El nombre de David Ayer empezó a sonar con fuerza tras escribir el guión de la sólida Training Day, una solidez que hasta ahora no se había visto reflejada en sus trabajos detrás de las cámaras. Siempre cercano al género policial pero buscando la humanización de sus protagonistas más allá del trabajo en las calles, parecía que lo de Ayer en Training Day había sido más bien flor de un día. Pero con Sin Tregua, da un paso de gigante en su filmografía, evolucionando lo que escribiera para la película protagonizada por Denzel Washington, evaluando la ética de una forma similar, pero sin dejarse caer en la fácil balanza de separar a los buenos de los malos. En Training Day nos encontrábamos a un policía harto de su trabajo, tanto tiempo viendo mal en las calles, le había hecho corromperse, ser un criminal más escudado bajo una placa, siendo el criminal con más poder. En contrapunto un policía novato, aún ilusionado por su trabajo, entregado a la misión de hacer obedecer la ley, y que asistía con estupefacción ante el comportamiento de su compañero.
En Sin Tregua, Ayer vuelve a hablar de la ética policial, pero sin dejarse caer en juicios a sus personajes, son ellos mismos los que hablan de sus comportamientos. Tras estar a punto de morir en un incendio para salvar a unos niños, los dos protagonistas se preguntan si lo volverían a hacer, la respuesta es clara, no, pero en cambio lo han hecho. Saben lo arriesgado de su profesión, saben que se juegan la vida día a día en las calles, y es algo que deploran, y que ellos mismos se cuestionan, pero a la hora de la verdad, la ética de trabajo, su necesidad de responsabilidad les transforma. En el coche estamos ante dos seres humanos divertidos, colegiales, que tienen una relación de amistad y confianza bastante intima. Que bromean y tienen un comportamiento más bien infantil, con un pensamiento que rebasa todas las barreras éticas. En cambio los dos entregados a su vida personal, uno está felizmente casado y ama a su esposa, el otro sueña por encontrar una mujer que sea capaz de satisfacerle intelectualmente y cuando lo hace procesa un gran amor por ella, más allá del comportamiento que podamos ver en el coche con su compañero
Pero ambos saben que cuando bajan del coche, son dos personas completamente distintas. Su debilidad, una debilidad de la que quizá ellos no son conscientes, pero que el espectador descubre enseguida, desaparece por completo. En ese momento ambos se convierten en policías a todas las instancias, no tienen problemas para apretar el gatillo si la situación lo requiere, su misión es proteger las calles de Los Ángeles, y lo hacen sin miramientos, como cuando entran en esa casa incendiada sin pararse a pensar si lo más lógico es esperar a los bomberos, hay unos niños dentro y hay que salvarlos. No existe otra cosa.
Quizá lo más interesante de Sin Tregua es la forma de la que David Ayer rehúye por completo de buscar una trama fija. Su intención es entrar en el día a día, seguir la relación y la evolución de dos policías que no saben con que se van a encontrar, cada día es más peligroso que el anterior. Puede que las cosas se compliquen cuando entran en contacto con el cartel mexicano, pero para ellos y también para el espectador cada día es una aventura nueva en la que desconoces los peligros a afrontar. Ayer juega con la relación entre el ojo del espectador y el de sus protagonistas, lo hace con unas cámaras instaladas en el pecho de los protagonistas, así como también en la parte delantera del coche. Una realización a medio camino entre la primera persona y el found footage, que sin embargo no renuncia nunca a la espectacularidad y que recuerda mucho al estilo trepidante del reality Cops.
Sin Tregua es un drama policiaco, más centrado en las relaciones humanas de sus dos protagonistas que en buscar tramas policiales centradas en los dos lados de la línea. Dos protagonistas que además tienen la suerte de verse encarnado en dos soberbios protagonistas, que desprenden una química inagotable, Gyllenhaal nos da su mejor actuación desde Brokeback Mountain y Michael Peña está sencillamente magistral, con una interpretación conmovedora, ruda y cuidadosamente matizada. Sin Tregua viste a sus protagonistas de policías para contarnos una rica experiencia sobre la vida, una película que sabe ser divertida, trepidante, dramática, emocionante e incluso sobrecogedora. Una de las propuestas más interesantes y a tener en cuenta del presente curso.
Título Original: End of Watch Director: David Ayer Guión: David Ayer Música: David Sardy Fotografía: Roman Vasyanov Interpretes: Jake Gyllenhaal, Michael Peña, Anna Kendrick, Frank Grillo, America Ferrera, Natalie Martinez, Cody Horn, David Harbour Distribuidora: Avalon Fecha de Estreno: 05/12/2012