Paraíso: Esperanza – Primer amor | La Cabecita

Después de Amor y Fe, Seidl cierra su trilogía sobre la soledad de la mujer contemporánea y su búsqueda de un refugio seguro, un «Paraíso». Sorprende en éste cierre llamado Esperanza, por ciertamente ser realmente esperanzador, más de lo que nunca habíamos visto en la filmografía de Seidl, y por supuesto, mucho más de lo que fueron sus dos descarnadas primeras películas. No quiere decir con ello que Esperanza sea un cuento de hadas, porque aunque Seidl se acerque a los problemas de la adolescencia, con cierta ternura algo que no habíamos visto en él hasta ahora, demostrando así cierta esperanza en el futuro, tal y como reza el título. También sigue siendo vil, cruel, y al final, aunque Esperanza no deja de ser una historia de amor, ésta es tan retorcida como todo lo que suele salir de la mente del austriaco.

Paraíso: Esperanza se centra en la hija de trece años de la protagonista de la primera entrega, y mientras que ella se encuentra en Kenia, su hija pasará el verano en un campamento para niños con sobrepeso, tratando de perder todos esos kilos de más. Podría Seidl cebarse con este tema, hacerles caer en el ridículo completo a los chavales una vez tras otra, pero en lugar de eso se centra en ellos como adolescentes normales, en su manera de afrontar la vida respecto a las primeras relaciones sexuales, los primeros enamoramientos… No hay nada en ellos que les haga odiar su aspecto físico, de la misma manera que la madre de la niña sí que se odiaba y achacaba muchos de sus problemas a su imagen, viven en una sociedad en la que obesidad se ha convertido en algo normal, dónde este tema no pasa por su mente. Su soledad, su preocupación se debe a otros motivos, en un momento de la película, una niña pregunta que cuantos de sus padres están divorciados, algo a lo que todos responden afirmativamente, mientras que comentan en las ocasiones en las que ven a sus progenitores, muchas veces con un odio que parece impuesto desde el lado materno. Son niños que no se han quedado solos, si no que les han creado solos, y como las otras dos protagonistas, sí que tienen que buscar un refugio, pero no para combatir la soledad, si no para ser capaces de asentar su vida.

El problema está en que Melanie (una impresionante Melanie Lenz, maravilloso acierto de casting), busca ese refugio enamorándose de un doctor que tiene unos 50 años más que ella. Es fácil encontrar los motivos de este amor, pues simplemente responde a la necesidad de una figura paterna, a la necesidad de sentirse protegida. Pero me interesa más la visión de ese doctor, y creo que Seidl hubiera firmado una obra completamente redonda de haber sido él el protagonista, aunque hubiera tenido que estar fuera de la trilogía paraíso. Rápidamente encontramos que este enamoramiento para él supone un completo dilema moral, si saber muy bien si lo que existe por su parte es también un flechazo o una simple atracción física, atendemos rápidamente a la puesta en marcha de un conflicto interno, pues él desea estar con Melanie pese a su edad, y debe llevar a cabo una lucha contra sus demonios internos. Seidl, en su gusto por la imagen, nos acerca tomas extrañas y de una belleza embaucadora, como ésa en la que ambos protagonistas recorren el bosque, parándose uno frente al otro, con Melanie tapada, como si fuera una virgen. Por una vez Seidl, prefiere no mostrar y ser sutil, todo se queda en un abrazo, como cuando la chica borracha es olisqueada por el doctor, en la que posiblemente sea la escena más extraña y perturbadora de la trilogia. ¿Hay sexo, hay una violación? Es posible, pero ésta vez se queda en el imaginario del espectador encontrar hasta qué punto se ha llegado.

Paraíso Esperanza es la más floja de las tres películas de la trilogía, una película bastante menos incómoda de a lo que Seidl nos tiene acostumbrados. Un epílogo bastante más ligero, pero no por ello menos interesante o peor rodado. Que pone punto y final a una de las visiones más interesantes de un autor en los últimos años. Una visión interesante de la mujer y su soledad, siempre a través del prisma de como el hombre ve a la mujer, porque tampoco podemos olvidar que Seidl no es Von Trier o Almodóvar y sus personajes femeninos están observados desde un prisma totalmente masculino. Entradas en un mundo lleno de cosas inertes, dónde las personas son islas desiertas que se ven obligados a crear botes para salir de ellos.

Título Original: Paradies: Hoffnung Director: Ulrich Seidl Guión: Ulrich Seidl, Veronika Franz Fotografía: Wolfgang Thaler, Edward Lachman Intérpretes: Melanie Lenz, Joseph Lorenz, Verena Lehbauer, Michael Thomas, Viviane Bartsch, Johanna Schmid, Maria Hofstatter, Rainer Luttenberger, Hannes A. Pendl Distribuidora: Golem Fecha de Estreno: 30/08/2013