No creo que exista peor sensación al salir de una sala de cine que la de salir de una comedia completamente amargado. Posiblemente no exista nada más desagradable que no lograr reírse en toda la película, no hablamos ya de no carcajearse, si no de ser incapaz de esbozar una simple sonrisa, que los chistes que se suceden durante toda la proyección, pasen por tu lado como si fueran lanzas incapaces de mover un solo músculo de tu cara. Con tu rostro inerte, en el que tan sólo aparece algún bostezo, o esa sensación de fuerza extrema para aguantar las pestañas abiertas, aunque se apodere de ti el deseo de simplemente cerrar los ojos y hacer que eso pase mucho más rápido. En ese momento en tu cabeza aparece la imagen de Carlos Boyero, te sientes como él, cuando en la sala, aunque sean pocos, algunas risas se suceden ante los chistes de la película, te preguntas, ¿realmente funcionan? ¿hacen gracia? ¿los tipos sentados a mi lado son simples marionetas diseñadas para reír en el momento justo?, la cabeza te empieza a estallar, no puedes reír, hay una fuerza que te lo prohíbe, el cansancio que te produce la película no ayuda, cuando por fin termina escapas de la sala y te preguntas… ¿pero qué diantres?
Y esta sensación tan horrible es la que te deja por el cuerpo al terminar Por la Cara, estúpida traducción que le han puesto al original Identity Thief. Una comedia insulsa, sin ninguna gracia, y muy aburrida. En ella, una mujer robará la identidad a un hombre de familia que acaba de conseguir un ascenso, mientras que intenta sacar para adelante a una familia con dos hijas y otra en camino. Este robo de identidad no le llevará solamente a perder prácticamente todo su dinero, si no que también, le meterá en problemas legales que le harán estar a punto de perder su nuevo trabajo. La lógica desaparece por completo, cuando la policía no pueda hacer nada para detener a la delincuente y sea él, el que recorra todo el camino desde Denver hasta Florida para atraparla y llevarla de vuelta, y así poder recobrar su vida. Está claro que no todo será tan sencillo como parece, un largo trayecto en coche que les hará encontrarse con distintos personajes, así como un cazarrecompensas y dos peligrosos capos de la droga, insertados con calzador como recursos cómicos, únicamente para rellenar algo de tiempo en una historia que no se sostiene con las peripecias de sus dos protagonistas.
Por la Cara quiere parecerse exageradamente a «Mejor solo que mal acompañado», incluso en su estomagante y excesivamente edulcorado tercio final. Dónde al final, nuestra criminal, tendrá su momento Pretty Woman, y en el momento en el que aparezca por fin bella, nuestro protagonista verá toda la bondad que hay en ella, y que al final sus actos delictivos sólo son una respuesta a numerosos traumas. Por supuesto no se enamorará de ella porque está gorda y eso estaría mal visto, es la única excusa que la película da para evitar el romance entre sus dos protagonistas. Pero John Hughes podía permitirse esa ñoñería impostada, sus guiones tenían un gran retrato humano, estaban llenos de momento brillantes, al llegar a ese momento quizá algo forzado en busca del sentimentalismo, el trayecto realizado por el espectador con los personajes ayudaban a que todo funcionase, y Seth Gordon está a años luz de John Hughes, es más, no tiene nada que ver, simplemente apuesta por lo escatológico, por la gracia fácil y el slapstick más burdo. Su sentido del humor se podría definir en un par de escenas en las que demuestra que es muy gracioso restregarse comida por la cara. Y es cierto que Como acabar con tu jefe se salvaba medianamente gracias al buen quehacer de sus secundarios, y en cierto modo aquí trata de depurar lo mismo, pero los resultados son completamente nefastos.
Tampoco se puede decir que Jason Bateman y Melissa McCarthy sean Steve Martin y John Candy pese a lo cercano de sus personajes son bastante menos divertidos, y aún así lo mejor de la película. Especialmente la segunda, porque la verdad es que Jason Bateman parece acomodado en ese personaje, el mismo que interpreta siempre, ya no queda ni rastro del estupendo cómico que descubrimos en la serie Arrested Development, y esperemos que su vuelta de la mano de Netflix vuelva a traernos al mejor Bateman. McCarthy es una tipa graciosa, nada del otro mundo, pero su desparpajo y su carisma acaban resultando muy divertidos. Hace cuanto puede para intentar levantar un producto tan lamentable como éste, consciente, además, de que ella es la estrella de la función, pero su buena actuación es insuficiente para hacer de Por la Cara un producto mínimamente disfrutable. Aquí sigo yo, dándole vuelta a sus «divertidos» chistes, y empezando a preocuparme por si realmente el que tiene un problema con su sentido del humor soy yo.
Título Original: Identity Thief Director: Seth Gordon Guión: Steve Conrad, Craig Mazin Música: Christopher Lennertz Fotografía: Javier Aguirresarobe Interpretes: Jason Bateman, Melissa McCarthy, John Cho, Jon Favreau, Amanda Peet Distribuidora: Universal Fecha de Estreno: 22/03/2013