito de amigas que lideraba Sarah Jessica Parker en la conocida serie.
Se intuye que lo que buscaba Reem Kherici era hacer un homenaje a Marruecos pero el tiro le sale por la culata claramente. Todos los clichés sobre Marruecos y el mundo árabe quedan parodiados en la película. Si Kherici intentaba homenajear a la tierra de los bereberes, les ha hecho un flaco favor con esta película. Está claro que Maya no se siente orgullosa de sus orígenes, no se siente cómoda con su vida en Marrakech, pero por momentos parece que la propia Reem Kherici también se siente poco apegada a sus raíces (la actriz es de origen tunecino).
Los personajes se antojan demasiado planos, todos ellos. Además de la mencionada Maya, tenemos a la típica mejor amiga siempre fiel, con el típico novio inmaduro y payasete que no quiere comprometerse con nada. No faltan las compañeras de trabajo que acaban siendo falsas amigas y un jefe con delirios de grandeza. En la familia de Maya encontramos al padre, con el que no se habla desde hace años por un problema del pasado, la abuela siempre cariñosa y amable y el hermano graciosillo que le reprocha a Maya que no se haya dignado a visitarlos durante 10 años. Personajes totalmente prefabricados y simples, como se puede ver.
El humor de París a toda costa resulta bastante insípido y rancio. No hay originalidad en los chistes, no hay ni un ápice de ese humor fresco que suelen mostrar otras comedias originarias del país galo. Su historia, además, resulta demasiado típica. La historia del reencuentro con las raíces familiares mostradas en el film se antoja cansina, nos da la sensación de haber visto esta historia en otras ocasiones. Por último, en su tramo final la película no mejora en absoluto, resulta precipitado y poco elaborado, y sobre todo excesivamente convencional. Es precisamente en el final donde las carencias de la película quedan más al descubierto. Es todo tan artificial, falso y rancio que no hay manera de que la película salga a flote por ningún lado.
Por romper alguna pequeña lanza e n favor del film, diremos que no todo resulta tan terrible en París a toda costa, aunque no es desde luego una buena película. La película consigue entretener al espectador, no se hace pesada y tiene algún que otro punto cómico que llega a hacer reír. En otras palabras, París a toda costa funciona como el 90% de las comedias que se hacen cada año: son películas flojas, convencionales y poco elaboradas, pero consigue entretener al público durante hora y media a base de chistes fáciles y manidos.
París a toda costa es una cinta destinada a aquellos que simplemente quieren evadirse durante 90 minutos viendo una película amigable y entretenida, porque si algo bueno tiene la película de Kherici es que entretiene y se deja ver, pero a nivel cinematográfico no es salvable. La película es muy floja, no tiene vuelta de hoja. A pesar de ello si el público al que va destinada la cinta no es demasiado exigente, pasarán un rato cuanto menos agradable. Pero si van buscando una buena película, definitivamente que se busquen otra opción.
Ficha técnica:
Título original: Paris à tout prix Director: Reem Kherici Guión: Reem Kherici, Philippe Lachaux, Morgan Spillemaecker Música: Laurent Aknin Fotografía: Nicolas Massart Reparto: Reem Kherici, Cécile Cassel, Tarek Boudali, Philippe Lachaux, Shirley Bousquet, Salim Kechiouche, Stéphane Rousseau, Pascal Demolon, Lionnel Astier, Alex Lutz, François-Xavier Demaison, Florence Foresti Distribuidora: Alimpro Fecha de estreno: 28/02/2014